MOTHER OF DRAGONS | Levi Ackerman

LA LEYENDA DE DAGAHRA

Cielo y tierra se unificarán,
las almas de Dracarys se complacerán
y una nueva esperanza nacerá.

Humano y bestia, juntos por evocar,
mas no ser peor peculiar
los dioses les querrán enterrar.

Ambos milagros se hayan bajo suelo,
donde sus ancestros fueron desterrados
a causa de su anhelo.

Si los quieres encontrar,
el camino muerto del viejo altar
te deberá de guiar.

Todos los niños habidos y por haber crecieron escuchando diferentes cuentos. Pero había uno en particular, que siempre cautivaba a cada una de las personas de la faz de la tierra,
LA LEYENDA DE DAGAHRA.

Se hablaba sobre un lugar escondido debajo de la tierra, en el que habitaban personas, Dagahra. No era como el subterráneo, ni mucho menos. Aquel, era un sitio sagrado, se decía que estaba bendecido por los dioses, que era un lugar intocable, y por ello aún no había sido encontrado.

Se dice que en Dagahra vivían los escogidos por Dios, aquellos que eran impunes a todo. Los primeros hombres en pisar Dagahra eran simples humanos que siglos atrás vivieron dentro de la muralla Sina, y se negaron a acatar las órdenes del rey, iniciando una revuelta debido a su deslealtad a la corona.

Tras aquello, fueron desterrados de los muros y dejados a la suerte del destino. Se dice que fue como si los Dioses hubieran lanzado una moneda, dejando la suerte de aquellos hombre ya echada.

La leyenda se remonta a tantos siglos, que poco a poco se ha ido perdiendo. Todos la conocen, pero apenas se habla de ella.

La leyenda de Dagahra decía que alguna vez hubieron dragones, aquellas criaturas mágicas más increíbles aún que los titanes. Se decía que los hombres más valientes habían intentado matarlos, pero solo los más astutos prefirieron intentar montarlos.

El mito contaba que tras la extinción de los dragones, siendo ellos la única esperanza de la humanidad, los Dioses dejaron una última cosa; el huevo dorado del dragón.

Este no se abriría nunca a no ser que alguien digno de él naciera, alguien residente de las tierras más antiguas, en Dagahra. Mismo motivo por el cual el huevo residía allí, la leyenda decía que las personas que vivían en aquellas tierras eran seres superiores.

No cualquiera podía ser poseedor del último dragón de la faz de la tierra, por lo que solamente una persona sería digna de ello, teniendo el total control sobre sí misma y teniendo un corazón puro.

Claro que aquello era tan solo una leyenda, un mito. Era la historia que se le contaba a los niños pequeños cuando no podían dormir, para que creyeran en que había en algún lugar un pequeño milagro que podría salvar a la humanidad. Se trataba de un cuento que se le explicaba a la gente para que tuvieran algo en lo que creer.

A días exactos ya nadie creía en eso. Pero tal vez la realidad era que la gente de las murallas era demasiado terca como para negarse a sí misma el creer en algo.

ADVERTENCIA

• Está historia puede contener faltas de ortografía, si veis alguna os agradecería que me lo comentarais.

• Puede contener lenguaje vulgar, escenas violentas, problemas mentales, problemas familiares, abuso físico como mental, entre otras cosas que podrían ser de desagrado para algunas personas.

• Los sucesos de esta historia están ambientados un la tercera temporada.

• Está historia es completamente de mi propiedad, al igual que algunos de los personajes y agradecería que nadie me la copiara si es que os parece una buena historia. Obviamente os podéis inspirar en cosas que veáis, eso no me molesta.

• Me encantaría que no fuerais lectores fantasmas y que al menos dierais me gusta a algún capítulo si es que os gusta, ya que eso me anima mucho a continuar escribiendo.

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