Cuando Charly subió hacia la habitación, oyó cómo el agua de la ducha caía; mordió su labio inferior al ver que la puerta del baño estaba entreabierta. Ingresó lentamente con una ceja alzada y una media sonrisa, Yeimy estaba deslizando una esponja por su cuerpo mientras el agua caía por su cuerpo - Vení te ayudo - susurró, haciendo que ella se diera la vuelta con un poco de sorpresa; al encontrar sus miradas, sonrieron.
- ¿Sabés qué hay una regla qué dice que el baño no se comparte? - expresó con una ceja alzada.
Mordiendo su labio inferior y mostrando una sonrisa contestó: - ¿Vos sabés qué yo soy experto rompiendo las reglas? - dio un paso hacia atrás y sus ojos se desviaron para observarla completa; dejó salir un suspiro y volvió a subir su mirada a sus ojos nuevamente.
Ese simple gesto hizo que sintiera un cosquilleo en su interior, cómo si con sólo una mirada Charly pudiera desarmarla por completo. Ladeó su cabeza y sonrió, con su mano derecha le cedió la esponja; este la tomó gustoso para luego comenzar a dar suaves caricias con ella sobre su piel -. Si, me di cuenta - susurró Yeimy, con la mirada puesta en sus ojos azules, contestando a su pregunta.
Charly apartó el cabello de Yeimy hacia detrás de su espalda para poder pasar la esponja en su hombro con tal delicadeza, cómo si se tratara de algo absolutamente frágil; ella se acercó a sus labios para dejarle un tierno y corto beso. Luego de un rato dónde se la pasaron consintiendose bajo el agua de la ducha, ambos salieron del baño envueltos en unas toallas. Charly observó con un poco de interés al ver cómo Yeimy se sentaba en la cama para poder secar su cabello con el secador - ¿Te ayudo? - ella lo observó con el ceño fruncido y una sonrisa - ¿Qué? - preguntó alzando las cejas - Le he arreglado el cabello a Vanesa toda la vida - comentó con una sonrisa.
Yeimy alzó las cejas - No pues, si estás seguro... Hacele - accedió, hundiéndose de hombros.
Él se sujetó la toalla que tenía alrededor de su cintura para subirse a la cama y ponerse detrás de ella - Noto... Cierta desconfianza - susurró en su oído.
Ella sonrió - No amor, si vos estás seguro, yo te creo. Eso si, si mi cabello sufre consecuencias me las vas a pagar - dijo con cierto tono amenazante mientras le pasaba su secador con la mano.
- Más te vale que no me ofendás porque el que tiene el arma mortal en sus manos soy yo - dijo mientras prendía el secador y ella rió cómo respuesta a su "amenaza". Charly comenzó a secar el cabello con cuidado, en silencio, sólo disfrutando del rato. En cuanto acabó con el secado, comenzó a pasar la plancha por el cabello, con mucha concentración en lo que estaba haciendo.
Yeimy cerró los ojos, disfrutando del momento; él acercó su rostro al suyo y le dejó un suave beso en la sien para después seguir alisando el cabello. Ella sonrió y mordió sus labios - ¿Te pensaste estar así algún día?
- Muchas veces - confesó rápidamente mientras seguía con su trabajo de estilista - Siempre imaginé estar así con vos... Cada pequeño momento para mí es especial y más con nuestros hijos.
- Entonces, ¿hice esto por nada? - preguntó sonriente.
- No, no - negó con la cabeza - Un ratico a solas no está mal, no te confundás. Tener tu atención sólo para mí aunque sea una noche... - susurró sobre su cuello, haciendo que su piel se erizara -. ¿Ah? - alzó las cejas, observando lo que causaba en ella.
- Es por el frío - mintió con una sonrisa.
- Mirá que mentirosa resultaste - dijo con las cejas alzadas. Ella rió, negando con la cabeza y mordiendo sus labios; ambos se sentían en paz estando juntos y ese sentimiento simplemente no lo habían experimentado absolutamente con nadie más en sus vidas. Bajó su cabeza y dejó un beso en su hombro desnudo - Listo - avisó en un tono dulce cuando estuvo completamente liso.
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Somos vos y yo
Fiksi PenggemarEra una fiesta normal para los amigos hasta que un horrible incidente ocurrió, siendo el detonante para las horribles cosas que le esperaban...