Capítulo 11.

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Debido a que era quien más tarde salía del trabajo, Gintoki estaba más que acostumbrado a ser el último en llegar al departamento. Era completamente normal abrir la puerta y encontrar a los demás en la cocina o en la sala. Las únicas veces en las que llegaba y faltaba alguien, era cuando Sakamoto salía con su novia o cuando a Takasugi le surgían "compromisos", pero lo habitual era que él fuese el último en aparecerse.

Mentiría si dijese que no era un poco molesto verlos a todos descansando o comiendo la cena, mientras él llegaba cansado, era especialmente molesto cuando era su turno de preparar la cena, ya que le reclamaban que tenían hambre. Afortunadamente ese día la comida estaba a cargo de Tatsuma, por lo que sólo tendría que manejar la irritación normal estándar.

Sin embargo, cuando cruzó la puerta de su hogar y dejó sus zapatos en el genkan, la escena con la que se encontró le causó más curiosidad que molestia.

Sus tres compañeros estaban en el comedor, con los codos sobre la mesa y sus manos unidas frente a sus rostros, las espaldas de todos se veían rectas en un obvio porte de seriedad.

-Hey ¿Por qué esas caras? ¿Acaso murió alguien? – Y aunque su tono de voz indicaba que lo decía en broma, enserio esperaba que no hubiese pasado algo.

-Bienvenido, Gintoki – Katsura dio la bienvenida habitual pero su semblante no cambió mucho – Por favor, acércate y siéntate -.

Ese comportamiento causó que un ligero escalofrió recorriera la espalda del de cabellos plateados. Cada vez más tenía el presentimiento de que algo grave estaba pasando y no quería enfrentarlo.

-¿Vas a quedarte allí de pie todo el tiempo? Trae tu trasero holgazán, aquí – El que el segundo llamado lo haya dado Takasugi, empeoraba las cosas.

-Date prisa, Kintoki – Y el que Tatsuma lo apoyara, aún más.

Así que, ya un tanto preocupado, Sakata Gintoki dejó sus cosas en el sofá y se dirigió a donde sus amigos. La escena donde sólo quedaba una silla libre en la mesa, era un tanto aterradora en esos momentos.

-Así que... ¿A qué se debe esta atmosfera de funeral? – Preguntó nervioso.

La respuesta que recibió vino de parte de Takasugi, quien apuntó con un dedo a las tres hojas de papel sobre la mesa, las cuales Sakata no había notado pero en cuanto las vio, comprendió el porqué del ambiente.

-¡¿Ah?! ¡¿Qué significa esto?! – Exclamó exaltado.

-Cómo puedes ver... Significa justo eso... – Dijo Katsura hablando en un tono serio y sombrío.

-P-Pero... ¡¿Cómo es posible esto?! – Sus ojos carmesí temblaban de la impresión y el impacto.

-Nosotros tampoco estamos muy seguros, pero es lo que hay... – La preocupación se notaba en el tono fatalista de Sakamoto, todo lo opuesto a su alegría de siempre.

La preocupación y la angustia se sentían en todo el lugar, los cuatro chicos estaban extremadamente preocupados. La atmosfera se sentía pesada, estaba teñida por completo de un tono gris, el gris más deprimente de todos, envolviéndolos y haciéndolos sentirse aún más derrotados y angustiados.

Los cuatro jóvenes se preguntaban cómo es que todo había terminado así, desesperados por entender en qué momento todo empezó a arruinarse, mientras sentían que se hundían más y más en un agujero oscuro.

Un agujero del que tal vez no podrían salir nunca.

-Hey... ¡Por supuesto que sabemos cómo pasó! – Takasugi finalmente estalló, levantándose precipitadamente y azotando las manos contra la mesa - ¡Todo es culpa de ustedes! -.

Departamento J4 - GintamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora