𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒆𝒆𝒏

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Bueno bueno bueno... No tengo palabras para este capítulo, son como muchas emociones....
A LEER!!!! :)) <3

Luna

—¡¿Qué habéis hecho qué?!

El café salió como un aspersor de mi boca cuando Claudia llamó la atención de todo el Starbucks con solo decir esa pregunta en alto. No esperaba esa reacción.

—Perdón —dijo mirando a todos lados con una sonrisa inocente y centrándose en mi nuevamente exigiendome explicaciones.

Habíamos quedado para desayunar ya que últimamente andábamos muy liadas las dos. Ella preparándose para comenzar la carrera de diseño y yo con todo lo del contrato y aceptar entrevistas por un lado, promociones, sesiones.... El único rato en el que podíamos estar las dos y estábamos libres, era este.

—Me llevó a su casa —comencé.

—Y... —me interrumpió

—Estábamos viendo una película y yo me quedé dormida, luego comenzamos a picarnos el uno al otro, la situación se puso tensa y...

—¿Qué tal? ¿Estuviste cómoda? ¿Cómo te sentiste? —cuestionó acelerada sin dejarme terminar.

—Muy bien. Estuve cómoda y me sentí bastante... agusto, la verdad. Nos entendimos a la perfección

—Es que hacéis tan buena pareja

—No es para tanto —resté importancia al asunto porque esto era algo natural. ¿No?

Es decir, sé que la conexión que encontré con Gavi ayer en el ámbito sexual para ser la primera vez que lo hicimos, no estaba nada mal. Estaba muy bien, en realidad. Hay una cosa que yo siempre tengo presente y he podido comprobar con la única relación que tuve que para mi no fue lo mismo que para la otra persona.

Os hablo de Joan, un chico del instituto. Nos llevábamos bien pero todo comenzó desde el ámbito sexual. A pesar de que él acabase antes que yo y cuando él me hacía algo fingía alguna vez... nos entendíamos lo suficiente para darnos placer lo justo y necesario. Luego a la hora de hablar...

Yo era muy cerrada, no contaba nada en comparación a lo que me contaba él. Siempre me exigía que confiase en él pero por algún motivo no me salía.

A lo que voy es que muchas veces pasa que tienes conexión con una persona en un ámbito y el otro puede que no. Es como una balanza, a veces uno tiene más peso que el otro y eso hace que la relación vaya a pique. Pasa igual con las amistades; cuando en la balanza el nivel de estar siempre para pasarlo bien está muy alto y cuando hay malas rachas, esa zona está abajo.

Desde mi punto de vista, en todo tipo de relaciones debe haber un cincuenta cincuenta. Es muy complicado, pero de momento con Gavi hay un sesenta cuarenta probablemente.

Quiero decir, nos comunicamos a la perfección y ayer nos entendimos sin problemas teniendo en cuenta que fue la primera vez. Con respecto a los porcentajes es que al fin y al cabo hablamos más y eso también se notó ayer aunque no lo creáis.

—Eh... —Claudia parecía tener miedo con lo que iba a decir a continuación— ¿Le has hablado de tu padre? ¿O contado lo de Violeta?

Di un largo sorbo al café y hablé.— De mi padre sí, de Violeta... No ha vuelto a salir ese tema.

—¿Qué sientes por él?

La conversación se tornó a un nivel serio pero me gustaba. Con Claudia pasaba eso, podíamos estar hablando de algo emocionante y llevarlo a ese ámbito en el que te paras a pensar las cosas para no estar en las nubes. Se lo confirmé a mi padre el otro día, pero hacerlo con Claudia era pasar el detector de mejor amiga y tenía más miedo. Ya sabéis, ese visto bueno que dan tus amigas que aunque sea en broma, te importa casi más que el de otras personas.

INEFABLE; p.gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora