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Dejaste escapar un suave gemido cuando tus ojos comenzaron a adaptarse lentamente a la luz de la habitación en la que estabas.
"Estáis locos, los dos". Oyó hablar una voz femenina temblorosa. Tus ojos siguieron el sonido y Vvieron a Sidney presionándose contra el mostrador de la cocina y a Billy y Stu frente a ella.
Tus ojos se quedaron fijos en el cuchillo brillante que Billy sostenía con fuerza en su mano.
"Preferimos el término psicótico". Escuchaste la voz de Stu. El sonido de su voz envió escalofríos por tu espalda y te puso la piel de gallina en los brazos.
Estabas a punto de moverte para hacer algo cuando finalmente te diste cuenta de que tus brazos estaban atados a los brazos de la silla en la que estabas. Tiraste ligeramente de las ataduras. Después de cada tirón, empezaste a tirar más fuerte que el anterior.
Para tu suerte, no salías de ellos. Cuando comenzaste a mirar alrededor de la habitación una vez más, te diste cuenta de lo que parecía ser el padre de Sidney en el suelo, atado.
El hombre temeroso te miró con una mirada suplicante en su rostro mientras se retorcía. Intentaste liberarte con más fuerza, lo que solo provocó que todos en la habitación te miraran.
"Oh, mira... ella está despierta". Billy murmuró mientras te miraba antes de volver su atención a su probablemente ahora ex novia.
La atención de Stu permaneció en ti, observando cada uno de tus movimientos. Le diste una mirada suplicante que solo hizo que desviara la mirada y se concentrara en Sidney y Billy.
Escuchaste a Billy hablar con Sidney sobre su motivo mientras continuabas observando todo en la habitación.
Oíste a Billy hablar sobre la madre muerta de Sidney. Si fueras honesta, no podrías prestarles suficiente atención debido a que estabas asustada.
Te las arreglaste para girar la cabeza casi por completo y viste un cuchillo cerca del borde del mostrador. Necesitabas agarrar ese cuchillo. ¿Pero cómo? Tus manos no estaban libres.
Miraste a todos alrededor. Billy seguía hablando, Sidney todavía parecía asustada, Stu estaba montando guardia y el padre de Sidney... ¿se acercaba más a ti?
Una vez que estuvo justo debajo de ti en el suelo, alzó sus manos atadas y comenzó a desatar las cuerdas que te ataban a la silla.
Una vez que cada mano estuvo libre, te levantaste lentamente de la silla y estabas a punto de agarrar el cuchillo que todavía estaba sentado en el mostrador.
En ese momento, cuando tu mano se extendía hacia él, Stu se dio la vuelta y te vio. Te detuviste como un ciervo atrapado en los faros.
Billy también volvió su atención hacia ti una vez que escuchó a Stu dejar escapar un pequeño grito ahogado. "Manéjala. Yo me ocuparé de estos dos". Le dijo a Stu, quien asintió.
Stu comenzó a dar pasos más cerca de ti, así que giraste y corriste como nunca antes. Saliste corriendo de la casa y viste algunos cadáveres, pero obviamente no te molestaste en detenerte y analizarlos.
Pasaste corriendo por el garaje y te diste cuenta de que Tatum colgaba de la puertecita para perros. ¿Mató a su propia novia? Jadeaste, colocando una mano temblorosa sobre tus labios mientras continuabas corriendo, Stu justo detrás de ti.
Mientras corrías por la carretera, debes haber disminuido la velocidad, eso o Stu aceleró porque te tiró al suelo.
Se colocó encima de ti, manteniéndote en tu lugar mientras te retorcías debajo de él, tratando de alejarte de él y empezar a correr de nuevo.
"¡T/n! ¡Detente!" Él gimió mientras sostenía tus manos que golpeaban su pecho. Podía sentir las lágrimas deslizándose por su rostro cuando se dio cuenta de que estaba a punto de morir. "No quiero lastimarte... realmente no quiero".
"¡M-Mataste a tu novia!" Tu hablaste. Sabías que no te perdonaría nada si mataba a Tatum.
"Sí, bueno, no la amaba". Stu se encogió de hombros levemente mientras aflojaba su agarre después de notar que estaba agarrando tus muñecas con demasiada fuerza. Lo miraste con confusión escrita en todas tus facciones. "Te amo", confesó en voz baja.
Tus ojos se abrieron y por un segundo, sentí que tu corazón dejó de latir, cuando solo comenzó a latir más rápido. No porque un asesino estuviera encima de ti, no, sino porque tu enamorado te había confesado sus sentimientos.
Cuando tu rostro comenzó a sentirse más cálido de lo normal, asumiste que probablemente te estabas sonrojando de un color muy brillante. Stu debe haberlo notado porque se rió un poco. Su rostro también tenía un pequeño tinte rosado, pero eso podría deberse a que él te perseguía.
"Yo también te amo, Stu". Susurraste lo suficientemente alto para que el chico que estaba encima de ti lo escuchara. Él sonrió y soltó por completo tus, ahora doloridas, muñecas. "Pero, ¿qué vamos a hacer?"
"¿Qué quieres decir?" Stu preguntó mientras se bajaba de ti y te ayudaba a levantarte del camino.
Te pusiste de pie y te quitaste el polvo de los pantalones antes de hablar. "Bueno, Billy va a querer matarme, ¿verdad?" Le preguntaste, levantando las cejas.
La mirada de realización golpeó a Stu. Rápidamente lo limpió antes de hablar. "Ya tengo eso cubierto". Se encogió de hombros. Le tienes una mirada inquisitiva así que continuó. "Tendremos 18 pronto, así que tendremos un lugar propio, hasta entonces, conozco un lugar en el que puedes quedarte por un tiempo, una vez que tengamos 18, nos mudaremos a otro lugar". Empezó a explicar su plan maestro.
Asentiste mientras escuchabas atentamente sus palabras. "Por esta noche, le diré a Billy que te maté. Para que no te busque". Él respondió.
"Pensaste mucho en esto, ¿eh?" Preguntó, inclinando ligeramente la cabeza hacia la derecha. Se encogió de hombros, dándote una sonrisa.
"Bueno, no, en realidad no. Simplemente se me ocurrió en el acto". Honestamente te lo dijo mientras miraba hacia el camino para asegurarse de que no venía nadie. "Se suponía que no debías descubrir que yo era uno de los asesinos. Iba a matar a Tatum, y como ella se fue, habría comenzado una relación contigo". Él te explicó.
Lentamente asentiste de manera comprensiva antes de suspirar. "Billy probablemente pensará que algo está pasando. Deberías volver". Hablaste en voz baja.
Desde la esquina de tu orbe derecho, podías ver la cabeza de Stu asentir mientras fruncía el ceño. Se movió para estar de pie frente a ti y sostuvo tu rostro entre sus manos.
"No será por mucho tiempo. Solo quédate aquí y regresaré tan pronto como pueda". Te dijo mientras te daba una cálida sonrisa. Asentiste, una pequeña sonrisa apareció en tu rostro ahora también.
Se inclinó más cerca de ti y ahora presionó sus suaves labios contra los tuyos. Instantáneamente devolviste el beso y permitiste que tus ojos se cerraran. Envolviste tus brazos alrededor de su cuello y lo abrazaste como si fuera la última vez.
Lamentablemente, no pudisteis quedaros así. Os separasteis y os disteis una última sonrisa final antes de arrastrarte detrás de unos árboles y él regresara con su socio en el crimen.
