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Te sentaste en el suelo de tu habitación una fría noche de viernes a finales de noviembre.
Toneladas de maquillaje se sentaron frente a ti mientras experimentabas con todo. Probando diferentes colores de sombra de ojos o probando diferentes estilos.
Una sudadera con capucha negra que le habías quitado a tu novio, Billy, cubría tus brazos del aire frío.
Dejaste escapar un suave suspiro mientras respirabas el aroma de Billy. Siempre olía tan bien en tu opinión.
Tus manos se movieron hacia el paquete de toallitas desmaquillantes y comenzaste a limpiar el lápiz labial rosa brillante de tus labios, decidiendo que ese no era tu color. Arrojó el paquete de toallitas y la toallita usada al piso, sabiendo que los necesitará más tarde.
El sonido de un golpe en tu ventana te hizo saltar, dejando caer el diferente tono de lápiz labial en tus manos. Rápidamente giraste la cabeza hacia la ventana para ver el rostro sonriente de tu novio a través del cristal.
Te pusiste de pie con una sonrisa en tu rostro mientras te dirigías a la ventana. Una vez que estuviste allí, la abriste y permitiste que tu novio entrara por ella.
"Sabes que mis padres no están en casa, ¿verdad?" Lo interrogaste con las cejas levantadas. Él asintió y te miró confundido. "Podrías haber usado la puerta". Te ríes sacudiendo la cabeza hacia él.
Simplemente se encogió de hombros mientras echaba un vistazo a la habitación familiar. "Lo sé. Solo pensé que sería más genial entrar por la ventana". Él te dijo.
Te reíste un poco mientras te volvías a sentar frente a tu colección de maquillaje. Billy ahora notó el desorden en el piso. Lo miró todo antes de hablar, "¿qué es todo esto?"
"Maquillaje, Billy". Dijiste como si fuera obvio. Te miró con los ojos en blanco.
"Bueno, sí. ¿Pero por qué te lo pones a esta hora de la noche?" Te preguntó mientras miraba tu reloj, vio que eran las 11:24 p. m.
"Experimento con esto". Le diste una suave sonrisa mientras te mirabas en el espejo y te aplicabas un lápiz labial rojo oscuro en los labios. "¿Qué piensas acerca de este color en mí?" preguntaste.
"Me gusta." Se encogió de hombros mientras se sentaba a tu lado y tomaba un poco de base. Mirándolo con curiosidad. "¿Qué es esto?" Él cuestionó.
Lo miraste y le dijiste cómo se llamaba.
"¡Billy! ¿Puedo maquillarte?" Preguntó con entusiasmo, casi saltando arriba y abajo de la emoción.
Billy estuvo a punto de rechazarte, pero vio lo emocionada que parecías y dejó escapar un fuerte suspiro. No podía decirle que no a esa cara. "Pero, ¿puedo hacer el tuyo primero?" Preguntó con una sonrisa.
También comenzaste a dudar, pero finalmente asentiste.
Comenzó a recoger diferentes artículos y examinarlos. Primero, agarró un tono rosa brillante, una sonrisa en sus labios perfectos. Lo miraste, por lo que se rió entre dientes antes de volver a dejarlo y reemplazarlo con un tono marrón.
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Unos minutos después, finalmente pudo mirarse en el espejo. Una vez que viste tu reflejo, jadeaste de asombro.
La sombra de ojos marrón se aplicó descuidadamente en los párpados, las motas brillantes salpicaron sus mejillas y debajo de los ojos.
La base se aplicó decentemente, le darás eso. Aunque, él no lo mezcló con tu cuello.
No dejaste que te aplicara ningún tipo de delineador de ojos por temor a que te entre en los ojos o te saque los ojos.
La máscara de pestañas estaba un poco grumosa y puso un poco en la parte superior de los párpados.
El tono de lápiz labial rojo tampoco se aplicó muy bien. Era un poco desigual.
Parecías un payaso de circo.
Te reíste un poco de ti misma antes de mirarlo, una sonrisa se formó en tus labios pintados. Una mirada de miedo apareció rápidamente en su rostro antes de que la reemplazara, intentando ser valiente.
Estabas debatiendo si querías que se viera tan mal como tú, o realmente intentar que se viera bien. Ibas con la primera opción.
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Una vez que terminaste, retrocediste para admirar tu trabajo.
Se aplicó un tono brillante de sombra de ojos roja en sus párpados, en realidad no se veía tan horrible. Incluso te diste cuenta de que el rojo era definitivamente su color.
Terminaste dándole un delineador de ojos alado, pero no exactamente un ala bonita. Estaba descuidado y desigual. Te aseguraste de que el rímel estuviera grumoso.
Tenía puesto un lápiz labial de color rosa brillante, que definitivamente no combinaba con su sombra de ojos.
Se miró en el espejo y la mirada de horror apareció en su rostro. "¿Qué has hecho?" Jadeó mientras giraba la cabeza hacia un lado para ver todo.
Eras un desastre de risitas mientras lo mirabas y el maquillaje que acababas de hacer en él. Una sonrisa apareció de repente en su rostro.
Antes de que te dieras cuenta, se inclinó hacia ti y te dio un beso descuidado en la mejilla, dejando una mancha de color rosa brillante en tu piel.
