Cuando todo acabe

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Eddie me besó tan apasionadamente como si fuera nuestro primer beso tras años de estar separados. Nos mantuvimos así un rato y luego nos separamos algo incómodos, como si inesperadamente nos hubieran inyectado una dosis de realidad.
Ambos nos acomodamos de nuevo en nuestros lugares, viendo hacia el frente en silencio. Quería decir algo para aligerar la tensión, pero no venía a mi mente nada que no tuviera relación con las muertes ocurridas y las que aguardaban a los próximos días, la mía incluida.

~

-Eddie...
-¿Sí?
-No has visitado el restaurante, cuando todo acabe prométeme que vas a ir, voy a cocinar algo delicioso para ti.- dije intentando que mi voz no temblara, apoyé la cabeza en su hombro.
-De acuerdo.- susurró.
-También tenemos que ir al cine, nunca hemos ido juntos.
-Cierto.
-¿A ti qué te gustaría hacer?- pregunté, no me contestó nada- ¿Eddie?- lo volteé a ver, parecía a punto de llorar- Eddie...- susurré y lo abracé, él también me abrazó y nos quedamos así.

Un rato después empecé a sentirme adormecida, miré a Eddie y estaba dormido, intenté separarme de él con sigilo pero se despertó y me vio molesto.
-¿Querías huir?- preguntó.
-No. Es que no quiero dormirme.
-Sé que tienes pesadillas horribles, pero quedarte sin dormir no te va a hacer ningún bien.
-Lo sé.- suspiré y me moví para sentarme entre las piernas de Eddie, que en seguida me acogió entre sus brazos.

Me recosté con la cara contra su cuello como me gustaba, pocas cosas adoraba más que inhalar el aroma del cuello de Eddie, con su cabello ocultando mis ojos de la luz. Rodeé su espalda con mis brazos y la acaricié suavemente sobre la chaqueta. Luego de un rato sentí la necesidad de estar aún más cerca de él, aunque sabía que era imposible, me moví un poco y abracé aún más fuerte su torso e inhalé su aroma de nuevo, embriagándome con él y acerqué mis labios a su cuello para darle un par de besos suaves; levantó un poco la cabeza dándome más libertad, así que seguí, mientras él acariciaba mi cintura.

-Eddie, sé que tal vez no es el momento...- le susurré-...pero te deseo, te necesito.

Me volteó a ver y sujetó mi cuello para besarme de una forma en la que demostró que él también me necesitaba, tomó mi cintura e hizo que me sentara sobre él, un momento después sentí su miembro presionando, ya duro contra mi cuerpo.
Se quitó rápidamente el chaleco azul de mezclilla que traía puesto y luego la chaqueta, mientras tanto yo me quité también mi abrigo, sentía el dolor de cabeza, pero decidí ignorarlo; cuando iba a quitarme la blusa Eddie apartó mis manos y me la quitó él mismo. Luego llevó sus manos a mi espalda y con un movimiento ágil de sus dedos desabrochó mi sostén y me lo quitó, dejando mi torso completamente desnudo; sentí el frío de golpe, pero en seguida me atrajo hacia sí para besarme otra vez y mis pechos fueron abrazados por su calor mientras una de sus manos acariciaba mi espalda baja, y la otra quitaba el seguro de mi pantalón para luego deslizarse hacia adentro y juguetear entre mis muslos.

Seguíamos besándonos, mientras yo gemía sin control. Con una mano me sujetaba al cuello de Eddie y decidí devolverle el favor, así que bajé la otra mano hasta su pantalón y lo desabroché con habilidad tras sacarle el cinturón; luego también hurgué entre su ropa interior, tomando su miembro ya erguido y deslizando mis dedos por él, provocando que Eddie también empezara a gemir. Nos dimos placer con nuestras manos un buen rato hasta que ambos tuvimos un orgasmo.
Después Eddie me empujó hasta que quedé acostada sobre el suelo y me quitó el pantalón y la ropa interior, el también se quitó la ropa, y se puso encima de mí para besarme de nuevo, tras un rato de besos y caricias sentí que su miembro estaba duro de nuevo.

