Departamento J4 - Gintama

Capítulo 31.

En el departamento J-4 se vivía un ambiente de paz. La tranquilidad no era muy habitual en el lugar pero extrañamente en esa noche de viernes no había alboroto alguno pues cada habitante estaba concentrado en sus propios asuntos.

Sakamoto estaba viendo televisión disfrutando de la retransmisión de Tengen Toppa Gurren Lagan, Katsura estaba con él en la sala sentado en el suelo encima de una toalla pues peinaba a Elizabeth, quien se dejaba mimar por su amo, mientras Takasugi se hacía cargo de la cena poniendo en práctica las nuevas cosas que su novio le enseñó sobre cocina.

Sí, todo era paz y tranquilidad.

Hasta que llegó el último miembro de la "familia" azotando la puerta.

-¡Escuchen, bastardos! -.

Los bastardos le miraron.

-¡Código rojo! ¡Código rojo! ¡Debemos movernos! -.

-¡¿AH?! – Sakamoto y Katsura se pusieron de pie alarmados.

Takasugi sólo le bajó a la flama de la estufa.

-¡Rápido! ¡Muevan el trasero! – Gintoki entró sin dejar de gritar y caminó a grandes zancadas hasta su habitación.

-¡H-Hey! ¡Kintoki! -.

-¡¿Qué es lo que pasa?! – Cuestionó Katsura alterado, abrazando con fuerza a Elizabeth.

Ignorando a sus amigos, Gintoki entró a su habitación sólo para salir un minuto después con lo que parecían ser planos en la mano.

-¡No hay tiempo que perder! -.

-¡Responde, Gintoki! ¡¿Qué es lo que pasa?! ¡¿Alguna amenaza nuclear?! – Katsura volaba lejos.

-¡¿Una invasión zombie?! – No tanto como Sakamoto.

Takasugi sólo observaba en silencio.

-¡Hay que movernos ya! – Gritó Sakata como llevaba haciéndolo desde que llegó. Sus ojos estaban muy abiertos en una expresión de urgencia – ¡Inicia la operación...! -.

El chico colocó los aparentes planos sobre el comedor con sus dos compañeros siguiéndole y mirando desde sus espaldas.

-¡El regalo perfecto para Hijikata-kun! -.

Efectivamente, ese era el nombre de la operación como lo delataba el enorme título en los "planos", los cuales tenían escritos diferentes sugerencias de regalo y algunos dibujos mal hechos de estos para tener una representación gráfica.

¿Katsura y Sakamoto se decepcionaron y enojaron?

Sí.

¿Takasugi se sorprendió?

No.

-¿Qué esto? -.

-¡¿Cómo que qué es?! ¡Abre los ojos, Zura! – Reclamó la esponja plateada sin relajarse en lo absoluto – ¡No tengo tiempo para explicártelo! ¡Debemos movernos! -.

-Kintoki... ¿Esta es la emergencia? – Sí, incluso Sakamoto se preguntaba si había funcionamiento lógico en la cabeza de su amigo.

-¡Por supuesto que lo es! ¡¿Que no se dan cuenta?! -.

El par se miró con ojos vacíos, se dieron la vuelta y se encaminaron de regreso a la sala.

-¡Hey! ¡¿Adónde demonios van?! -.

-¡Deja de gritar de una vez! – Takasugi hizo finalmente acto de presencia.

-¡¿Ah?! ¡¿Que soy el único que se da cuenta de la seriedad de esto?! ¡El cumpleaños de Hijikata-kun es mañana! -.