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Después de sincerarse todo marchaba demasiado bien, Sungchan y Shotaro hablaron y procuraron construir una relación más allá de la amistad. Convivían en los días que les eran posibles y ambos se adaptaron a la situación del otro.

Sobre todo Sungchan, que ahora mismo se encontraba sentado en la sala del cómodo hogar de Shotaro, siendo observado por Niki.

El cachorro lo veía de a ratos y regresaba a sus libros para colorear, realmente no hablaba mucho con el mayor a menos que su madre estuviera presente. Esto preocupaba a Sungchan, especialmente porque ya estaba viéndolo regularmente durante los últimos seis meses. Cuando se quedaban solos Niki se mostraba muy indiferente sin importar que el alfa tratara de captar su atención.

—Aquí está la fruta— Shotaro regresó de la cocina con dos pequeños platos con mango y fresas para los dos alfas.

—Gracias, mami— Niki celebró mientras tomaba su merienda, dándole ahora toda su atención a eso.

Sungchan se desanimó un poco, de nuevo no había logrado avances. Al menos ahora no le hacía travesuras.

—¿Todo bien?— el omega le preguntó en voz baja.

—Ah...sí, es sólo que...— miró al cachorro que no le prestaba atención— Creo que está aburrido— le susurró 

—Ah, ya veo— entendió a lo que el alfa se refería.

Shotaro también se había dado cuenta de cómo Niki se retraía con Sungchan (aunque nunca supo de las travesuras del cachorro, pues el alfa no se lo dijo) a pesar de que ya convivían más. Claro que había pensado en eso desde que había aceptado intentar un romance, pero esa actitud le parecía curiosa, su cachorro no mostraba el rechazo típico que se esperaría de un pequeño alfa hacía quienes se acercaran a su madre. 

El omega se atrevería a decir que a Niki le cae mal Sungchan.

¿Por qué? no sabría decirlo, ellos dos no están juntos a menos que Shotaro esté presente.

—¿Te gustaría salir a dar un paseo, bebé?— el omega preguntó a su hijo.

—¡Sí!— el niño celebró. 

Sungchan siguió concentrado en la fruta, desearía que su convivencia con el cachorro fuera menos incómoda pero no podía hacer mucho. A pesar de todo a sus ojos él era el mejor amigo de Shotaro, no tenían gestos cariñosos ni nada parecido cuando Niki estaba presente, técnicamente no había razones para que le rechazara tanto así.


(...)


Uno, dos, tres líneas del camino había saltado Niki, el pequeño reía junto a Shotaro mientras saltaba agarrado de la mano de éste. Sungchan observaba la imagen con ternura. A pesar de que el niño no era muy fan suyo, al alfa le encantaba ver la convivencia entre el omega y su cachorro, ese lazo tan especial entre padre-hijo, inevitablemente sonreía al verlos.

—I want you!— el infante cantó seguido de su padre— I need you! I love you!— continuaron.

—Dentro de mi cabeza la música sigue sonando— le siguió esta vez el omega.

—Heavy rotation— cantaron al unísono y rieron.

A Sungchan le gustaría ser parte de eso, tal vez algún día.

El cantar de los japoneses se detuvo cuando Niki empezó a agitar sus bracitos saludando a alguien —¡Hola!— dijo en voz alta provocando a los adultos que iban con él.

•̩̩͙*𝔅𝔞𝔟𝔶'𝔰 𝔬𝔫 𝔣𝔦𝔯𝔢  - Sungtaro*•̩̩͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora