Finalmente luego de sufrir el frio del invierno y de sobrevivir a una tormenta de nieve, llegó la primavera.
Era increíble la rapidez con la que el clima cambiaba según la estación del año, pues ya estando en abril parecía no haber rastro de que alguna vez hizo frio.
Gintoki no era fanático del frio al igual que Takasugi, éste último lo detestaba, mientras que Sakamoto y Katsura preferían las bajas temperaturas al calor. En el caso del primero era porque su cuerpo generaba mucho calor por sí solo y solía pasarla muy mal cuando hacía calor y en el caso del segundo era debido a su cabello largo que incluso si lo ataba, seguía haciéndole sudar mucho.
De cualquier forma aunque cada uno tenía sus preferencias, el invierno de ese año fue particularmente duro para todos por lo que decidieron celebrar la llegada del calor yendo a la playa. Se organizaron para tener todos libres un mismo fin de semana y partieron a la playa más cercana.
El sol brillaba con fuerza en el cielo, calentando y bronceando a todos los visitantes. El lugar era concurrido, por todos lados se podían ver personas en trajes de baño, niños construyendo castillos de arena y chicas broceándose la espalda recostadas sobre una toalla en la arena, familias almorzando y jugando, gente surfeando en el mar, personas jugando voleibol, todo lo que se podía encontrar en una playa.
Por supuesto el mayor atractivo del lugar eran las chicas en cortos trajes de baño.
-Disculpen, señoritas -.
Un par de chicas que descansaban del sol recostadas en un par de sillas de playa bajo una amplia sombrilla, miraron desde detrás de sus gafas de sol a la persona que les llamó.
-¿Cómo están? – Sonrió coqueto un joven de cabellera castaña y rizada.
La sonrisa de dientes blancos y brillantes y el rostro atractivo llamó la atención de ambas mujeres pero fue después de darle una larga mirada a los músculos de su pecho descubierto, cuando finalmente sonrieron.
-¿Vienen solas? ¿Les molesta si las acompaño? – Subió y bajó sus cejas en coqueteo.
La voz profunda y varonil del hombre sumándole su rostro y su cuerpo, hicieron que ambas mujeres se interesaran pero antes de poder responder, otra voz se hizo presente.
-¡Sakamoto! ¡¿Cómo quieres tu helado?! -.
-Un momento, por favor – El atractivo hombre les guió un ojo antes de darse la vuelta y hablar con una voz muy diferente - ¡Con chispas de arco iris! -.
-¡Ya está listo! -.
-¡Genial! – Sonrió muy animado, luego volvió su atención a las mujeres y les volvió a guiñar el ojo – Lo siento, señoritas, el deber me llama -.
Ambas mujeres sólo observaron en silencio como el galán que se les acercó se convertía en otra cosa muy distinta.
-¡Muchas gracias, Zura! -.
Sakamoto corrió cual niño hasta el puesto de helados donde Katsura le esperaba.
-¿Enserio no te molesta que se la pase coqueteando con otras? – Le preguntó Gintoki a la que se suponía, era la novia de ese idiota castaño.
-¿Podría enojarme cuando él mismo arruina su coqueteo? – Respondió Mutsu con mucha tranquilidad.
-Tienes un punto – Sonrió el chico.
Ambos se encontraban debajo de dos enormes sombrillas de playa que habían alquilado para la ocasión. Cuando llegaron a la playa montaron su pequeño "campamento" acomodando las sombrillas y varias toallas debajo para que todos pudiesen sentarse a descansar cuando no estuvieran dentro del agua.
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Departamento J4 - Gintama
FanfictionVivir con tus mejores amigos parece buena idea. No lo es. Contiene: - GinHiji. - BanTaka. - SakaMutsu. - Shimatsura. - Insinuaciones de Katsura x Ikumatsu. Advertencias: - AU Mundo moderno. - Yaoi. - Uso de sufijos japonesés como "-chan", "-kun", et...