Solo tú

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Bajé del auto de mamá, faltaba poco para que iniciara la primera clase. Hoy tenía matemáticas a primera hora, por suerte el aula estaba ubicada en el primer piso y no gastaría tiempo en subir escaleras.
Me acomodé la mochila en un hombro y caminé rápido, quedaban solo unas pocas personas en el patio, probablemente los más despreocupados.

-Buen día- saludé al entrar al aula, un par de personas respondieron y el resto no escucharon, o no le dieron importancia.

Miré a Eddie entre los demás estudiantes, en tanto no se cortara el cabello jamás se perdería. Estaba recostado, con la cabeza hacia atrás, apoyada en el respaldo de la silla, tenía los ojos cerrados y escuchaba música en un walkman. La manzana de Adán adornaba su cuello, al igual que algunos lunares, y tenía una mandíbula marcada y muy besable.
Me acerqué y moví los auriculares hasta dejar libre su oído izquierdo.

-Buen día- le dije cuando abrió los ojos. Se levantó de la silla y se desperezó.
-Buenos días, cariño- puso su mano en mi cabeza y la deslizó por mi cabello. Se dirigió a la silla tras la que estaba antes y se sentó- Esa es para ti- dijo señalando la del frente.
-¿Me guardaste un lugar? Eres todo un caballero, Eddie Munson.- le dije sonriendo.

Puse mi mochila en la silla y me senté de lado para verlo, tenía la cabeza apoyada en la mano izquierda, qué lindo se veía cuando hacía eso.

Te ves increíble vestida de negro.

Toda la noche me pasé repitiendo esas palabras en mi cabeza, e intentando imaginar cómo sonarían en su boca. Quería decirle que había visto la nota y que me había alegrado mucho, pero sentí que sonaría muy torpe. Desde luego, hoy también me había vestido de negro, y quería ver si mencionaba por sí mismo algo en relación a ello.

-¿Qué tal te fue ayer con el Hellfire?- le pregunté.

Vi su rostro iluminarse al escuchar la pregunta, se notaba emocionado por hablar de su club.

-Fue una campaña exitosa. Pronto estaremos frente al más poderoso enemigo: Vecna, y por dios que le patearemos su demoníaco trasero.- dijo con voz solemne.
-Qué bien, ¿ese día me invitarás a verte?- le dije.
-Habrán varias campañas más antes, te diré la fechas y puedes venir cuando quieras.- respondió aún con su rostro iluminado- Te habría invitado a la de ayer, pero pensé... no lo sé, que tal vez tu mamá no quiera que salgas de noche con tipos raros a los que recién conoces.
-Más bien UN tipo raro que recién conozco y otros completos desconocidos- le dije con una risita, él también se rió.
-Y ¿tú qué hiciste ayer después de la escuela?¿Continuaste leyendo a Holmes?- preguntó mientras se volteaba para guardar el walkman en su mochila. No pude evitar sonreír y me mordí el labio.
-¡Oh, sí! Un capítulo en serio interesante.- Eddie se me quedó viendo, y podía jurar que su rostro adquirió un ligero tono de rojo- Y por cierto...
-Buen día, disculpen si llego unos minutos tarde, tuvimos una sesión de maestros, pero bueno, comencemos con la clase...

Me giré hacia el frente algo sonrojada, me había costado armarme de valor para hacerle un cumplido a Eddie, y justo llega la maestra.
Mierda, mierda, pensé, cerré los ojos y me armé de valor nuevamente. Me giré de nuevo hacia Eddie y él me vio a los ojos, serio.
-Tú también te ves increíble.- le susurré, luego volví la cabeza al pizarrón.

No sabía cómo había reaccionado, solo esperaba que no creyera que era una tonta o una infantil por no poder sostenerle la mirada.
La clase transcurrió ni lenta, ni rápida. Cuando la señora Wilson dijo que podíamos retirarnos mi corazón dio un salto, era hora de verlo a la cara. Tomé la mochila y guardé las cosas. Miré a Eddie y también estaba guardando sus cosas. Cuando terminó ambos avanzamos hacia la salida.

-Ahora voy a biología, arriba- dijo cuando llegamos a las escaleras.
-¡Aah! Yo tengo sociología.- él me vio a los ojos y asintió. Giré en dirección al aula de sociología.
-Oye... estaba pensando que ya que acabas de llegar y no conoces el pueblo, tal vez te gustaría, no sé... tener un guía turístico privado, para ti sola.- dijo cruzando los brazos y sonriendo.
-No lo sé, ¿qué tal es el guía?- pregunté y levanté una ceja.
-Alto, guapo y muy divertido- también levantó una ceja.
-Suena excelente, me encantaría- le dije riendo.
-Peeeero, vas a tener que llamarlo tú misma para acordar la fecha y hora del recorrido, ese guía es muy exigente con esas cosas. El número se lo puedes pedir a Sherlock Holmes, ya ves que ese tipo lo sabe todo.
-Eso es muy cierto, estoy segura de que lo sabe- reí de nuevo.- Te veré luego, freaky.
-Hasta luego, pequeña nerd- me dijo sonriendo.

