Departamento J4 - Gintama

Capítulo 12.

Cuando se vive con compañeros, la privacidad y el espacio personal son cosas que se ven afectadas, pues prácticamente nunca estás solo. Siempre habrá alguien en casa cuando llegues y de no ser así, no pasará mucho tiempo antes de que alguien se aparezca.

Encontrar un momento a solas podía ser una misión difícil, una que sólo se lograría encerrándose en las cuatro paredes que constituían el dormitorio individual de cada uno. Sí, era difícil tener privacidad, en especial cuando se tenía una relación tan estrecha como la de los jóvenes del departamento J-4.

La amistad de esos cuatro jóvenes se basaba mucho en invadir la privacidad de los demás y robarles mucho de su aire, pero eso no significaba que siempre se veían. Si bien asistían a la misma universidad y vivían en el mismo departamento, dado que todos tenían diferentes horarios, habían ocasiones en las que no se veían en todo el día o hasta la cena, cuando todos terminaban sus actividades.

Normalmente Katsura y Takasugi eran los primeros en salir por las mañanas, pues sus clases empezaban a la misma hora todos los días, sólo por motivos particulares uno se iba del edificio antes que el otro y ese era uno de esos días. Cuando Takasugi salió de su habitación ya preparado para irse, sus compañeros aún estaban durmiendo.

Ese día tenía que reunirse con un profesor para discutir acerca de uno de sus proyectos antes de clases, por lo que tendría que salir más temprano de lo normal. No era algo que le molestara mucho particularmente, pues no acostumbraba desvelarse por las noches, a diferencia de Gintoki, quien por cierto, Shinsuke desconocía si había llegado a dormir pero tampoco era que le importara mucho.

Con la mochila sobre el hombro y sin precaución alguna para evitar el ruido, fue directamente a la cocina y de allí al refrigerador, pues quería al menos beber un bote de yakult al no tener tiempo para desayunar correctamente. Estaba tirando el bote en la basura cuando se topó con el calendario que tenían en la cocina, justo con la fecha del presente día encerrada en rojo.

Era el día del pago de la luz.

Soltando un suspiro, se resignó a sacar su billetera de la mochila y reunir el monto que su recibo marcó. Ya antes sus compañeros y él acordaron que en las ocasiones en las que no recordaran poner cada quien su parte del dinero, uno pagaría la suma total y le cobraría a los demás el mismo día, así que no le quedaba de otra más que dejarles el dinero sobre la mesa.

Antes de irse, se tomó la molestia de escribirles un mensaje en el bloc de notas que tenían en el refrigerador. Ese era el método que siempre usaban para dejarse mensajes.

"Hey Zura, dejo el dinero de la luz en la mesa, ve a pagarla"

Y sabiendo que su responsable amigo leería el mensaje y se encargaría del pago, Takasugi Shinsuke salió de su hogar sin preocupación alguna en su alma.

Tan sólo 15 minutos después de que el de cabellos purpuras se fuera, el chico de largos cabellos negros salió de su habitación rumbo al baño con la intensión de lavarse la cara y terminar de despertar. Salió con su toalla personal sobre los hombros y su mirada se clavó en la puerta de la habitación perteneciente a su amigo Gintoki, preguntándose si había llegado o no en la noche.

Preocupado por su amigo pero sin mucho tiempo para perder, Katsura se dedicó a vestirse y así tener tiempo para preparar su desayuno y el almuerzo para sus amigos, por supuesto, teniendo la precaución de ponerse el delantal amarillo que Sakamoto le regaló la navidad pasada. Sacando los huevos del refrigerador, fue que se encontró con la nota de Takasugi y con tan sólo un vistazo a la mesa, comprobó que el dinero estaba allí.

Katsura pensó en el asunto mientras cocinaba, revisando si tenía espacio en su agenda para realizar el pago. Desafortunadamente no lo tenía.

-Sakamoto, me voy ya – Tocó la puerta de su amigo en cuanto terminó de lavar todos los platos y acomodar todo en la cocina – Tu almuerzo está en la mesa -.