-Entremos al agua.- le dije con una sonrisa, él me vio como si estuviera loca- Dijiste que no querías que la policía te encontrara desnudo, pero ya lo estás de todos modos.

Me levanté sobre mis antebrazos y lo vi desafiante, él me vio a la cara, luego vio al agua y luego otra vez a mí y rodó los ojos, dándome a entender que estaba de acuerdo. Lo quité de encima y me levanté, caminando hacia atrás, mientras él me veía de arriba a abajo. Me agaché para sentarme en la orilla del canal y entré al agua, estaba muy fría, pero era una sensación extrañamente agradable, luego Eddie vino caminando y se metió también.
-¡Puta madre!- se quejó en voz baja cuando sintió el frío en su cuerpo.

Tomé sus hombros y lo atraje hacia mí para besarlo, él abrazó mi cintura y luego bajó las manos a mi trasero y pegó mi cuerpo al suyo. Nos besamos y acariciamos, mientras escuchábamos el sonidito que hacía el agua cuando nos movíamos. Eddie me acomodó contra su cuerpo y luego sentí su miembro rozándome, cuando lo hubo acomodado bien bajé mi cuerpo y sentí cómo entraba en mí. Gemí sin poder evitarlo, y seguí moviendo mis caderas, Eddie también se movía y la sensación de nuestros cuerpos moviéndose juntos dentro del agua era simplemente deliciosa.
-Eddie...- gemía en su oído cuando su miembro entraba y salía de mí- Oh, Eddie.

Hicimos el amor durante un largo, largo rato, hasta que nuestros cuerpos se rindieron ante el placer. Tras terminar nos quedamos un rato más dentro del agua, abrazados en silencio.
-Te quiero.- le susurré al oído mientras lo abrazaba con más fuerza.
-Y yo a ti.- susurró también.

Luego nos separamos un momento y nadamos un poco, por supuesto con cuidado de no alejarnos de la bodega, luego volvimos a entrar por el canal, cuando salí del agua el frío invadió mi cuerpo otra vez al igual que el dolor a mi cabeza, así que corrí a vestirme, vi a Eddie que también se estaba vistiendo, con el cabello mojado cayendo sobre sus hombros.
-Solo fue una excusa para que te bañaras.- le dije arrugando la nariz y él se rió.
-Tú tampoco olías muy bien.- dijo e hice un gesto de indignación.

~

Nos sentamos en la oscuridad a revisar las bolsas con comida que nos habían dejado los chicos y comimos un poco.
Luego nos volvimos a sentar abrazados.
-¿En serio piensas quedarte sin dormir?- preguntó.
-Me asusta.- le confesé.
-También a mí.
-¿Y si me cantas una canción?- dije y le di un beso en la mejilla- La que tú quieras.
-De acuerdo, pero no te rías.- susurró.
-¿Por qué habría de reírme? Eres el mejor cantante del maldito Hawkins.– dije y lo escuché soltar una risita.
–De acuerdo...– dijo y pensó un momento para luego empezar a cantar con voz suave– Feel so good, I feel so fine. Love that little lady, always on my mind. She gives me lovin' every night and day. Never gonna leave her, never going away. Someone to love me. You know she makes me feel alright...

-Tu voz tiene tanto poder. En serio es hermosa.- le dije cuando terminó.
-Gracias, cariño.- dijo y me dio un beso en la frente.

-¿Sabes qué quiero hacer cuando todo acabe?- preguntó un rato después.
-¿Qué?
-Quiero que toques una canción conmigo y mi banda, tú puedes rockear con tu violín como lo hiciste en nuestra primera cita. Los chicos no me creyeron cuando les conté que tocaste War pigs con solo tu violín, así que irás y les vas a cerrar la boca.
-Eso me encantaría.- le dije con tono alegre- Así será. Y me encanta la idea de rockear con mi freaky favorito.
-Bien, así será.- repitió intentando disimular el tono de inseguridad, pero pude darme cuenta, él estaba tan consciente como yo de que aquel oscuro momento se acercaba.

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Capítulo horny, porque quiero y puedo.

La canción que Eddie cantó es Sabbra Cadabra de Black Sabbath.

¡Gracias por leer! ♡

Wake me up [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora