Capítulo 1.

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La vida es muy curiosa.

En ocasiones te ofrece miles de oportunidades o te las quita todas.

En ocasiones te da cosas maravillosas y en otras te las quita.

La vida te puede hacer creer en un momento que es una buena idea mudarte con tus mejores amigos y en el siguiente te hace dar cuenta de la terrible idea que es.

Cuando la vida hizo que Takasugi Shinsuke se diera cuenta del gran error que cometió al aceptar vivir con los tres idiotas, fue demasiado tarde, el contrato ya estaba firmado.

-Hey, deja de perder el tiempo sentado allí y muévete, todavía hay muchas cajas que subir – El fastidio y el cansancio se podían escuchar en la voz de Sakata Gintoki y es que ya estaba harto de cargar caja tras caja.

-¿Qué pasa, Takasugi? Tienes la mirada demacrada ¿No te sientes bien? – Katsura Koutaro se acercó a su amigo tras dejar una caja más en el suelo.

-No, sólo me detuve a pensar en las decisiones que he tomaba en mi vida – Takasugi respondió en un tono apagado con la mirada carente de vida.

Todos en algún momento de nuestra vida, necesitamos detenernos y pensar en las decisiones que hemos tomaba hasta ahora, evaluar si fueron las correctas o si pudo haber existido una mejor opción. En esos momentos, estando en un departamento con cajas por todas partes, Takasugi se preguntaba en qué momento se equivocó o cuándo empezó a ir todo mal.

¿Fue cuando les comentó a sus amigos sobre la idea de mudarse de la casa de su padre?

¿Fue cuando Gintoki les contó sobre la amenaza de desalojo que tenía por deber cuatro meses de renta?

¿Cuándo Zura les habló sobre los departamentos libres en el edificio cerca de su universidad?

¿Cuándo Tatsuma dijo que debían mudarse juntos?

Quizás todo.

Quizás tenía que ver con que decidieran hablar de eso en un restaurante de barbacoa cuando ya tenían cierto nivel de alcohol en la sangre.

Takasugi llegó a la conclusión de que el alcohol es igual a la vida. Te hace pensar que ideas malas son las mejores del mundo.

-¡Hey! ¡Muévete! Tengo que entregarle el auto al viejo antes de las 4 – Gintoki volvió a quejarse.

-¿Cuánto más falta? -.

-Todavía hay 7 cajas abajo, Jajaja – La risa de Sakamoto era un reflejo de su cansancio, al igual que el sudor que corría por su frente.

-¿Por qué demonios tienen tantas cosas? No hay forma de que todo quepa en sus habitaciones – Takasugi se preguntaba cómo Gintoki y Zura tenían tantas cosas si antes vivían en pequeños departamentos.

-Se debe estar preparado para todo en caso de emergencias, Takasugi, irás aprendiendo de eso sobre la marcha – Dijo Katsura en un tono tranquilo y sabiondo, comenzando a guardar sus preciados sartenes de porcelana en la alacena.

-Ni de loco dejaría algo en el departamento de la abuela – Gintoki fue más honesta con su respuesta.

-Takasugi, tú también trajiste muchas cosas – Señaló Sakamoto – Y eso no tiene sentido porque pudiste dejar algo en tu casa ¡Jajaja! -.

-Habla el que trajo dos cajas llenas de modelos a escala de naves -.

Y así, discutiendo y reprochándose varias cosas, los cuatro amigos continuaron metiendo todas sus pertenencias al que sería su nuevo hogar, sin esperanza real de terminar de desempacar y acomodar todo en un día.

Departamento J4 - GintamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora