Luego de un par de horas, ambos llegaron a la entrada de una casa hogareña. La luz de la luna llena iluminaba el lugar al igual que algunos focos en el camino; estos dejaban ver un jardín enorme y lleno de flores que la hacían lucir aún más bonita.
- ¿Dónde estamos? - preguntó abriendo los ojos con asombro.
Charly sonrió volteando su cabeza para mirar su rostro. Quizá era su inocencia; sus ojitos llenos de vida; su sonrisa de asombro o simplemente su carita, pero algo había en Yeimy, algo que desde el primer momento lo atrapó por completo.
- ¿Te gusta?
- Es preciosa, Charly.
- Es mi casa de verano... Bueno, de mis papás - corrigió con una sonrisa nerviosa. - Que por cierto, nos están esperando ahí dentro.
El rostro de la chica se llenó de espanto.
- Pero Charly, estoy llena de barro y me tengo que ir ya si quiero llegar a la finca para mi fiesta.
- Todo a su tiempo princesa - sonrió dulcemente.
Al entrar, a Yeimy se le iluminaron los ojos al ver lo bonita que estaba la casa; con tonos cálidos y su forma rústica hacía que lo que había visto allí afuera se quedara chiquito con lo bella que se veía por dentro. Charly la tomó de la mano y la llevó hacia la sala para encontrarse con los papás de este.
- ¡Yeimy! - sonrieron ambos padres.
- Que bueno verte niña - sonrió Ligia.
- Buenas noches - sonrió ella apenada.
- Pero, ¿qué les pasó? - preguntó Alcides con preocupación mientras caminaba hacia ellos.
- Ah, si - se apresuró a decir Charly. - Nos caímos en el barro, y... Otra cosa pa - sonrió angelicalmente dando a entender que había hecho una cagada.
- ¿Qué hiciste Carlos Cruz? - preguntó con el rostro serio.
- El carro - sonrió. - Se quedó allá; se empezó a hundir y no lo pudimos sacar.
Alcides dejó salir un suspiro pesado y comenzó a negar con la cabeza.
- Es que vos no aprendés mijo, vas a tener que reponerlo vos Charly - advirtió con un dedo.
- Está bien, yo lo hago - asintió.
- Bueno, vayan a cambiarse - sonrió Ligia.
- Justo de eso quería hablar yo - contestó Yeimy. - ¿Será qué me presta un celular? Necesito llamar a mis papás para que me vengan a buscar, seguramente me maten por no llegar a la fiesta.
- ¿No le dijiste hijo? - sonrió Ligia.
Yeimy frunció el ceño mientras miraba a Charly.
- ¿Qué cosa? - preguntó finalmente.
Charly sonrió.
- Vení - dijo él mientras le tomaba la mano.
Juntos subieron las escaleras para ingresar a la primera habitación que había allí. Sobre la cama había un vestido negro; una caja con unos tacones negros y todo lo necesario para que ella pudiera prepararse.
- ¿Y esto? - preguntó sorprendida.
- Estaba todo planeado - sonrió él. - Con tus papás cuadramos en que te vestías acá porque iba a convencerte de que yo era el indicado para vos en el camino, el amor de tu vida - volvió a sonreír contagiando a esta y luego la tomó por la cintura.
- Uy, que mal te salió - se burló.
Charly entrecerró los ojos.
- ¿Todo estaba planeado? - alzó las cejas con una sonrisa cerrada.
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Somos vos y yo
Fiksi PenggemarEra una fiesta normal para los amigos hasta que un horrible incidente ocurrió, siendo el detonante para las horribles cosas que le esperaban...