Wake me up [Eddie Munson]

Earth angel

Habían pasado dos semanas desde que inicié a estudiar en la prepa de Hawkins, y desde entonces, en un abrir y cerrar de ojos muchas cosas cambiaron en mi vida.
El estúpido rumor de que yo salía con Eddie por sus drogas se desvaneció tan rápido como se creó, o quizá simplemente dejaron de decir esas cosas por temor a que él y Robin les dieran una paliza.
Robin y yo volvimos a ser amigas, de hecho ella conoció a una chica en la banda de la escuela, Vickie, se llama. Aunque ahora estaba teniendo más cuidado y controlando sus impulsos. Steve seguía buscando una chica que realmente le gustara, y seguía sin mucho éxito.
En cuanto a Eddie y a mí...

–Diablos, tiene que haber algo que realmente quieras– dijo sujetando su cabeza con ambas manos como si lo estuviera torturando.

Estábamos sentados frente a frente en una mesa con bancas del bosque próximo a la escuela, según dijo Eddie ese era su centro de comercio y distribución de drogas.
–Te dije que no tienes que darme nada, pero si tanto lo deseas, dame cualquier cosa– le dije intentando concentrarme en mi tarea de matemáticas, se suponía que él debía estar trabajando en ello también.– Dame... no sé... una camiseta.
–Eso no es especial– bufó.
–Quieres que te diga qué quiero y cuando te digo algo dices que no es especial...– le dije rodando los ojos.– Terminé...
–¿Qué cosa?– preguntó con el ceño fruncido.
–La tarea, ¿la razón por la que vinimos aquí?
–Ah, sí... ¿me das copia?

Tomé la libreta y le di un golpe con ella en la cabeza.
–Oyeeee... que confiancita la que has adquirido, ¿eeeehh?– dijo tras sujetar la libreta, y ponerse a copiar los ejercicios.
–Dice el que todo el tiempo me roba los cuadernos para copiar la tarea...– bufé.

Me levanté y caminé hasta quedar detrás de él, deslicé manos por sus hombros y luego lo abracé del cuello.
–...también se roba mi comida, mis lápices y mis camisetas.
–Tus lápices sí te los devuelvo, y en cuanto a "tus camisetas", solo te quité una, y es porque a mí me gusta AC DC más que a ti.
–Ni si quiera es de tu talla– le di un golpecito en la frente.
–Pero la colgué en mi habitación para observarla.– dijo como si eso fuera una excelente justificación, lo que me hizo reír.
–Hagamos algo hoy– le dije al oído.
–¿A dónde quieres ir?– dijo mientras seguía copiando la tarea.
–Podemos ver una película...
–Ok
–...en tu casa.
–Solo quieres saber dónde vivo para espiarme en la ducha– dijo volteando a verme. Le robé un beso rápido.
–Es cierto– reí.
–Si tanto quieres ir está bien. Pero te advierto que no vivo en una gran casa como la tuya.
–Número uno: ni siquiera es mi casa, es de mi tío y número dos: no me importa, en tanto tu baño tenga una ventana por la que pueda espiarte.
–Eres una sucia, Geller– se dio la vuelta en la banca y me sujetó de la cintura, e hizo que me sentara sobre sus piernas, quedando frente a frente.

Eso era algo nuevo. Últimamente buscábamos estar solos en la escuela para besarnos un rato, y me volví un poco más permisiva en cuanto a las partes que lo dejaba tocar. El otro día nos encontramos en un pasillo a la hora del cambio de clase y entramos a un armario donde Eddie me acorraló entre él y la pared y bajó por primera vez sus manos hasta mi trasero.
–¡Oye!– le dije algo sorprendida, pero cuando sentí que las iba quitando, lo detuve. Ambos llegamos algo tarde a clases ese día.

–Entonces... ¿vas a llevarme?– le dije mientras acariciaba su desordenado cabello, aún sentada en sus piernas.
–Lo que tú quieras– dijo con su maldita sonrisa hermosa.

~

No había salido con Eddie desde el sábado, en el que fui a verlo practicar con su banda de metal, el resto de los miembros eran chicos del club Hellfire, así que estuve muy cómoda viéndolos y bromeando con ellos.
Me asombré mucho con las habilidades musicales de Eddie, no solo tocaba increíble la guitarra, sino que también para mi sorpresa, tenía una voz preciosa, al verlo practicar se me puso la piel de gallina. Pero lo mejor fue ver su cara de felicidad cuando me puse a alabar su talento, el torpe parecía no tener ni un poco de modestia.