Capítulo 13: Libertad

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- ¿Como vamos a llegar allí? Serán dos horas sin descanso si vamos sin caballos. -musitó Dreak detrás mía, mientras ambos encaminábamos el gran grupo de personas junto al trío.

Suspiré, mientras que hacía a Drogo girar sobre si mismo en los aires del subterráneo, observando a mis subordinados.

- Asculta-ma! Vom ajunge la ziduri pe jos, nu ne putem permite să ne odihnim! Va trebui să ne confruntăm cu titani, dar nu voi lăsa niciunul dintre ei să te atingă!

(¡Oídme! ¡Llegaremos a las murellas a pie, no podemos permitirnos el lujo de descansar! ¡Nos deberemos enfrentar contra titanes, pero no dejare que ni uno os toque!)

Todos asintieron, chillando con ganas.

- ¡Drogo!

Tras mi llamado, el dragón lanzó llamaradas hacia el muro que separaba Dagahra de la superficie.

Usualmente había entrado y salido de aquí por un camino, pero si no íbamos a volver, no tenía la necesidad de hacerlo, y así también agrandaría el camino para que nos fuera más fácil llegar al exterior.

Suspiré, tendiéndole a mi mejor amigo una máscara de piel de dragón.- Te falta esto si no quieres quemarte la cara.

Dreak asintió con la cabeza, mientras agarraba la máscara para ponérsela.

Escuché su risa a través del fuego.

- Sería gracioso que no me quemara el cuerpo pero si la cara. El gran Dreak Dross quemado en una batalla contra Drogo, el último dragón. -canturreó, imaginándose la escena.

Negué con la cabeza escuchando sus tonterías.

- Créeme, la única persona que podría salir viva en una pelea contra Drogo soy yo.

El masculino chasqueó la lengua, enseñando su blanca dentadura.

La criatura rugió hacia el ahora exterior cielo, de acuerdo.

Sonreí de forma leve al ver a todos los dagahrianos con la boca abierta observando el cielo,

Dreak jadeó, sintiendo las nubes cerca de él.

Palmeé la espalda de Drogo, indicándole de que subiera a más altura.

Aún no me debía preocupar por los titanes, hasta unos pocos quilómetros no aparecerían.

Traspasamos las nubes, logrando ver la aurora boreal. Dreak empujó su mano hacia arriba, intentando tocar algo visual, por lo que reí junto a Drogo.

- Eh, ¡no te rías de mi! -exclamó el chico, quitándose la máscara de piel de dragón.

Recordé la primera vez que yo vi aquello, actué de igual manera que él, pero eso era algo que nunca admitiría, por lo tanto él no lo sabría.

- Agárrate fuerte, Dreak. -susurré hacia el chico, mientras empujaba mi cuerpo hacia atrás.

Drogo se dejó caer de espaldas poco a poco, y quise reír por la expresión de terror que Dreak puso, pero me tragué la risa.

Empuje mi cuerpo hacia la derecha, indicando al dragón que empezará a girar sobre sí mismo hacia la derecha, dando vueltas y vueltas mientras caíamos en picado.

Añoraba sentirme así de libre, hacía días que no hacía esto.

El viento golpeaba mi cara, y se sentían como un sin fin de caricias.

Por debajo de las nubes Drogo abrió sus alas, planeando por el cielo.

Giré mi cabeza para ver como Dreak miraba a la nada con los ojos y la boca abiertos de par en par.

- ¿Te ha gustado?

- ¡Ha sido una pasada! -chilló el contrario, casi saltando de Drogo.- Se siente como ser un dragón.

Quise reír ante aquello, tenia razón. Hacer aquello me hacía sentirme libre por un rato, aquella esclavitud en la que me encontraba encerrada por el gran papel que caía en mis hombros desaparecía durante un rato.

- Está muy bien que te llames a ti mismo un dragón, ¿pero sabes volar?

Me puse de pie sobre Drogo, corriendo por su cabeza hasta lanzarme al vacío.

Bajaba en picado, y pude sentir a la criatura seguirme desde unos metros más atrás.

Abrí mi invento de las alas al encontrarme con los dagahrianos junto al trío mirando al cielo. Vaya, me había olvidado de que se encontraban allí.

Ignorándoles, levante la mirada, encontrándome a un Dreak con los ojos bien abiertos.

Había estado retocando y mejorando mi invento durante las noches dentro de los muros, aprovechando de mi insomnio pude sacar tiempo para mejorarlo.

Le enseñé mi mejor sonrisa burlona, girando sobre mi misma para después parar y mirar hacia el frente, encontrándome con árboles y el inicio de un bosque.

Abrí los ojos como platos, mientras que Drogo volaba a más velocidad para rodearme con sus alas y protegerme del impacto.

Varios árboles se destrozaron con el cuerpo del dragón, al igual que todos los demás que nos acompañaban desde el suelo se acercaron corriendo.

Cogí aire antes de empujar mi cuerpo hacia fuera de las plantas que se encontraban encima de mi, mirando contenta hacia Drogo.

- ¡Tío, casi! ¡Esta vez casi nos sale!

El contrario gruñó en respuesta, lanzando su cola hacia mi y barriéndome los pies, provocando que cayera de espaldas.

Sentí los pasos apresurados de alguien mientras me levantaba, y giré mi cabeza para encontrarme con una Hange emocionada casi chillando.

- ¡Es increíble! ¿Está hecho con piel de dragón? ¿Podría probarlo un día?

Sonreí de forma suave hacia la chica de gafas, empezando a explicarle mi invento.

Sonreí de forma suave hacia la chica de gafas, empezando a explicarle mi invento

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MOTHER OF DRAGONS | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora