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Los peces nadaban en grupo por las plantas que estaban en su habitad, Sungchan les había tomado varías fotos, y es que se veían increíbles. No era muy fan de la naturaleza así que estaba muy impresionado por ver tanta variedad de formas y colores en las criaturas del acuario.

El alfa caminó dándose su tiempo para admirar a los animales marinos, miró a peces de agua dulce y salada, se quedó impresionado con los tiburones y las mantarrayas en especial, también le tomó foto a uno que otro cangrejito y caracol. La mayoría de las salas del lugar estaban un poco oscuras para que sólo se pudieran a los animales en el agua. La iluminación azul era casi etérea, de verdad se sentía cómo sí estuviera dentro del mar. 

Continuó con su recorrido, y se topó con algunos señalamientos sobre la exhibición de medusas. Sungchan decidió que sería una buena idea ir a ver a las curiosas criaturas. Siguió los señalamientos y llegó a la zona de la exhibición, para su sorpresa no había demasiada gente así que podría disfrutarlo mejor.

El lugar estaba aún más oscuro que otras zonas del acuario, pero las luces en los tanques alcanzaban a iluminar lo suficiente. Sungchan observó a las distintas medusas de lejos apenas entró, parecían aliens, o ese fue su primer pensamiento. Se acercó hacía una de las peceras viendo la forma en la que se movían y sonrió, pensó a que a sus sobrinos les encantaría estar ahí. Miró cada uno de los pequeños detalles en la criatura y en cuanto encontró la placa con su información al pie del tanque se puso a leer.

—Woah...así que no tienen cerebro— dijo para sí mismo al leer la placa— Ni sistema nervioso, ni sangre, ni corazón y su cuerpo es más de 90% de agua— continuó murmurando y miró a las medusas blancas del tanque— Vaya...—bueno todos los días se aprende algo.

Siguió viendo los distintos tipos de medusas, algunas muy pequeñas, otras que se veían rechonchas y otras tenían tentáculos que parecían encaje. 

Estaba tan concentrado observando a los animales que no prestó real atención a las personas que estaban también por ahí. Miró hacía una ventana que daba a un estanque más grande, era circular y dejaba ver bastantes medusas con tentáculos como hilos. Sungchan se acercó viendo que solo había otra persona ahí, absorto en la imagen.

Quería ver a los animales en la pecera pero se detuvo en secó al reconocer el perfil del omega que igual las admiraba.

"No puede ser"

Ese perfil...él conocía ese perfil, esa nariz fina, esos labios esponjosos y esas pestañas tan gruesas.

Era una posibilidad, esto que le estaba pasando era una posibilidad, después de todo sabía que estaba en Japón. Pero no se permitió pensarlo, no se permitió ilusionarse con la idea de ir caminando en la calle y toparse con un extraño que resultaría ser él.

Nunca creyó que llegaría al país y sucedería un reencuentro de película, y sin embargo ahí estaba. Después de ocho años de no verlo, hace seis años perdió toda esperanza al salir de prisión y enterarse de que el omega se había ido sin querer despedirse.

Contuvo la respiración al verlo tan tranquilo, tan ignorante de su presencia. No estaba ni a un metro y medio de distancia pero Sungchan lo sentía tan lejano. ¿Qué hacer?¿debería hablarle?¿cómo?¿y sí se voltea de repente y lo ve? Mierda, no podía ni moverse, no quería moverse, pero quería estar con él.

Su corazón estaba enloquecido y es que en el fondo supo que no lo había superado, sería un insulto insinuar tal mentira justo ahora. Sabía que ese amor iba a continuar por más que pasaran los años. 

 "Shotaro...está aquí"

Estaba justo en frente de él y aún así no podía creerlo, luego de tanto tiempo, su chico estaba ahí.

•̩̩͙*𝔅𝔞𝔟𝔶'𝔰 𝔬𝔫 𝔣𝔦𝔯𝔢  - Sungtaro*•̩̩͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora