Se quedó estático en su lugar por unos cuantos segundos que, al parecer del castaño, se les hicieron eternos, relamió sus labios y luego exhaló.
¿Acaso había escuchado mal? ¿Acaso era otro de sus momentos de alucinaciones o en verdad Liam Payne le había dicho que le amaba?
— ¿Hablas en serio? — preguntó en cuanto pudo recuperar su voz, aunque está salió algo entrecortada por las emociones que estaban acumulándose con suma velocidad en el interior del moreno.
— Hablo muy en serio, Zayn. — contestó, rodeándolo con sus brazos, atrayendole más a él. — la verdad es que, he estado pensando mucho en ello, fue fácil para mí quererte, porque, joder, desde antes de saber que eras tu quien enviaba esos mensajes, tú me hiciste verte de otra manera, aún cuando no quería admitirlo, ya me caías bien y cuando mucho menos quería aceptarlo, el supuesto odio que sentía, no era más que una jodida fachada. ¿Sabes? Si soy sincero, no era odio, si no, era una envidia que sentía por ti.
Malik se separó para poder verle al rostro.
— ¿Envidia? ¿Tu, Liam Payne, sentías envidia de mí? — cuestionó incrédulo, es que era demasiado difícil de creer algo así.El ojimiel bufó pero terminó sonriendo.
— ¿Cómo no sentirla? Zayn, eres el chico más perfecto de todo el mundo, tienes a todos comiendo de la palma de tu mano, tanto chicos como chicas están bajo tus pies, eres bueno en todo, atractivo, destacas entre la multitud, te paseas por toda la prepa con tu grupito de subnormales que acatan cada orden que sale de tu boca — el azabache soltó una baja risa mientras negaba. — eres inteligente, Dios, hasta tuve que depender de ti para que no me desaprobaran. — recordó. — tienes ese porte de chico malo y misterioso, tú eres todo lo que un chico quisiera ser. ¿Cómo no envidiarte? Yo solo soy un idiota que es bueno en fútbol y que se destaca solo por ser tu enemigo número uno aquí.— Nunca destacaste por ser mí enemigo número uno — reiteró haciendo énfasis en sus últimas palabras. — destacaste siempre por ser el mejor del equipo, por tener un cuerpo de muerte, una sonrisa hermosa, porque no dudas en ayudar a alguien sin importar si lo conoces o no, porque eres sociable, carismático, porque eres hermoso y porque siempre tienes esa actitud de superioridad. — Payne enarcó una de sus cejas mientras mantenía la sonrisa viendole fijamente, razón por la que se volvió a sentir algo intimidado. — y cuando miras de esa forma... Haces temblar a cualquiera, Liam. — agregó más bajo.
— Quien intimida cuando pone sus ojos sobre alguien aquí eres tú. — dijo acercando su rostro al contrario, posando sus ojos esta vez en esos perfectos labios. — debo confesar que aunque tu nunca me has dicho nada cuando ese imbécil me buscaba pelea, solo con verme de esa manera me hacías sentir nervioso e inferior a ti y es estúpido porque ahora solo quiero que me veas a mí de esta forma. — murmuró.
Malik se dió el lujo de pasar relamer sus labios lentamente antes de morder el inferior en un gesto que a Payne le despertó una sensación demasiado placentera en su completa anatomía.
— ¿Ah, si? — cuestionó en el mismo tono.Liam solo asintió ya que no aguantó ni un segundo más en juntar sus labios con los del moreno en un beso demasiado extasiado, era increíble como Zayn podía hacerle sentir con tan solo un gesto o una mirada. Lo atrajo a su cuerpo lo más cerca posible, levantando una de sus manos para acariciar una de sus mejillas, queriendo sentir todo de él e importandole muy poco estar en pleno pasillo de la institución y mucho menos si alguien podía verles.
Sus lenguas danzaban al compás, batallando contra, hasta que Zayn mordió el labio inferior ajeno, robándole un bajo pero audible gemido que no hizo más que endurecer aún más su miembro ya casi adolorido por aquel tonteo previo, la cercanía y el, para nada sutil, roce entre el suyo y el miembro del castaño.