¡Despierta!

1.7K 168 63
                                    

Perspectiva de Eddie ●

Andrea abrazaba a su mamá con la promesa de contarle en un futuro todo lo que estaba sucediendo, pero yo la conocía demasiado bien como para saber que en el fondo creía que jamás se volverían a encontrar.
Luego Tom se acercó para abrazarlas a ambas.

¡No se despidan, maldita sea, yo voy a salvarla!, me habría gustado decirles. Pero preferí quedarme en silencio, vi a Harrington y a Henderson que parecían impacientes, yo también lo estaba.
Luego Andrea se separó de ellos y se giró para vernos con tristeza, cuando dio un paso hacia nosotros...

–No, no, no...– dije acercándome a ella.

Se había congelado ahí, como ya lo había hecho dos veces anoche, sus ojos lucían igual que los de Chrissy, nublados y sin vida.
–Maldita sea, Andrea.– dije sacudiéndola.

Su mamá se acercó para verla y se horrorizó, al igual que su tío.
–¿QUÉ SUCEDE?– gritaban.
–Rápido, rápido, necesitamos un walkman...– decía Henderson.
–¿POR QUÉ, QUÉ PASA?– gritó Susan.
–AHORA NO HAY TIEMPO.– empezó a gritar Harrington.

Me quedé estático aún con mis manos en los hombros de Andrea.
Harrington tiró del brazo de Tom y le dijo algo sobre un walkman, apenas si podía escucharlos, mi cabeza daba vueltas. Susan seguía ahí y le gritaba algo a su hija.

No quiero morir, así que si me pierdo en mis pesadillas debes despertarme.– escuché decir a Andrea en mi mente.

Sentí que volvía a la realidad y giré mi cabeza en dirección al mueble de madera en el que estaba el televisor de Tom. Una noche cuando Susan y él se habían ido, vine a la casa a ver a Andrea, nos divertimos toda la noche mientras escuchábamos algunos de mis álbumes selectos de metal en el estéreo, que estaba justo...
Abrí una puertecita del mueble y lo saqué, corrí a conectarlo y fui hasta donde Andrea para sacar el casete de su mano, que yacía congelada. Corrí y metí el casete en la ranura del estéreo, mis manos temblaban sin control.

–Vamos, vamos, vamos, mierda...– dije para mi mismo. Oprimí algunos botones y la música comenzó, subí el volumen a todo lo que daba y corrí de nuevo hacia Andrea– Andrea, ¡despierta... despierta, mierda!– sacudía sus hombros.

Y entonces su cuerpo comenzó a levitar.
–No, no, no, NOOOOO.– grité, vi a un lado, donde los chicos y Tom habían aparecido, Henderson tenía un walkman en sus manos.
–Eddie...– dijo acercándoseme–... hiciste tu parte, ahora es su turno.
–¿De qué hablas?– pregunté asustado.
–La música le muestra sus recuerdos felices, pero por si misma ella debe luchar por esos recuerdos. No hay nada más que nosotros podamos hacer, depende de ella.

Entonces recordé nuestra pelea de ayer.
–...soy débil, soy emocionalmente débil y sé... en mi corazón que una canción no va a salvarme.– la escuché decir.

Era cierto después de todo, no es la canción, ella misma es quien debe salvarse.
–Vamos, cariño, no puedes dejarme...– pensé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas–... no me hagas esto.

Su cuerpo siguió levitando cerca del techo mientras la música sonaba. Su mamá había caminado hacia el sofá y la veía horrorizada ya sin fuerzas para gritar.
Harrington la veía con evidente preocupación, él había visto a la chica Max, ¿ella habría tardado menos en despertar?

Vi de nuevo a Andrea, seguía igual, ¿es que a caso pensaba rendirse?
–No puedes.– susurré y sujeté su tobillo– ¡DESPIERTA! Vamos, vamos, despierta.
–Eddie...– dijo Henderson.
–No, ¡cierra la boca!– le dije y me giré de nuevo hacia Andrea– ¿Así será?¿Esto es lo que querías? Dijiste que querías vivir, ¿eran mentiras, en realidad estabas esperando este momento para poder morir sin que pudiéramos culparte? NO SEAS COBARDE, TIENES QUE VOLVER, NO PUEDES DEJARME. ¡DESPIERTA!

Faltaba poco para que la canción terminara. Me tiré de rodillas al suelo, impotente.

No le perdonaría jamás que me dejara.

–...Toma mi mano, toma mi vida entera también...– cantaba Presley.

La miré de nuevo, ¿de verdad esa sería la última imagen que tendría de ella?
Lamento no haberte dado suficiente felicidad como para que decidieras volver connmigo.– pensé antes de que su cuerpo cayera al suelo.

○○○

–El mundo es oscuro y desastroso, Andrea, yo en cambio te ofrezco paz.– dijo Vecna.
–Me encantaría tener paz...– fue lo último que dije antes de exhalar y cerrar los ojos–...pero ¿qué sería la vida sin todo el caos que la acompaña?– los abrí de nuevo y llevé mi mano a su cuello.

Debes arrancar una de sus raíces, en su cuello, fue lo que dijo Max que ella hizo.– me dijo Dustin cuando salimos del auto antes de entrar a casa del tío Tom.

Tomé una de sus "raíces" y tiré con fuerza de ella, entonces Vecna me soltó y caí al suelo bruscamente, me levanté y corrí hacia la ventana.

Cada quien tiene su perspectiva de las personas y las cosas.– me había dicho Eddie aquel día, cuando hablábamos de  su amigo.
Andrea, Vecna manipula tus recuerdos y tus pensamientos...– había dicho Max.

Yo lo sabía, jamás fui perfecta, claro que he sido torpe, inmadura y depresiva, aún así sabía que era amada, no importa que fueran pocas personas las que me quisieran, no necesitaba más, solo a ellos.
–Claro que soy feliz...– grité corriendo–...claro que he tenido amor toda mi vida, no cambiaría eso por toda la estúpida paz que quieras ofrecerme. Púdrete.

Salté hacia la ventana y caí al suelo en la sala de Tom, de nuevo rodeada por luz y colores.
Alcé la mirada y vi a Eddie de rodillas en el suelo con los ojos muy abiertos al igual que todos los demás. Me lancé a abrazar su cuello y me sentí en calma.
–Los hombres sabios dicen: solo los torpes se precipitan...– le dije al oído, citando mi canción favorita.

Me apretó muy fuerte entre sus brazos y suspiró aliviado.
–...Pero no puedo evitar enamorarme de ti.– dijo terminando la frase.

Wake me up [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora