Capítulo 14: Buena líder

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Katrina bostezó con cansancio, recargando su cabeza en el cielo de Drogo escuchando los halagos de parte de Dreak junto a Hange.

- ¡Ti-titanes!

La chica levantó corriendo su cabeza, encontrándose con tres titanes de pequeño tamaño acercándose de forma rápida.

- Drogo. -bramó con rudeza, haciendo que la criatura empezara a correr mientras emprendí vuelo hacia los tres titanoides.

Codee hacia Dreak, indicándole que se pusiera la máscara si no quería quemarse toda la cara.

Por mucho que según él se quedaría sexy con la cara quemada, no creo que eso sea muy atractivo.

Las llamaradas empezaron a salir de la boca del dragón, quemando rápidamente a los titanes hasta que quedaron simples cenizas.

El chico se rió, enseñando el dedo del medio.

- ¡Tomad eso hijos de puta!

Quise golpear al chico en la cabeza al contemplar como su estupidez parecía aumentar por momentos fuera de nuestra ciudad subterránea.

Pero simplemente inspire, con esperanzas de ganar la suficiente paciencia para aguantarle aunque fueran unas horas más.

(...)

Sentí la sudor caer por mi frente.

Dreak hacía rato que había bajado de Drogo, siendo incapaz de aguantar más la calor de las llamaradas del dragón.

Por mi parte, el fuego me embriagaba y me abrigaba, pero tener que matar a todos los titanes que se me cruzaban me estaba empezando a cansar.

Pude apreciar como un bosque ya conocido se hacía presente, y sonreí desde los aires con ganas.

- ¡Pasado este bosque están las murallas! ¡Aguantad un poco más, confío en vosotros!

Mis noticias parecieron alegrar a la mayoría, pues no dudaron en empezar a correr hacia el bosque como si este fuera la salida de todo.

Abrí los ojos al ver como unos titanes se aproximaban. No podía quemarlos, pues junto a los titanes quemaría toda la vegetación del bosque, junto con mis aldeanos.

- Erwin, casi una decena de titanes se aproxima, ¿podríais matarlos? -pedí, intentando no parecer desesperada por la supervivencia de mi familia.

El nombrado asintió, saltando por los aires junto a los dos capitanes con su equipo tridimensional hacia los árboles.

Me arrepentí casi instantáneamente de no haberme cogido el mío. Tenía tanta prisa que apenas había podido coger mi espada.

Suspiré, llegando al suelo y aprovechando a descansar junto a los dagahrianos que no se habían hechando a correr al escucharme hacia los bosques.

- Mi capitana, ¿se encuentra bien?

Sonreí de forma leve hacia la mujer, asintiendo con la cabeza.

- ¿Vosotros os encontráis bien? -pregunté hacia todos.

Pude ver como un recluta se acercaba a mi, Travo, al parecer estaba muy conmovido por todo lo que estaba ocurriendo.

- Sí, por fin seremos libres.

Giré mi cabeza al oír como alguien caía al suelo, y me encontré con un niño que tendría doce años exhausto.

No tarde en agacharme, acariciándole el pelo.

- Eh, eh, Toren, ¿estás bien?

El niño simplemente mantuvo la cabeza baja, inspirando e inhalando aire con fuerzas. Lleve mi mano a su mandíbula, tirando de su barbilla para levantarle la cabeza y que me mirara.

MOTHER OF DRAGONS | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora