Al abrir la puerta se llevó la sorpresa de que no era Sebas quién tocaba, sino Charly.
- Buenas noches - dijo en un tono algo decaído.
- ¿Pasó algo? - frunció el ceño.
- Quería ver cómo seguías, pero veo que bien - sonrió falsamente.
- ¿De qué hablás? - preguntó con el ceño fruncido y algo de confusión.
- Nada, que vi a Sebastián marcharse.
- ¿Y eso a vos qué te importa? - alzó las cejas con un poco de autoridad.
- Voy a ver a mis hijos - susurró. - Si puedo, ¿o no? - alzó las cejas.
Ella le concedió la entrada mientras suspiraba. Juntos se adentraron a la sala, dónde se encontraban los pequeños esperando a Yeimy junto a sus abuelos. Como de costumbre, ellos recibieron a Charly de la mejor manera; mientras que Genaro y Manuela lo observaban seriamente. Si bien conocían la historia de pies a cabeza y sabían que Charly ahora estaba en contacto con los niños, aún no perdonaban el cómo había decidido dejar a su hija, mucho menos el dolor que le había causado.
- Hola - saludó un poco nervioso.
- Hija, nosotros ya nos vamos - informó Genaro un tanto serio.
Yeimy asintió lentamente y luego los acompañó hacia la puerta. Al volver, Charly seguía parado junto a los niños.
- Creo que aún no me pueden perdonar - comentó para alivianar la situación.
- Pues no - negó con la cabeza.
- Me lo gané...
- Pero bueno, acá el tema no es ese - alzó las cejas y miró a los niños.
Él asintió. Al pasar el rato, Charly los hizo sentir un poco mejor tras la despedida de Sebastián y poco a poco comenzaron a reír nuevamente. Decidieron mirar una película los cuatro mientras se hacía más tarde. Charly, tenía en su cabeza aún el trato que tenía con Gema y prefería seguir cumpliendo con su parte ya que Gema había dejado de salir en las noches y tampoco había vuelto a beber en la casa.
- Vane tiene mucha suerte de tener un papá cómo vos - confesó Erick, quién se encontraba acurrucado entre los brazos de Charly en el sofá.
Yeimy, quien tenía a Mateo en sus brazos en la otra esquina del sofá; sonrió, al igual que Charly.
- Yo quería que Sebas fuera mi papá - agregó Mateo mirando la tele.
Charly arqueó sus labios hacia abajo; Yeimy lo observó y no pudo sentir un poco de tristeza por él.
- Pero vos sos más bacano Charly porque sos cantante cómo mi mamá. Sería muy chévere tener un papá cómo vos - prosiguió aún sin mirarlo.
Charly volvió a sonreír al igual que Yeimy.
El celular de Yeimy sonó y ambos adultos se miraron rápidamente. Mateo contestó instantáneamente sin dejar tiempo para que Yeimy lo detuviera.
- Hola mita - sonrió él, con gran felicidad.
- ¿Es la abuela Carmenza? - sonrió Erick, acercándose hacia su mamá y su hermano.
Mateo asintió.
- Ok - sonrió Mateo. - Quiere hablar con vos ma.
Yeimy tomó el celular y se alejó por un momento. Al poco tiempo regresó hacia la sala.
- Dice que en unos días regresa - sonrió.
- ¡Al fin! - sonrió Mateo.
- ¿Va a venir con Álvaro? - preguntó Erick también sonriendo.
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Somos vos y yo
Fiksi PenggemarEra una fiesta normal para los amigos hasta que un horrible incidente ocurrió, siendo el detonante para las horribles cosas que le esperaban...