~
Apenas si pude prestar atención a la clase de sociología, me la pasé pensando en qué actividades tendría pensadas Eddie para el "recorrido turístico", y en qué ropa me pondría ese día. Además debía llamarlo, tendría que pedirle prestado el teléfono al tío Tom para hacer la llamada.
Pero también pensé en que con Robin veríamos una película y no habíamos quedado en la fecha, dos salidas con diferentes personas en la primera semana de clases, mi vida social no iría tan mal como creía.
Cuando llegó la hora del almuerzo me dirigí a la cafetería en busca de Robin y Steve, pero en la mesa estaba solo Steve, y un par de chicos que si mal no recuerdo solían sentarse con Eddie.

-Hola- saludé a Steve, pero le dirigí también la mirada a los dos chicos.
-Hola- dijeron los dos.
-Hola, Andrea, siéntate- dijo Steve.

Me senté al lado de Steve, frente a los chicos, que se nos quedaron viendo.
-Ellos son Mike y Dustin, unos niñitos fastidiosos que ya deberían irse- dijo señalando a cada uno algo irritado.
‐Uy, sí, sí, bueno- dijo Dustin- te dejamos con tu nueva novia.
-¡Largo!- dijo Steve levantando la voz.
-¿Qué ocurre?- le pregunté riendo cuando se fueron.
-Nada, no importa.
-Ok... ¿y dónde está Robin?
-Me dijo que te dijera que la disculparas, tuvo que saltarse el almuerzo para practicar, quiere entrar a la banda escolar.
-¡Ohh, genial!
-Sí, ajá. Pero oye, ya que estamos solos, hay algo que me gustaría preguntarte...
-¿Oookey?- le dije seria.

Abrió su mochila y sacó una revista para ponerla frente a mí.
-¿Qué opinas de esta chica?- dijo.
-Ehh, ¿qué?- le dije, ¿estaba loco?

La portada de la revista tenía a una chica de cabello negro, con un lindo rostro y unas boobies gigantes.
-Mira, tiene lindas boobies- dijo con una sonrisa que parecía de complicidad.
-Supongo que las tiene- le dije riendo- ¿Por qué... qué... p-por qué lo... todo bien? JAJAJAJA
-Sí, solo quería saber qué opinas de las boobies.
-¿De las boobies en general o específicamente de las de esa chica?- le dije aún riendo.
-En general, ¿te gustan?- dijo tan tranquilamente como si me hubiera preguntado qué opinaba del clima de hoy.
-Eeeeh... no lo sé; supongo. ¿Podemos... podemos hablar de otra cosa?- le dije todavía con una risita. Los chicos de este lugar son raros, ¿qué le ponen al agua?
-Como quieras- dijo otra vez con tono de irritado, tal parece que quería seguir hablando de chicas y sus pechos.

-Tú... pareces alguien confiable, así que te diré algo, pero debes jurar que no se lo contarás a nadie, jamás- le dije seria.
-Claro, lo juro- dijo medio confundido.
-Cuando vivía en la ciudad conocí a alguien, una chica, era mi mejor amiga, pero en un momento surgió algo... era diferente, ambas lo sentimos. Ella me gustaba, y yo a ella, sé que hablábamos de boobies, pero lo que intento decirte es... que las únicas boobies en las que me he fijado fueron las de ella- reí- así que no me preguntes más sobre eso, porque nunca me ha gustado otra chica además de ella, tenía algo... no sé, especial.- dije y comencé a abrir mi almuerzo para comer.

Pasó un rato sin que ninguno dijera nada, pero él seguía viéndome.
-¿Ninguna otra chica?¿Nunca?- preguntó serio.
-No, es la única. Me gustan los chicos... es complicado, supongo.
-Y ¿ahora hay alguien que te guste?

Solo una persona, solo una.

Miré hacia la mesa en la que se sentaba, estaba bromeando con sus amigos, haciendo movimientos con las manos, parecía un loco.

-Eddie Munson- me hubiese gustado decirle. Pero ¿cómo le podía decir eso? No debí decir nada de lo de antes. Robin. ¿A caso yo le gustaba? Ella era genial, acababa de conocerla, pero la quería... como amiga. Si Steve le decía algo quizá la perdería. ¿Y si ella me decía que le gustaba?¿qué le iba a responder?

-Nadie- mentí- Solo quiero estudiar mucho y graduarme. Luego pensaré en citas y en novios- le dije fingiendo una sonrisa.

Al otro lado del comedor se escuchaban los gritos y risas del club Hellfire. Los volteé a ver y... Eddie estaba viéndome, de pronto lo noté algo serio, mientras los demás charlaban entre ellos.

Me gustas tú, Eddie. Solo tú.

Wake me up [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora