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Jadeaste y te levantaste de la cama, fue solo un sueño. Suspiraste y miraste alrededor de la habitación. Cuando no viste a la muñeca pecosa sentada encima de tu tocador, tus ojos se abrieron como platos.
****
Miraste todo en la habitación. Todo lo demás parecía normal y el muñeco Good Guy no estaba a la vista. Caminaste lentamente hacia la puerta y agarraste la manija, girándola lentamente. Una vez que la puerta estuvo abierta, saliste de la habitación y miraste hacia el pasillo. Una mesa con un par de fotografías fue derribada.
Te acercaste a la mesa e inspeccionaste el daño. Los marcos de los cuadros estaban en el piso con vidrios rodeándolos. Negó levemente con la cabeza, volviendo a sentar la mesa. Tomaste un pedazo de vidrio bastante grande y lo sujetaste con tu mano temblorosa.
Continuó caminando por el pasillo, atento a cualquier cosa fuera de lo común. El único sonido que escuchaste fueron tus propios pasos ligeros en el piso de madera.
Una vez que llegaste a las escaleras, te detuviste y las miraste por un par de segundos antes de decidir finalmente bajarlas. El vidrio te estaba cortando la palma de la mano, haciéndola sangrar, pero no te diste cuenta o no te importó. El líquido rojo descansaba en la palma de tu mano cuando finalmente llegaste al último paso.
Subiste al piso inferior y escaneaste rápidamente el área, principalmente buscando esa maldita muñeca. Sabías que tenía que estar por ahí en alguna parte, pero ¿dónde? No había forma de que esa cosa saliera por su cuenta.
Caminaste por la sala de estar, mirando debajo de las mesas, detrás de los muebles y en cualquier lugar que pudieras. La muñeca no estaba a la vista, así que empezaste a caminar hacia la cocina.
Una vez que puso un pie en el piso de baldosas, notó que la muñeca estaba sentada allí con su sonrisa normal en su rostro. Estabas a punto de dar un paso hacia él para agarrarlo, pero tu mente te detuvo. Ese sueño que tuviste parecía realmente real. ¿Podría la muñeca ser real?
Lo miraste, tu mente corriendo por todas partes. Seguramente la muñeca no era real y te estabas volviendo loca. Eso es lo que querías creer, pero la otra parte de ti sabía que había algo extraño en esa muñeca. Desde que lo obtuviste, solo emitía una vibra espeluznante. Y después de ese sueño no supiste que pensar.
Ignoraste tu cerebro mientras te inclinabas y tomabas la muñeca por su brazo de plástico. Lo sentaste en el mostrador de la cocina y continuaste mirándolo.
"Maldita sea. Toma una foto, durará más". De repente habló y te hizo saltar ligeramente. Eso no sonaba como algo que estaba programado para decir. Tus ojos se abrieron mientras seguías mirando a la muñeca. "Sí, acabo de hablar".
"Y-yo..." Comenzaste a tartamudear palabras. Probablemente sonaste como una tonta, pero estabas demasiado confundida y desconcertada para que te importara. "¿C-cómo?"
"Es una historia realmente larga y aburrida, pero necesito un favor". Ignoró tu pregunta. Asentiste lentamente.
"Necesito llegar a New Jersey". Habló.
Arqueaste las cejas mientras intentabas pensar por qué esa frase te sonaba tan familiar. Tu sueño, ahí es donde él quería ir. Un cementerio en Nueva Jersey.
Lentamente levantaste la vista del suelo y te fijaste en los brillantes ojos azules de la muñeca. Te mordiste el labio antes de intentar encontrar las palabras adecuadas. "No te llevaré hasta allí". Finalmente hablaste.
Levantó las cejas hacia ti, parándose en el mostrador. "¿Acabas de decirme que no?"
Decidiste que necesitabas mantenerte firme. De ninguna manera ibas a permitir que una muñeca te obligara. Asentiste. "Eso es exactamente lo que dije".
El timbre de tu teléfono en el piso de arriba te sobresaltó y provocó que volvieras tu atención hacia las escaleras. Esto le dio a la muñeca la oportunidad de sacar un cuchillo del soporte en el que estaban y lanzarse hacia ti.
Desafortunadamente para él, tenías rápidos reflejos y rápidamente levantaste tu pierna y lo pateaste hacia atrás. Voló hacia atrás y golpeó un gabinete. Lo escuchaste gemir mientras te acercabas rápidamente a él. Levantó la mano, listo para apuñalarlo con el fragmento de vidrio que aún sostenía, pero su conciencia la detuvo. No podrías hacerle esto a nadie. Incluso si estuvieran tratando de matarte. Incluso si era solo una muñeca.
Comenzó a retroceder mientras debatías contigo misma, por lo que tuviste que actuar rápido. Rápidamente lo pateaste de nuevo, pero esta vez tan fuerte como pudiste. Volvió a golpear el armario y lentamente se dejó caer al suelo. Te acercaste a él y viste sus ojos cerrados. ¿Tal vez lo noqueaste?
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Te encontraste en el coche de tu madre, conduciendo con una bolsa de lona negra a tu lado y un cuchillo cerca. Asumiste que simplemente noqueaste a la muñeca y ahora necesitabas deshacerte de ella. Así que encontraste las llaves del coche de tu madre y decidiste llevarlo lo más lejos posible.
En este punto, habías estado conduciendo durante horas. Tus ojos se estaban poniendo caídos, pero no te detenías, no a menos que fuera absolutamente necesario.
Alrededor de una hora más tarde, la bolsa comenzó a moverse y podía escuchar gruñidos provenientes de ella, por lo que detuvo rápidamente el coche. Alcanzaste la bolsa y abriste la puerta del pasajero antes de agarrar la parte trasera y tirarla a un lado de la carretera. Podías oírlo gemir por el contacto con el suelo, pero no te importaba.
"Hasta luego Chucky". Murmuraste antes de cerrar la puerta de golpe y marcharte.
No sabías que esa no sería la última vez que verías a ese muñeco Good Guy. Porque ahora, quería atraparte entre sus manos.
