Departamento J4 - Gintama

Capítulo 3.

Romper un record siempre es motivo de alegría y orgullo, pero no si se trata de un récord vergonzoso, como confundir tus cosas con las de tus compañeros de casa el primer día de comenzar a vivir juntos. Por ello, ninguno de los cuatro se sentía orgulloso.

Quizás fue por ello que el desayuno transcurrió en silencio o quizás fue porque nadie estaba feliz de comer onigiri del konbini de la esquina acompañados por un té extremadamente amargo preparado por Zura. Takasugi se preguntaba cuál de las dos permanentes idiotas permitió que Zura pusiera sus manos sobre el agua. Sabían muy bien que debían mantenerlo alejado de la estufa si querían sobrevivir.

Volviendo a lo del triste desayuno, quizás fue por eso y porque ninguno quería tener un almuerzo igual, que decidieron no protestar y seguir los planes de Zura e ir a hacer las compras. Esa era una tarea que Takasugi supo desde el principio, sería complicada gracias a dos permanentes, por ello, antes de salir del departamento reunió a sus tres compañeros para hacer una lista que contuviera únicamente los productos básicos para sobrevivir.

Ya con la lista terminada, cada uno tomó su juego de llaves y se dispusieron a salir. El supermercado no estaba muy lejos, tan sólo tenían que caminar tres cuadras. Tres cuadras que, yendo los cuatro juntos, se volvieron las más ruidosas del área.

-Escuchen, idiotas – Proclamó Takasugi cuando cruzaron las puertas automáticas del lugar – Aun tenemos cosas que hacer, así que no perdamos mucho tiempo aquí, Tatsuma, toma un carrito, hagámoslo rápido -.

-¿Y ahora quién te puso a ti a cargo? – Se quejó Gintoki, aunque bien sabía que en esas circunstancias no le convenía hacerlo.

-Es una estrategia implementada para no pasar mucho tiempo aquí y poder volver a casa con el tiempo suficiente para guardar todos los artículos y terminar de acomodar nuestras habitaciones, bien pensado, Takasugi – Felicitó Katsura de manera crítica, dándole más importancia de la que tenía.

-¿Hacia dónde? – Preguntó Sakamoto empujando un carrito.

-Por allá, dejemos los productos refrigerados para el final -.

Sí, Takasugi tenía toda la intensión de terminar rápido con las compras para volver al departamento y terminar de desempacar, no quería volver a pasar por otra situación vergonzoso y tener que dormir ahora con la almohada de Gintoki o las ridículas camisas de Zura.

Sin embargo, aunque Takasugi Shinsuke tenía la intención de darse prisa y de organizar y guiar a sus compañeros, no se imaginó el rumbo que iban a tomar las cosas.

...

¿Cómo fue que terminó así?

-¡Takasugi-kun! -.

-¡¿Podemos llevar helado?! -.

-¡¿Podemos llevar papas fritas?! -.

-¡Hay oferte 2x1 de Nmaibo! ¡¿Podemos llevarlo?! -.

-¡Takasugi-kun! -.

Repitiendo la pregunta de antes:

¿Cómo fue que terminó así?

-Hey, trio de idiotas... – Explicar cómo era la expresión en la cara de Shinsuke es complicado, así que lo explicaremos al estilo anime diciendo que tenía tres venitas palpitantes en la cara. Una por cada idiota - ...¿Qué diablos creen que hacen? ¿Piensan que haremos una fiesta? ¿Creen que son compras para una excursión? – Vamos a darle puntos por tratar de contenerse.

-¡¿Podemos?! – Las tres voces al unísono lo ignoraron.

-¡¿Quieren parar con esto?! – Oh, finalmente estalló.