Beethoven (Adrichloe)

Capitulo 1

''Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos''-Julio Cortázar.

La primera vez que entré en Juilliard no podía tragarme que había sido aceptada en esa escuela, y eso fue hace dos semanas atrás. El primer día los nervios se apoderaron de mi, haciéndome sentir náuseas y dolor de cabeza. Es decir, estaba viviendo el sueño americano. Los mejores músicos, dramaturgos y bailarines eran seleccionados para estudiar en el conservatorio. Era todo un trámite y osadía para ser aceptada. Enviar vídeos, ensayos, cartas de recomendación y realizar una audición en vivo para los mejores docentes y artistas del conservatorio. Toda una travesía que en un principio pensé que jamás lo conseguiría pero siendo tradición en nuestra familia, no había mucho de que pensar y/o preocuparse. La primera semana fue de inserción, donde los profesores se presentaban, y explicaban los objetivos de los cursos; y poco a poco los novatos - osea yo y mis compañeros de primer semestre - fuimos ganando.

-¡Me voy!-Anuncio a mis padres mientras abro la puerta y la cierro para salir disparada al metro. Aún cuando informaba a mis padres que me marchaba, ellos ya estaban en el trabajo y probablemente solo Jennie se encontraba en la casa durmiendo.

La familia Bourgeois era de artistas. Mi mamá era artista de la pintura. ¿Jennie? Era actriz en ascenso con un sueño de ser seleccionada en obras de Broadway ¿Papá? Un pianista reconocido porel país y por Europa. ¿Yo? Acabo de entrar a la escuela de danza de Juilliard ¿Mi gran sueño desde pequeña? Ser descubierta por la academia Vaganova de Ballet. Sigue siendo un sueño, de todos modos. Se requiere años de preparación para ser bailarina de ballet. Por ahora me conformo con hacer baile moderno.

El celular me vibra mientras entro a la línea de la Séptima Avenida-Broadway y camino al tren que me deja en la estación 66th Street; a unas cuadras de Juilliard.

''¿Ludovico hoy a las 7 de la tarde?''

Nathaniel Kutzberg un español que ha conseguido entrar al bachiller de danza en el conservatorio, me ha enviado el mensaje. Él y Marinette no han sido más que amable conmigo y ya que somos compañeros en varias clases compartimos mucho tiempo juntos; y eso nos ha llevado a ser más cercanos. Sin contar todos los días que nos hemos quedado bailando en la sala de ensayo con espejo, exclusiva para los estudiantes de bachiller de danza.

''Me apunto. Paso por ti a las 6: 15 :) ''

El concierto es hoy en el Alice Tully Hall, la sala de concierto para música. Se presentaba un compositor y pianista italiano. No sabía mucho de él hasta que Marinette comenzó a reprocharme y regañarme por no conocer de Ludovico Einaudi; por poco comienza a hacerme una escena en medio de la clase de ayer cuando un profesor de música entró con volantes para hacernos una invitación en la sala de concierto. ME dio una pequeña clase con todas sus mejores composiciones. No mentiré. Me encantaba saber de música pero prefiero la danza, definitivamente.

-¡Lo siento!-Susurré sacándome el audífono de mi oído cuando me tropecé con un hombre mayor con canas al entrar al primer vagón que tuve a la vista. Él me miró con el ceño fruncido y se hizo a un lado para dejarme pasar. Llevar mi bolsa llena de cuadernos y ropa para la hora de bailar me dificultaba un mundo poder caminar con toda esta gente a mi alrededor. Además de esta sudando como un cosaco,estaba siendo apretada por la gente que se subía en cada estación.La voz de la mujer en los altavoces de pronto se escuchó diciendo mi estación-Permiso. Permiso. Gracias.

Sonreí educadamente mientras seguía a la multitud salir del vagón ¡Listo!He conseguido salir invicta otro día más. Odiaba no poder usar mi auto estas semanas, pero Candy estaba en el mecánico. Era un hermoso Peugeot 207 de segunda mano. André, mi padre me dijo que lo había llevado donde pagó como un 20% menos de lo que le cobraba el vecino.Así que solo me queda esperar para ir a buscarlo, ya que papá prometió solo llevarlo al mecánico. Caminé todo el tramo que me quedaba al conservatorio escuchando el nuevo álbum que había sacado Kings of Leon. Era mi grupo favorito, el único grupo que pagaba para ir a ver un concierto- Sin olvidarme de The Kooks, por supuesto. Unos minutos más y llegaría atrasada así que comencé a caminar a toda velocidad para llegar al salón.