𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒘𝒆𝒏𝒕𝒚

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Huolaaa!!! Qué tal lleváis el verano?? Quería pediros perdón por tardar tanto en actualizar, estoy desconectando bastante porque lo necesitaba. Además, me estaba costando un poco seguir con la historia porque me había bloqueado, por eso, si tardo más en actualizar es porque me lo estoy tomando con más calma. Ahora sí, a disfrutar! Gracias por entenderlo :) <3


¡Ay! ¡Sevilla, Sevilla! Qué bonita eres y qué vergüenza me has hecho pasar al ver toda la familia de Pablo esperando en el aeropuerto aunque no nos hemos parado mucho a hablar con ellos. Teníamos prisa por llegar al hotel y dejar las cosas e intentar descansar un poco para el partido. Teniendo en cuenta que había muchísima gente.

— Perdón por mi abuela, es un poco... intensa

Solté una carcajada mientras me quitaba el abrigo. Aunque estemos en el sur, hace bastante frío.

— Pablo, tus tíos han sido un amor y tu abuela también. —me acerqué a él para darle un corto beso que aceptó gustosamente.

— Me gusta verte sonreír. —soltó cuando me aparté con una boba sonrisa.

Eso conseguía Pablo siempre. Me sacaba una sonrisa y yo apenas me daba cuenta de ella a no ser que alguien me lo dijera.

— Me está costando que salga estos días. —confesé.

Y era verdad. Claramente no está siendo para nada fácil esto, estoy haciendo cosas porque sé que es lo que mi padre querría y eso es lo único que me anima a hacerlas. Sigo queriendo creer que no es verdad, pero la vida es una realidad que te pega millones de bofetadas, una tras otra.

Pablo se sentó en el borde de la cama, agarrando mi mano haciendo que me sentase a horcajadas sobre él mientras deslizaba sus manos a mi cintura.

— Lo estás haciendo muy bien, menguante. —dijo sin apartar su mirada de mi.

Acepté su beso cuando se acercó. Me encantaba tenerlo a mi lado, que me acariciase... me encantaba Pablo. Os podría confesar que estoy empezando a quererlo. ¿Es pronto para sentirlo? La verdad es que no lo sé. A veces el tiempo es tan inefable que no te das cuenta de cómo pasa.

Cuando mis labios rozan los suyos, me hacen viajar a un mundo que no existe. Hace que me olvide de todo lo que me rodea, hasta logra derretirme.

Sí, es verdad que no ha sido dificil que lograse abrirme con él. Siendo sincera, me sorprende la rapidez con la que quería contarle todo de mi. ¿Da miedo?Sí, pero voy a dejarme llevar.

Me separé muy a mi pesar de sus preciosos labios y sonreí como una tonta.

— ¿Lado derecho o izquierdo?

Lo siento, pero es una pregunta muy importante a tener en cuenta. La vez que dormimos juntos, no es que hubiésemos dormido como tal y con lo cansados que estábamos siempre, no había pronunciado esa pregunta.

— El lado más cercano a la puerta

— O sea, el izquierdo —encarné mi ceja derecha antes de que me diese la vuelta logrando tumbarnos en la cama y quedase encima de mi.

— Sí, pero... —comenzó a dejar besos por mi cuello.

— No vamos a hacer nada, Gavira —negué aguantándome la risa cuando puso morritos.

INEFABLE; p.gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora