💖𝟏𝟎💖

1.1K 105 111
                                    

Una vez más, en su cama compartida, Yuta admira a Shotaro, que regresó algo callado de su salida diciendo que estaba muy cansado. Tal vez debería decirle que no tiene por que quedarse encerrado en casa, que puede salir cuando quiera.

Tal vez debería hacer un esfuerzo extra y llevarlo a pasear aunque esté cansado del trabajo.

Suspiró y comenzó a analizar sus facciones. Mira sus cejas cubiertas por el pelo de su flequillo, luego baja hacía sus ojos cerrados y desliza la mirada por sus curvas pestañas, termina por sus mejillas hacía su boca.

Respiró de nuevo.

Observa sus labios, están semi abiertos. Pasa la mirada por sus curvas, desde una comisura a la otra, pasando por su definido arco de cupido "uno, dos, tres" 

Sin querer empezó a recordar el día en que lo conoció...





Su padre había llegado de otra jornada de trabajo, pero no estaba solo, llegó con un cachorro, un niño omega de unos tres años.

"¿Y ese niño?" le cuestionó su madre.

Yuta estaba observando todo desde las escaleras, no podía quitar la mirada del pequeño con rizos castaños, llevaba un overol azul y camisa a rayas, con él  un peluche de un gato y una pequeña mochila.

"Vivirá aquí de ahora en adelante" fue lo único que dijo el hombre, pero eso fue suficiente para hacer que la omega de cabello corto perdiera la cabeza.

"¡Eres un imbécil! ¡Te dije que no quería saber nada de tus amantes y haces esto!" se abalanzó hacía él asustando al cachorro.

El pequeño corrió hacia la cocina y Yuta lo siguió, a sus ocho años ya estaba insensibilizado a ver a sus padres gritándose y golpeándose como en ese momento, así que los evitó y fue a dónde el niño. Lo encontró arrinconado en una esquina y llorando mientras abrazaba su muñeco, Yuta se acercó a él poniéndose de rodillas, y le habló tranquilo.

"Hola" el cachorro lo vio y Yuta fue tomado por sorpresa por los hermosos ojos grises inundados en lágrimas "Me llamó Yuta ¿y tú?" 

El  pequeño no le contestó y de repente el ruido se volvió más intenso por el sonido de un cristal rompiéndose y los gritos de la mujer en la casa, dio un brinco del susto y al alfa se le apachurró el corazón.

"Está bien, no pasa nada" se levantó y le tendió la mano "Ven, vamos al jardín, ahí no se escucha nada feo ¿Sí?" le dedicó una sonrisa y a pesar de que el niño dudó le tomó la mano.

Yuta cumplió lo prometido y salieron por la puerta trasera hacía el jardín, era lindo pero casi no tenía flores, solo unos arbustos de Nomeolvides. Se sentaron cerca de ellos y observaron las florecillas azules. Entonces su padre salió, Yuta lo miró y miró con indiferencia la gran cortada que le cruzaba el rostro.

"Se llama Shotaro" le dijo "Y es tu hermanito"





El recuerdo lo puso terriblemente melancólico, Shotaro era muy chiquito y apenas hablaba, pero Yuta se esforzó mucho en hacerlo sentir cómodo. Ambos sentían mucha curiosidad del otro así que pasaban la mayor parte de su día juntos.

Fue con Shotaro con quién empezó a sentir lo que era el amor, pues se encariñó con el omega demasiado rápido. El niño era tierno y dócil. Yuta quería ser el hermano mayor que lo protegiera y jugara con él. 

•̩̩͙*𝔅𝔞𝔟𝔶'𝔰 𝔬𝔫 𝔣𝔦𝔯𝔢  - Sungtaro*•̩̩͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora