¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Suspiraste mientras quitabas el esmalte de uñas astillado de tus uñas. Era un hábito tuyo. Ya ni sabías por qué te pintabas las uñas.
Estabas sola en casa sin absolutamente nada que hacer. Tus padres fueron a un restaurante elegante con sus amigos. Ellos, por supuesto, te invitaron, pero tú declinaste porque no te gustaban sus 'amigos'.
Te sentaste en el sofá de la sala e incluso debatiste ir a ver a Bill, uno de tus amigos cercanos. Sabías que lo estaba pasando mal desde la desaparición de su hermano menor, Georgie.
No conocías muy bien a Georgie, pero aun así estabas devastada cada vez que escuchabas a tus padres hablar sobre su desaparición. Era un pequeño rayo de sol y le encantaba dibujarte. Mantuviste cada uno de sus dibujos, se quedaron colgados en tu dormitorio.
"Hola T/n". Saltaste ante el sonido de alguien hablando. Te levantaste del sofá y te giraste para ver a un payaso. Un globo rojo en su mano y una sonrisa cursi en su rostro. "¿Quieres un globo?"
Ignoraste por completo su pregunta y comenzaste a interrogarlo tú misma. "¿Como sabes mi nombre?" No mostraste el más mínimo miedo, lo que sorprendió mucho a Pennywise.
"Bueno T/n, sé todo sobre ti". Comenzó el payaso, su sonrisa solo se ensanchó. Ni siquiera estabas segura de cómo responder a un hombre extraño con un traje de payaso que estaba en tu casa.
"Vete." Señalaste hacia la puerta, tus ojos tenían un brillo en ellos mientras mirabas al payaso. Él no se movió causando que hablaras de nuevo. "¿Estás sordo?" Tal vez no deberías haber sido tan descarada porque no tenías idea de lo que este tipo era capaz de hacer, pero no te importaba en ese momento.
"¿No quieres saber mi nombre, T/n?" Finalmente habló. Su sonrisa estaba cayendo lentamente y una mirada maligna la estaba reemplazando.
"Claro. Entonces podré decirle a la policía". Tu voz estaba goteando veneno en ese momento. Cruzaste los brazos y golpeaste tu pie mientras esperabas que él hablara.
"¡Bueno, soy Pennywise, el payaso bailarín!" La sonrisa estaba de vuelta mientras hacía jazz con las manos. Gemiste. No había forma de que el nombre de este chico fuera realmente Pennywise, ¿verdad?
"Sí, claro, Pennywise". Pronunciaste burlonamente su nombre mientras te acercabas un paso. "Tienes que irte".
"No puedo hacer eso T/n". sacudió la cabeza. "He esperado tanto tiempo por este momento". Suspiró mientras saltaba sobre el sofá y se paraba frente a ti. Aunque se elevaba sobre ti, todavía no mostrabas signos de miedo.
"¿Qué diablos se supone que significa eso?"
"Exactamente lo que dije. He esperado tanto tiempo para que me veas, me hables, me mires". El payaso habló. "Te amo, T/n".
Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda y la piel de gallina se formaba en tus brazos cada vez que pronunciaba esa última frase.
Negó con la cabeza una última vez mientras comenzaba a caminar rápidamente hacia el teléfono de la casa. Estabas tan concentrada en tus pensamientos que no escuchaste los pasos del payaso que iba hacia ti.
Antes de que te dieras cuenta, él te hizo algo que te hizo caer mientras sentías que la oscuridad te consumía. Pero Pennywise no dejó que te tiraras al suelo, te tomó en sus brazos y te apartó un poco del cabello de la cara.
Antes de salir de casa, te miró fijamente durante un par de minutos. Te veías tan dulce y pacífica acostada en sus brazos. No podía creer que la chica en sus brazos fuera una chica a la que todo el mundo le tenía miedo.
Un día, te vio amenazar a Henry Bowers, el chico parecía absolutamente aterrorizado por ti, pero trató de ocultarlo. Pennywise trató de recordar por qué tú y Henry estabais peleando. Los pensamientos bailaban en su mente mientras recordaba ese día.
Recordó haber escuchado las palabras 'romper'. Su sonrisa se desvaneció al pensar en ti y Henry juntos. La idea de que estuvieras con alguien como Henry le disgustaba. La idea de que estuvieras con alguien que no era él, le disgustaba.
Pennywise hizo caso omiso de esos pensamientos y se levantó del sofá mientras te agarraba con fuerza y trataba de controlar sus sucios pensamientos sobre lo que podía hacerte, pero quería que estuvieras consciente de eso.
Te llevó de regreso a su alcantarilla y al área que él consideraba su dormitorio. Te colocó en una cama pequeña que estaba en la esquina de la habitación.
Suspiró mientras agarraba las cadenas y comenzaba a atarte. Él no quería tenerte cautiva. Le gustaría más que te quedaras con él de buena gana, pero sabía que no lo harías. Te tomaría algún tiempo acostumbrarte a él.
Salió de la alcantarilla para ir a ver al resto de los niños que perseguía, Bill y su grupo. Sabía que no serías feliz con él si descubrías que se estaba metiendo con tus amigos, pero no pudo controlarse.
Un par de horas más tarde, Pennywise regresó a su alcantarillado e instantáneamente se encontró con el fuerte ruido del metal golpeando algo más. Corrió a la habitación donde te tenía y te vio tirando de la cadena que te sujetaba.
"Tú." Hablaste una vez que notaste al payaso parado junto a la puerta, mirándote con curiosidad. "Déjame ir." Pennywise sacudió la cabeza.
"Lo siento, no puedo hacer eso".
"¿Y por qué no?" Preguntas, todavía tirando de la cadena que sujetaba tu pie izquierdo. Lo viste suspirar una vez más.
"Ya lo sabes, mi dulce niña". Pennywise habló lentamente. "Te amo."
"No puedes amarme. Ni siquiera me conoces". Ahora empezaste a levantar la voz.
"Sé todo sobre ti." Sacudió la cabeza. "Sé tu cumpleaños, sé tu color favorito, sé sobre todos tus amigos y familiares, sé todo". Pennywise tiene su sonrisa característica en su rostro.
Ni siquiera le respondiste. No había forma de que se saliera con la suya, ¿verdad? La duda comenzó a llenarte a medida que tus pensamientos corrían por tu mente. Tu familia te encontraría, ¿verdad? Pennywise habló, sacándote de tu trance.
