Departamento J4 - Gintama

Capítulo 28.

Katsura Koutaro contaba con una rutina cuidadosamente pensada e ideada para cumplir con sus deberes escolares, sus deberes laborales y sus deberes en su hogar de manera óptima en cada uno. Por supuesto que teniendo amigos como los suyos, a veces no podía cumplirla como deseaba pero en general la llevaba a cabo exitosamente.

Los lunes, martes y miércoles volvía a casa luego de terminar sus clases, libre de trabajo se dedicaba a su hogar cuando era su turno de cocinar, además se encargaba de revisar la ropa y limpiar un poco, luego se encerraba en su habitación y estudiaba hasta que fuera hora de cenar o hasta que todos sus compañeros llegaran.

Siendo un estudiante que contaba con una beca académica de alto rango gracias a sus excelentes calificaciones, debía esforzarse por mantener su promedio de excelencia si quería conservarla. Gracias a esa beca podía evitar preocuparse por los gastos escolares, así que se esforzaba por mantenerla.

A diferencia de Sakamoto y Takasugi, cuyas familias pagaban por su educación, él no contaba con ningún familiar que pudiera ayudarle, así que debía hacerse cargo de eso por completo por su cuenta al igual que Gintoki.

No se quejaba, era la vida que le había tocado y debía vivirla lo mejor posible y parte de poder lograrlo era conservando su beca, así que estudiaba juiciosamente intentando no distraerse.

Sin embargo, ese día mientras caminaba de regreso a casa, algo le distrajo de su libro de bolsillo. Algo dentro de una caja de cartón muy maltratada.

-¿Y Zura? ¿No vendrá a cenar? -.

-Me dijo que no tenía hambre y que dormiría temprano hoy -.

-Debe estar cansado – Comentó el de cabellos purpuras.

-Eso creo, ni siquiera me abrió la puerta cuando fui a verlo - Informó Sakamoto, quien era el encargado de la cena de ese día y por ello fue a tocar la puerta de su amigo para informarle cuando estuvo lista.

-Eso es algo extraño -.

-¿Por qué? – Gintoki en realidad no tenía mucho interés en el asunto pero se vio obligado a aparentar por presión social.

-Porque es quien se la pasa regañándonos por saltarlos las comidas – Respondió Takasugi.

-Quizás sólo esté cansado, ya sabes, a fin de cuentas es humano -.

-Creo que algo le pasa, cuando llegué también estaba encerrado en su cuarto – Sakamoto en realidad sí se estaba preocupando, pues el comportamiento de su amigo no era del todo común.

A pesar de pasar la mayoría de sus días libres de trabajo estudiando, Zura siempre estaba allí para darles la bienvenida. Podría estar encerrado en su cuarto pero si escuchaba la voz de alguno, salía a darle la bienvenida.

-¿Deberíamos ir a verle? – Cuestionó Takasugi, quien no quería exagerar pero no podía evitar sentirse algo inquieto.

-¿No dijo que dormiría temprano? Quizás ya ni siquiera esté despierto – Gintoki no quería hacer otra cosa más que ir directo a la cama después del trabajo.