19- Algo cambió.

579 47 24
                                    

Al abrir la puerta se llevó la sorpresa de que no era Sebas quién tocaba, sino Charly.

- Buenas noches - dijo en un tono algo decaído.

-  ¿Pasó algo? - frunció el ceño.

- Quería ver cómo seguías, pero veo que bien - sonrió falsamente.

- ¿De qué hablás? - preguntó con el ceño fruncido y algo de confusión.

- Nada, que vi a Sebastián marcharse.

- ¿Y eso a vos qué te importa? - alzó las cejas con un poco de autoridad.

- Voy a ver a mis hijos - susurró. - Si puedo, ¿o no? - alzó las cejas.

Ella le concedió la entrada mientras suspiraba. Juntos se adentraron a la sala, dónde se encontraban los pequeños esperando a Yeimy junto a sus abuelos. Como de costumbre, ellos recibieron a Charly de la mejor manera; mientras que Genaro y Manuela lo observaban seriamente. Si bien conocían la historia de pies a cabeza y sabían que Charly ahora estaba en contacto con los niños, aún no perdonaban el cómo había decidido dejar a su hija, mucho menos el dolor que le había causado.

- Hola - saludó un poco nervioso.

- Hija, nosotros ya nos vamos - informó Genaro un tanto serio.

Yeimy asintió lentamente y luego los acompañó hacia la puerta. Al volver, Charly seguía parado junto a los niños.

- Creo que aún no me pueden perdonar - comentó para alivianar la situación.

- Pues no - negó con la cabeza.

- Me lo gané...

- Pero bueno, acá el tema no es ese - alzó las cejas y miró a los niños.

Él asintió. Al pasar el rato, Charly los hizo sentir un poco mejor tras la despedida de Sebastián y poco a poco comenzaron a reír nuevamente. Decidieron mirar una película los cuatro mientras se hacía más tarde. Charly, tenía en su cabeza aún el trato que tenía con Gema y prefería seguir cumpliendo con su parte ya que Gema había dejado de salir en las noches y tampoco había vuelto a beber en la casa.

- Vane tiene mucha suerte de tener un papá cómo vos - confesó Erick, quién se encontraba acurrucado entre los brazos de Charly en el sofá.

Yeimy, quien tenía a Mateo en sus brazos en la otra esquina del sofá; sonrió, al igual que Charly.

- Yo quería que Sebas fuera mi papá - agregó Mateo mirando la tele.

Charly arqueó sus labios hacia abajo; Yeimy lo observó y no pudo sentir un poco de tristeza por él.

- Pero vos sos más bacano Charly porque sos  cantante cómo mi mamá. Sería muy chévere tener un papá cómo vos - prosiguió aún sin mirarlo.

Charly volvió a sonreír al igual que Yeimy.

El celular de Yeimy sonó y ambos adultos se miraron rápidamente. Mateo contestó instantáneamente sin dejar tiempo para que Yeimy lo detuviera.

- Hola mita - sonrió él, con gran felicidad.

- ¿Es la abuela Carmenza? - sonrió Erick, acercándose hacia su mamá y su hermano.

Mateo asintió.

- Ok - sonrió Mateo. - Quiere hablar con vos ma.

Yeimy tomó el celular y se alejó por un momento. Al poco tiempo regresó hacia la sala.

- Dice que en unos días regresa - sonrió.

- ¡Al fin! - sonrió Mateo.

- ¿Va a venir con Álvaro? - preguntó Erick también sonriendo.

Somos vos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora