MOTHER OF DRAGONS | Levi Ackerman

Capítulo 21: Dos corazones en un mismo ataud

Bostecé con cansancio, sentándome en la mesa de los capitanes y del comandante junto a Dreak,

Sentí la mirada de Levi sobre mi, al igual que su mano acariciando mi muslo interno.

Le miré de soslayo, se encontraba bebiendo té agarrando la taza de una forma rara, sonreí al recordar la historia que me había explicado la noche de antes de ayer de él porque la agarraba de aquella manera.

Por mi parte, agarré la taza de café solo con cuidado, bebiendo más de la mitad de este hasta casi acabármelo, sintiendo mi lengua quemándose.

Pude ver de reojo el ceño del azabache arrugarse por el caliente olor del café, sacándome una leve risa.

El contrario apretó su mano en modo de reproche, refugiando su cara en su taza.

- Cuando acabéis de desayunar id a por los caballos. Nos vemos en las puertas de las murallas.

Al ver como todos iban dejando el comedor poco a poco deje caer mi cabeza sobre la mesa, bostezando de nuevo.

Escuché la suave risa de Levi a mi lado, acercándome a él con su brazo.

Por sus actos supe que ya todos se habían ido, ya que sabía que no era una persona de afecto publico, aunque al levantar la cabeza aún pude ver a algunas personas, por lo que me sorprendí levemente.

- ¿Estas muy cansada?

Gruñí, negando con la cabeza de forma perezosa.

- Deberíamos haber hablado en otro momento. Si estabas cansada, me lo tendrías que haber dicho. -musitó, poniéndose de pie mientras me ayudaba.

No quise decirle nada porque sabía que me obligaría a descansar.

Quería aprovechar el mayor tiempo con él.

Tenía un mal presentimiento desde hacía unos días, por lo que debía aprovechar hasta mis últimos segundos.

(...)

Visualicé a todo mi escuadrón en la parte de la izquierda, no me gustaba que Dreak y mi padre estuvieran en sitios tan separados.

Mientras que Dreak estaba al principio de todo, Roland se encontraba en el extremo más separado de todos.

Aunque ya habían venido algunos titanes y habían practicado un poco, no terminaba de sentirme tranquila.

Por suerte aún no era la búsqueda del titán bestia, esta expedición era solo para practicar un poco con el equipo tridimensional antes de nada.

Me tambaleé sobre el lomo de Drogo, viendo como este empezaba a rugir y a echar las orejas hacia atrás, como si estuviera sufriendo.

- Drogo, eh, tranquilo campeón. -susurré acariciando su piel.

Este continuo comportándose a sí, solo que cada vez moviéndose con más fuerzas provocando que yo me cayera hacia el suelo.

Mi cuerpo se golpeó contra el suelo de forma brusca, aunque por suerte no habían muchos metros de distancia, pero aún así me dolió.

Sentí todo el aire abandonar mi ser y fui incapaz de moverme o de incluso hablar o coger una bocanada de oxígeno.

Giré mis ojos, viendo como la persona más cercana a mí, mi padre, bajaba del caballo para correr a socorrerme, bajo la mirada preocupada de todos.

- ¡El titán bestia!

Pude ver un titán enorme con pelaje, parecido a un simio.

Jadeé al ver que Drogo se acercaba a él, arrodillándose ante él mientras que se golpeaba y arrastraba por el suelo, como si estuviera siendo torturado...