Tras hablar con Eddie logré sentirme mucho mejor. En verdad me hacía muy feliz estar con él. Decidimos quedarnos un rato más en la habitación, él se puso a caminar alrededor viendo mis pinturas y mis fotos, tomándose un tiempo para ver un par de cuando era niña.
–¿Él es tu padre?– preguntó.
–Sí– me levanté y caminé hacia él, me abrazó y ambos nos quedamos viendo la foto, era de mi séptimo cumpleaños, mamá la tomó mientras papá me daba mi violín como regalo.– Es lo más valioso que tengo, mi violín. Él mismo me daba clases, debías escucharlo, era... maravilloso.
–Me lo imagino.– susurró.En eso sonó la puerta.
–¿Sí?– dije aún abrazada a Eddie.
La puerta se abrió y entró mamá, que al vernos sonrió con ternura.
–¿Pasa algo?– preguntó.
–No, solo veíamos las fotos.
–Entonces ¿podrían bajar? Es hora de partir el pastel.
–Claro– le dije sonriendo y tomé la mano de Eddie para bajar. Estaba sonando una canción de Michael Jackson y todos platicaban entretenidos.~
–Muy bien, pide un deseo, preciosa– dijo el tío Tom luego de que todos cantaran Feliz cumpleaños.
Deseo tener paz y felicidad siempre, pensé y soplé las velas. Todos aplaudieron.
Comimos mucho pastel y luego mamá dijo que abriera los regalos. Me senté en una silla y me los fue pasando de a uno, leyendo la tarjeta.
–Este es de Steve– dijo pasándome uno, ya solo quedaban dos por abrir.
–Creí que el vestido era tu regalo también– le dije.
–Solo son unos... solo ábrelo.– dijo. Eran unos lápices y un libro para dibujar.– Si no me haces un dibujo con ellos me voy a molestar.– dijo serio.
–Lo haré, muchas gracias, Steve.– le dije sonriendo.–Bien, quedan dos– dijo mamá– Uno de Dustin y uno de Eddie. ¿Cuál...?
–El mío– dijo Dustin levantándose y dándome él mismo el regalo.Lo abrí, era un radio y un libro: Más allá del viento del norte.
–Dustin, muchas gracias por el libro, pero ¿y el radio?.
–Oh, todos tenemos uno, así te puedes comunicar fácilmente con nosotros en donde sea que estés.
–Te hace oficialmente parte de nuestro grupo de amigos.– dijo Steve.Me sentí tan feliz al escuchar eso.
–¡Muchas gracias, es fantástico!– les dije intentando no ponerme a llorar como una tonta.
–Bieeeen... ahora el último.– dijo mamá sonriéndole a Eddie, que también sonrió un poco sonrojado.Abrí la caja, habían varias cosas dentro.
–No estaba muy seguro de qué regalarte.– dijo acercándose a mí.– Las cosas me parecen simples, creo que lo mejor que nos queda son los recuerdos. Pero ya que quería darte algo tangible, pensé que podía darte cosas que representen recuerdos. Por ejemplo:– dijo sacando una pulserita con un átomo como adorno.– Algo que te recuerde la clase de química en la que tuvimos nuestra primera conversación real. O...– sacó una camiseta y la desdobló, tenía la leyenda Don't you forget about me.– algo que te recuerde la primer película que vimos juntos.
>>O tal vez...–sacó otra pulsera, esta tenía como adorno un violín.– un recuerdo de nuestra primera cita.
O un recuerdo de las aventuras que hemos vivido como equipo.– sacó una figura preciosa de un dragón.
O simplemente algo que te recuerde lo que significas para mí.– dijo mostrándome un sobre que estaba al fondo de la caja.–Eddie...– dije, ahora sí sin poder contener las lágrimas y me lancé a sus brazos.– Eddie Munson, eres la persona más increíble y perfecta que puede existir.
–Lo sé– me susurró– y el más guapo, bebé.
–Sí, también el más guapo.– reí, limpiando mis lágrimas. Los demás estaban sonriendo, especialmente mamá.–Eres todo un romántico, Munson– le dijo Robin.
