Parte 20 Una chica pequeña, débil e indefensa

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¡Hola nuevamente, amigos lectores!

Acá les traigo un capítulo más de esta historia.

Este capítulo iba a ser ya el penúltimo, pero me quedó demasiado largo y tuve que dividirlo.

Agradezco mucho que estén al pendiente de las actualizaciones. Procuraré subir lo que falta en los próximos días.

Los personajes e imágenes utilizadas son propiedad de Rumiko Takahashi y la historia está escrita sin fines de lucro.

- Oye, Shampoo –dijo Daisuke- de verdad, ¿no hay otra forma de sacarle dinero a Saotome?

- A ver –dijo Shampoo- ¿tienes alguna otra idea?

- Bueno y si me dejas pensar un poco más... quizás se me ocurra otra cosa.

- No, ya no tenemos tiempo: hay que hacerlo cuanto antes.

- Pero, es que...

- ¡Decídete de una buena vez! –dijo Shampoo, muy molesta-.

Daisuke inclinó el rostro y se rascó la nuca un poco nervioso:

- Bueno, ¿qué más da? –dijo resignado- voy a tener que arriesgarme.

Shampoo sonrió satisfecha y después, Daisuke volvió a decirle:

- Oye y... ¿no tienes alguna fotografía de esa chica?

- Ay, Daisuke, han salido varias en los periódicos.

- Sí, pero, últimamente no he comprado ni leído los periódicos... sólo escuché por ahí del compromiso de Saotome, pero, realmente no he visto cómo es su prometida.

Shampoo fue rápidamente a traer el último periódico que había comprado y se lo entregó:

- Es ella... una tal Akane Tendo –dijo, con desprecio-.

- ¡Vaya! –dijo Daisuke, muy sorprendido- es muy hermosa: veo que Saotome tiene muy buen gusto... ¡no es para menos que quiera casarse con una chica como ésta!

Shampoo se enfureció. Le arrebató el periódico, lo enrolló y le pegó con él en la cabeza:

- ¡Oye! –dijo Daisuke, adolorido, tocando su cabeza-.

- ¡No te pedí tu opinión sobre ella!... además, yo no le veo nada del otro mundo.

- Pero, ¿qué dices? esa chica debe ser una modelo de revista... lo extraño es que no la haya visto antes... ¿cómo es posible siendo tan bella?

Shampoo volvió a pegarle, sólo que ahora en uno de sus hombros y él le dijo:

- ¡Bueno, está bien, no te enojes!... veré que puedo hacer, porque no es tan sencillo secuestrar a alguien... hay que averiguar dónde vive, qué lugares frecuenta...

- ¡Pues, entonces, empieza a hacerlo ya!

- Pero, creo que voy a necesitar ayuda.

- ¿A qué te refieres?

- Voy a hablarles a unos amigos para que me apoyen con esto.

- Pero, ¿son de confianza?

- Claro que sí... son unos compañeros que tuve en la secundaria... tú no los conoces porque ellos se fueron a estudiar a otra escuela cuando tú entraste a estudiar la preparatoria.

Tu bello corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora