Lo sabía, sus labios son suaves y dulces.
Cuando Eddie y yo nos separamos, sentí que mis brazos y piernas temblaban, su mano seguía entre mi cabello y se detuvo a verme a los ojos y sonreír. Yo también le sonreí, nerviosa. Ese freaky torpe tenía un efecto muy extraño en mí. Usualmente podía coquetear con chicos sin siquiera inmutarme, pero con él... había algo en ese nerd que me volvía vulnerable.
Con Eddie Munson me sentía como una niña de doce años intentando coquetear con su primer amor, así de infantil e inexperta, y me encantaba.-Vendré por ti a las 5:30- susurró sin alejarse de mí, yo asentí con la cabeza- Ponte ropa cómoda.
-De acuerdo
-Y lleva tu violín- dijo, me dio un beso en la frente y se alejó caminando.
-¿Mi violín?- pregunté extrañada tras procesar lo que había dicho.Cuando llegó al auto se giró para verme.
-Sí, llévalo- dijo señalándome.Desde la camioneta Dustin hacia muecas como si estuviera besando a alguien. Me reí y le dije adiós con la mano.
Cuando se fueron entré a la casa y cerré la puerta tras de mí, no sabía exactamente cómo sentirme por los acontecimientos de la noche. Por un lado estaba feliz y por otro lado... Robin.
Ya no seríamos amigas, ¿cierto?-Creí que solamente vendría una amiga- dijo mamá sacándome de mis pensamientos, venía bajando las escaleras con unos papeles en mano.
-Ese era el plan original- le sonreí.
-Me da mucho gusto que hayas hecho amigos tan pronto- me dijo mientras caminaba hacia mí y me abrazaba- Pero... ¿ese chico no es el que vimos en la oficina del director cuando fuimos a inscribirte? Jamás confundiría ese cabello- me eché a reír sin poder evitarlo.-Si alguna vez quieres hierba, busca a Eddie Munson.
-Sííí, pero es lindo una vez que lo conoces- le dije con voz suave.
-Ajá, solo ten cuidado de que no se pase de lindo.- dijo resaltando el "lindo".~
Llevaba todo el día esperando que llegara la media tarde para empezar a arreglarme. Me di un baño y me cambié, me puse unos jeans holgados color azul pálido, con un cinturón negro, una blusa negra de tirantes algo ajustada y sobre esta, una camisa manga larga de tela color verde oscuro con cuadros negros; también me puse unos tenis muy cómodos y algunas pulseras negras que tenía. Y como siempre, el cabello suelto, no me lo recogía nunca, a menos que hiciera mucho calor.
Tomé el estuche con el violín y bajé al primer piso, donde tuve que aguantar las miradas y risas de mi mamá y de Tom, especialmente cuando se escuchó el claxon de la camioneta de Eddie, muy puntual con la hora.-¡Maduren!- les dije antes de salir y cerrar la puerta.
Eddie estaba de pie, con los brazos cruzados, apoyado en la puerta del copiloto, con su sonrisita de tonto.
¡Me encantaaas!, me habría gustado gritarle y besarlo ahí mismo hasta quedarnos sin respiración.-¿Para qué necesito el violín?¿A dónde vamos?- le dije tendiendo frente a él el estuche.
-No voy a decírtelo ahora- tomó el estuche y abrió la puerta para dejarme subir, pero antes, sin poder resistirme puse mi mano en su hombro e hice que se agachara para besarlo; sentí las mariposas en el estómago.Cuando subí al auto él abrió la puerta trasera y puso allí el estuche con el violín, luego subió a su asiento y encendió el auto.
-Cinturón- dijo serio. Diablos, había olvidado ponerme el cinturón, qué torpe.
-Voy a poner música- le dije tras ver algunos casetes en un espacio del frente- Veamos... ¿qué música escucha Eddie Munson?
-¿Conoces algo?- preguntó riendo mientras yo observaba los casetes.
-Hasta en la aburrida ciudad de Nueva York conocemos a The Who.- le mostré el casete de la banda y lo puse en el reproductor.
-Hawkins debe ser aburrido para alguien que vivió toda su vida en Nueva York.- dijo mientras sonaba My generation de fondo.
-Bueno, no lo sé, no hay un Eddie Munson en Nueva York.
-¡Síííí!- dijo sonriendo- Hawkins 1, Nueva York 0.
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Wake me up [Eddie Munson]
Storie d'amoreOh, por dios, mira ese rostro. Luces como mi siguiente error.