Epílogo

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Los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi y la historia está escrita sin fines de lucro. La imagen no me pertenece.

En una de las mejores playas de Japón, una chica de cabello azulado se encontraba observando un hermoso atardecer en el mar.

Estaba de viaje con su esposo para celebrar su primer aniversario juntos y habían llegado por la mañana al gran hotel donde estarían hospedados por algunos días.

La chica de grandes ojos color café tenía puesto un vestido fresco, un poco corto, color blanco y unas sandalias amarillas. Estaba sentada en una butaca (bajo la sombra de un techo hecho con paja), cargando, muy feliz, a un pequeño bebé de apenas dos semanas.

Por un momento, se quedó observándolo y sonrió al verlo durmiendo plácidamente, después de tener a su padre casi todas las noches despierto, por cuidarlo y arrullarlo para que dejara de llorar y se tranquilizara.

Akane acarició suavemente una de sus mejillas y le dijo:

- ¡Quién te viera, mi pequeñito!... ¡todos estos días sí que le has dado batallas muy duras a tu papá!... ¡no lo has dejado dormir bien! -y rio un poco-.

Volvió a observar el atardecer y luego, le dio un sorbo a la bebida que estaba tomando: agua mineral, con mucho limón y con un poco de sal esparcida en la orilla del vaso. Era una bebida llamada: "cimarrona" que era muy refrescante y que ella jamás había probado:

Cuando Ranma despierte de su siesta, le diré que pida una para que la pruebe, porque está deliciosa -pensó, Akane- por ahora, lo dejaré dormir, ya que logró conciliar el sueño, es mejor que no lo moleste.

Y siguió disfrutando de su bebida.

Habían pasado muchas cosas durante los últimos meses:

Kasumi había seguido frecuentando al doctor que conoció el día de la boda de Akane con Ranma y ahora, estaban ya por casarse (al parecer, el doctor había seguido el ejemplo de Ranma, pues, no necesitó de mucho tiempo para darse cuenta de lo especial que era Kasumi), mientras que Nabiki había iniciado una relación con Kuno, el hermano de Kodachi, que también había conocido ese día y que, al enterarse que provenía de una de las familias más adineradas de Japón, no perdió la oportunidad de darle el sí, cuando le pidió que fuera su novia.

Ryoga y Akari estaban por tener a su primer hijo, pues, su nacimiento sería, aproximadamente, dentro de dos meses, mientras que Ryu y Kaori apenas tenían tres meses de haberse enterado que serían padres.

Taro y Kodachi iban a casarse dentro de un mes, mientras que Mousse y Hayami tenían algunos meses de haber iniciado una relación formal (por supuesto que a Mousse le afectó mucho el enterarse, en su momento, sobre las atrocidades que Shampoo había cometido, porque de verdad la amó con todo su corazón, pero Hayami, en todos esos meses, había sido un gran apoyo para él y lo había ayudado a olvidarla por completo).

Shinnosuke tenía un mes de haber regresado a trabajar a uno de los dojos de Ranma (pues, Ranma, junto a sus amigos, había abierto tres dojos más). Kogane le había insistido mucho a Shinnosuke para que aceptara ese ofrecimiento, hasta lograrlo.

Ellos también habían seguido frecuentándose y parecía que cada vez se llevaban mejor: quizás muy pronto se darían la oportunidad de iniciar una relación.

En cuanto a Ukyo, Ranma ya no supo nada de ella (quizás ni se acordaba de su existencia) pero, en todos esos meses, su relación con su padre había mejorado bastante y su ex prometido había vuelto a acercarse a ella, pues, habían sido novios por casi cuatro años y a pesar de todo, la seguía queriendo, aunque a ella lo único que le importara, por el momento, era ponerse al corriente de la empresa de su padre (pues, llevaba pocos meses de haberse involucrado en los negocios) y por supuesto, también buscaba olvidarse por completo de Ranma. Su padre se sentía muy orgulloso al ver el sentido de responsabilidad que Ukyo había adquirido y no perdía la esperanza de que algún día, ella se diera la oportunidad de amar a alguien más.

Tu bello corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora