Gavi maldijo por lo bajo, literalmente invocando a Satanás de la forma más silenciosa jamás vista. Aunque el beso se cortó, no se alejó al descolgar la llamada, seguía con una mano en mi cintura y la otra con su móvil en la oreja.
—¿Qué? —sonó bastante molesto mirando a otro lado. Casi se me escapa una carcajada cuando volvió a posicionar sus ojos en mi seriamente. Me tapé la boca como si hubiese un candado y tiré la llave imaginaria al río.
Por mucho que pusiese el oído, no conseguía escuchar nada, yo creo que me está pasando por pensar en lo que estaba sucediendo antes de que el queridísimo defensa interrumpiese.
—¿Y no tenías otro momento, Eric? —el andaluz se alejó frustrado.
Por mi parte, mientras él hablaba mirándome, saqué mi móvil y abrí instagram. Sabía que me estaban llegando notificaciones desde que finalizó el partido, es normal, pero no me esperaba encontrarme a mí misma con esto. Era una foto de Gavi. No una foto cualquiera, no, una foto del partido. ¿Os acordáis cuando metió gol? Sí, sí. ¿Cuándo me miro, me sonrío, se giró a una de las cámaras? Vale, pues yo tampoco me lo creo. No. O sea, ¿Gavi, qué narices?
La verdad es que ya no podía contener la sonrisa tonta que se me escapaba alguna vez cuando hablaba con él o me contaban algo de él. ¿Así que por eso me estaban llegando más notificaciones de lo habitual? ¿Más mensajes incluso de los jugadores no convocados con los que me llevaba bastante? Di me gusta a las publicaciones, tanto en las que estaba etiquetada yo con respecto al partido en general como en las de la foto.
El andaluz volvió pasándose las manos por el pelo, frustrado. Cuando abrió la boca para decir algo, la cerró rápidamente al mostrarle esa foto desde mi móvil. ¿Ahora estaba nervioso? Este chico tiene más cambios de humor que yo cuando estoy en mis días.
—Es de.... "L" de... eehh...
—¿"L" de... —cuestioné levantando mis cejas y haciendo un gesto con mi cabeza para que continuase.
Perdonadme, no me juzguéis, pero internamente me lo estoy pasando un poquito bien con esto, por una vez parece que es él quién no tiene palabras.
—"L" de... —se paró nuevamente y casi al instante algo pareció hacerle click en la cabeza.— "L" de la gran fiesta que nos estamos perdiendo y a la que vamos a ir ahora. ¡Taxi!
Guardé mi móvil cuando el taxi paró justo a nuestro lado esperando a que nos subiésemos, encima la suerte le acompaña. Primero pasé yo y luego él, le di la dirección de la fiesta porque claro, solo yo sabía hablar francés y Gavi ni si quiera se creía que había conseguido evitar mi pregunta, por eso estaba que no quería hablar.
—Me haré la tonta y como que no he visto nada. —le dije acomodándome en el asiento.
—Muy bien, Lunita. Tú no has visto nada y yo no he hecho nada. —estoy casi segura de que se estaba autoconvenciendo.
Llegamos a la fiesta. Era una discoteca muy famosa de aquí, mi hermano gracias a contactos conocía al dueño por lo que nuevamente conseguir una zona de reservado a un par de horas de abrir no fue nada complicado.
Entramos acompañados de un portero muy alto y grande, parecía de película. Llevaba traje negro, el auricular del mismo color e incluso iba masticando un chicle con aires de superioridad y seguridad en él mismo. Nos dejó a ambos justo a la entrada de lo que parecía ser otra sala, pegada a la barra donde se encontraba toda la gente ya con algo más de alcohol en el cuerpo.
Gavi localizó a nuestro grupo entre más gente que estaba aquí y fuimos con ellos. Le di la mano para no perderme porque aunque fuese la zona vip, os prometo que estaba llenísima y la mayoría de las personas se encontraban de pie y bailando.
ESTÁS LEYENDO
INEFABLE; p.gavi
Fanfic-Es que... es algo tan inefable. -Sabes que es la única persona que ha conseguido romper tus barreras, ¿no? -Lo sé, por eso tengo miedo. *NO SE ADMITEN COPIAS, PLAGIOS...*