•̩̩͙*𝔅𝔞𝔟𝔶'𝔰 𝔬𝔫 𝔣𝔦𝔯𝔢 - Sungtaro*•̩̩͙

💖𝟐𝟕💖

—¿De verdad eso te gusta?— Yuta le preguntó al omega castaño mientras lo veía comer, o más bien devorar, un pedazo de hígado que se le dio por cocinar esa noche.

—Sí, no sé porque le hacía el feo cuando cachorro, sí sabe muy bien—dijo mientras felizmente seguía comiendo, aparentemente el malestar se le había pasado un poco después de su "celo"

—Ah...— el alfa miró su plato con asco, a él no le  gustaba nada el hígado y sabía que al menor tampoco pero su estado le ha provocado apetito de ciertas cosas.

Shotaro está encinta.

Está esperando un cachorro, está esperando un hijo de Sungchan, pero parece que él mismo no se ha dado cuenta. Yuta cree que está mejor así.

Porque lo que Shotaro no sepa no va a lastimarlo.

Yuta lloró como nunca la noche que se enteró, estaba tan enojado que tuvo que salir al patio para hacer corajes y maldecir a Sungchan sin que Shotaro se despertara. De seguro los vecinos ahora piensan que está loco, pero ni siquiera los conoce así que no le importa. 

Le destroza saber que el omega, tan inocente como es, no haya sospechado, pero tampoco lo culpa pues el estrés que ha sufrido últimamente de seguro hace que no se le cruce un embarazo por la cabeza 

¿Pero qué pasara cuando su estado avance? 

Eso es lo que aterra a Yuta, de seguro Shotaro se va a poner peor e incluso puede considerar buscar a Sungchan, no dudaría en que Jung logré convencerlo para que lo deje conocer a su hijo, y Shotaro va a ceder y va a volver a caer enamorado. Va a estar encadenado a ese alfa toda la vida, todo por ese bebé. 

Estuvo tan cerca de tener todo lo que siempre quiso y se le va a volver a escapar de las manos.

No podía dejar de darle vueltas al asunto mientras veía las noticias con el omega acurrucado a su lado. Parece que poco a poco su rutina estaba volviendo a la normalidad pero no descartaba que el menor solo buscara sentirse seguro de forma inconsciente. Que su instinto buscara proteger al cachorro.

—¿Qué tienes?— Shotaro le preguntó al verlo tan serio.

—Nada...solo estoy cansado— el hombre respondió un poco fuera de sí.

—¿Quieres irte ya a dormir?— Yuta no contestó— ¿O quieres que duerma contigo?

—Eso...estaría bien.

Ambos subieron para ir a la habitación del alfa y se prepararon para dormir, Yuta bebía un poco de agua cuando Shotaro entró al cuarto. El omega vestía con un camisón de pijama y Yuta no pudo evitar pensar cómo se vería cuando su esbelta figura desapareciera y tuviera el vientre más grande, cómo se vería con esa misma prenda acariciado al cachorrito dentro de él, podía visualizarlo igualmente cargando al bebé recién nacido.

Podía imaginar al cachorro...un cachorro que no es suyo.

—¡Dios!¡¿Estás bien?!— Shotaro se asustó al escuchar el sonido del cristal rompiéndose. 

—Eh...¿qué?— aturdido, Yuta miró a Shotaro que tenía una expresión sorprendida, después de regresar en sí percibió su mano húmeda y al verla miro que estaba cubierta de sangre, cristales caían de su palma. Había rotó el vaso sin darse cuenta.

—¿Qué pasó?— el omega se acercó a él pero Yuta se levantó.

—N-no te preocupes, estoy bien...— aún en shock por lo ocurrido trató de sacudir los pedacitos de vidrio de su mano.

—Déjame ayudarte, ay, Yuta ¿te duele?— el menor lamentó y tomó su mano entre las propias, el alfa solo negó con la cabeza.

Al final Yuta se dejó curar por Shotaro y ambos recogieron el vidrio roto y limpiaron la sangre derramada. Luego de ese incidente ambos se acostaron en la cama, con el omega cayendo dormido primero.