–Sí, tu reputación está arruinada– le dije riendo.
–Ni lo digas.– dijo Eddie– Creo que tendré que golpear a un par de tipos para recuperarla.~
El resto de la noche fue para seguir bailando, Tom, Robin, Lucas y yo nos pusimos a bailar terriblemente Thriller de Michael Jackson, y luego todo estuvo muy tranquilo.
Cerca de las doce casi todos se habían ido, Steve, Robin, Eddie y yo nos pusimos a jugar con los globos hasta que todos estuvieron reventados. Y luego recogimos los platos y demás.
–Nos vemos mañana.– dijo Robin abrazándome.–Adiós Eddie.
–Adiós.
–Hasta mañana.– dijo Steve dirigiéndose a los dos.
–Adiós– dijimos Eddie y yo.Nos quedamos en el marco de la puerta viendo cómo Steve y Robin se iban en el auto.
Luego Eddie se me quedó viendo. Con una media sonrisa.
–¿Vas a quedarte?– dije levantando las cejas.
–¿Cómo crees?, tu mamá está aquí.
–Quédate, solo a dormir. Por favooor– le dije mientras llevaba mis brazos a su cuello.
–Está bien, pero solo si le preguntas primero a tu mamá. Ella me asusta.
–Miedoso– le dije y salí corriendo hacia la cocina donde estaban mamá y Tom tomando refresco.
–Mamiiiii...– le dije con una sonrisa exagerada y la abracé.
–No pensarás irte con él de nuevo ¿o sí?
–¿Cómo crees? Claro que no... él se va a quedar aquí.
–Aahh, que bien– dijo con sarcasmo.– Bien, pero si escucho algo... un sonidito...
–Sí, ajá– le dije antes de salir.Fui dando saltitos hasta Eddie, que rodó los ojos y sonrió al verme. Estaba sentado en uno de los sofás.
–Dijo que sí.
–Sí, lo supuse.– dijo riendo.
–Vamos– le dije tomando sus manos. Estaba muy cansada y necesitaba irme a dormir.
–Solo una cosa más– dijo caminando hacia el estéreo, habían varios casetes que habíamos usado en la fiesta, pero él sacó uno de su chaqueta y lo colocó.Apretó un par de botones y empezó a sonar una canción, era la voz de Elvis Presley. Tomó mis manos y me atrajo hacia sí.
–¿Qué haces?– pregunté sonriendo.
–Generando otro recuerdo– dijo con voz suave.Puse mis manos en su cuello y él puso las suyas alrededor de mi cintura, y bailamos al ritmo de la canción.
–...Algunas cosas están destinadas a ser.Toma mi mano. Toma mi vida entera también. Porque no puedo evitar enamorarme de ti. Como fluye un río.Seguramente al mar. Cariño, así es...– cantaba Presley.
Luego nos acercamos más, hasta quedar abrazados y seguimos bailando lentamente, era la mejor sensación.
Cuando casi terminaba la canción se separó un poco de mí, puso una de sus manos en mi mejilla y acercó su rostro para besarme.–...Porque no puedo evitar enamorarme de ti.– terminó la canción, pero nos quedamos abrazados un rato, en medio de la sala.
~
Después de quitarme el maquillaje y ponerme una pijama me metí a la cama, donde ya estaba Eddie. Le había prestado una camiseta enorme que yo usaba para dormir, pero en la parte de abajo le había tocado quedarse solo en boxers. Apagué la lámpara y me pegué a su cuerpo.
–Esa canción, la que bailamos, ¿cómo se llama?– le susurré.
–Can't help falling in love– dijo también en un susurro.
–Me encantó. Gracias por bailar conmigo, aún después de negarte al principio– reí muy bajo.
–Fue un placer, cariño. Lo que sea por mi pequeña nerd.– dijo apretándome entre sus brazos.●●●
Dejo aquí la canción: Can't Help Falling in Love / Elvis Presley.
Si pudieran elegir, ¿qué canción les gustaría bailar con Eddie?
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Wake me up [Eddie Munson]
RomanceOh, por dios, mira ese rostro. Luces como mi siguiente error.