Capítulo 25: Rescate

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Cabalgábamos por fuera de las murallas, y yo solamente alzaba mi cabeza en busca de alguna criatura voladora, aunque lo único que había visto hasta el momento eran simples aves.

Sentía mi boca seca, pues habían pasado muchas horas desde que no había bebido ni una gota de agua.

Mis dedos cosquilleaban, avisándome de que estaban a punto de quedar dormidos, por lo que empecé a moverlos con cuidado.

Un rugido familiar se escuchó por los aires, mientras que los pasos de algún titán, que supuse que era el bestia, de hacían presentes.

Ignore al último.

Giré mi cabeza hacia atrás, viendo a Drogo sobrevolando el cielo de forma baja.

Abrí mi boca con ilusión, y sin aguantar di con el talón tres veces al caballo, para que así aumentara de velocidad.

Rápidamente me puse de pie, ignorando las miradas que me daban los demás.

Me impulsé con el equipo tridimensional, agarrándome con fuerza del dragón.

Subí como pude.

No supe de dónde saqué las fuerzas, ni tampoco como salté tanto, aunque supuse que era por la adrenalina del momento.

- Eh, Drogo. Pequeño soy yo, Katrina Drag-Dracarys. -susurré, acariciándolo con cuidado.

Sus orejas subieron hacia arriba, y pude notar como alzaba su cabeza con atención.

Con cuidado saqué el pañuelo que tenía de mi bolsillo, empezándolo a poner al rededor de los ojos de la criatura.

Así el titán bestia no podría controlarlo.

Lo anudé detrás de sus orejas, llevando mi mano hacia la parte delantera de su cabeza, tocando justo el intermedio de sus ojos, donde estaba la cinta.

- ¿Confías en mí? Tu y yo. Como uno. -musité con cariño.

Alcé mi mirada, observando como el titán bestia intentaba controlar a Drogo, siendo incapaz.

Al parecer le enfado aquello, por lo que empezó a tirar piedras en contra nuestra.

Giré mi cuerpo para la derecha, mientras que Drogo volaba dependiendo de cómo yo le indicara, girando hacia la derecha, esquivando la roca gigante.

- ¡Sí! ¡Esa es mi amiga hijo de perra!

La voz de Dreak llegó a mis oídos, sacándome una sonrisa con arrogancia, volando a una velocidad sobrenatural por el cielo y esquivando todo los ataques.

Chillé con rabia, llegando al titán bestia y viendo como Drogo empezaba a lanzar llamas hacia este.

Supe que estaba actuando de forma rápida por venganza, pero no podía evitarlo, quería que el titán bestia sufriera, quería matarle.

Como dije, todos los que se atrevieran a tocar a mi gente, moriría.

Me encargaría de cumplir mi palabra.

Y moriría si hacía falta.

La repentina mano quemada y a sangre viva del titán bestia agarró la cola de Drogo, quien ronroneó com dolor, siendo lanzado lejos.

Me sentí cayendo por el aire, separándome de mi dragón sin poder evitarlo.

- ¡Drogo!

El dragón giró su cuerpo con mi chillido, empujando sus alas con fuerza hasta llegar hacia mi y envolverme entre ellas, evitando una caída mortal.

Sentí las alas de mi dragón desenvolverme tras la caída, encontrándome a decenas de titanes acercándose, siendo ordenados por el titán bestia, quien no tardó en salir corriendo, supuse que en busca de algún lago para evitar morir ardiendo.

MOTHER OF DRAGONS | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora