Gavi
—¡Mamá que voy a llegar tarde y no quiero más broncas!
Estaba a punto de salir por la puerta de casa para ir a entrenar y justo mi madre empieza a llamarme. Me encaminé al salón donde se encontraba ella con sus típicas gafas leyendo un libro tranquilamente. Al verme, cerró su libro, retiró las gafas y me miró juntando sus manos en su regazo.
—¿Luna estaba sola estos días en casa? —cuestionó de forma muy seria. Me dio miedo.
—Sí, hasta pasado mañana... ¿Por qué?
No la iba a decir que realmente sola no está pero que su hermano duerme con su novia. Hay cosas que a los padres es mejor no contar.
—Dila que venga hoy a cenar, quiero conocerla —propuso con una sonrisa.
Uy. Dios. Mío.
Mi madre nunca me ha dicho de traer a una chica a cenar, o sea, ha conocido a alguna de "hola qué tal" y ya, pero no de que viniesen a cenar. No con mis padres presentes. No de cena oficial.
—Creo que no es el momento, pero sí, se lo digo. Me voy, mamá
Dije rápidamente para salir corriendo de allí. No porque no quisiese que Luna venga, que me haría mucha ilusión en verdad, si no porque llegaba tarde y no quería que Luis me echase otra bronca. Además me tocaba pasillo. Genial.
Me monté en el coche de Pedri, que condujo como si no hubiese mañana y llegamos a tiempo al entrenamiento. Es más, llegamos de los primeros, sorprendentemente.
Fuimos a los vestuarios a cambiarnos y prepararnos para saltar al césped a entrenar. Les dije a Pedri y a Ansu la idea que tenía mi madre de esta noche, de la cena.
—¿Creéis que dirá que sí? —cuestioné moviendo mis manos rápidamente para que entrasen un poco en calor.
—Estáis hasta las trancas, tío —soltó Pedri—. Claro que dirá que sí
—A no ser que la espantes antes —comentó Ansu en broma.
—Gracias por los ánimos, hermano —dije riéndome.
Tras unos minutos, estábamos ya todos en el campo. La que llegó tarde fue Lu, que iba acompañada de su mejor amiga la cual se quedó en las gradas.
Miré a la morena de arriba abajo, la sonreí y la guiñe un ojo. Todo la quedaba bien. Iba con unos leggins deportivos negros y un abrigo acolchado marrón clarito. La quedaba genial.
Aún sigo sin asimilar que aceptase salir conmigo y que sintiese de verdad lo que dijo. Ahora mismo podría ser perfectamente el chico más afortunado del mundo, con una chica que es perfecta. Y sí, Pedri va a tener razón con que estoy coladito por ella, pero es que... ¿La habéis visto?
Con su típica coleta o moño despeinado bajo, depende cómo la de el día. Con sus ojos azules que me tenían engatusado. Su cuerpo perfecto y definido que deja claramente entender que antes iba al gimnasio, ahora no sé si irá, seguramente tenga uno en su casa. Es perfecta y era mía.
—¡TODOS AQUÍ YA! —gritó mi chica.
Fruncí mi ceño ante su aparente enfado repentino. Ah, pero hay algo detrás de ese enfado, está conteniendo que la sonrisa saliese.
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INEFABLE; p.gavi
Fanfiction-Es que... es algo tan inefable. -Sabes que es la única persona que ha conseguido romper tus barreras, ¿no? -Lo sé, por eso tengo miedo. *NO SE ADMITEN COPIAS, PLAGIOS...*