Ossian
Llegué exhausto a mi apartamento, encontrándome con Mariana, que es mi mejor amiga y es la única que posee las llaves de mi apartamento. Al haberla visto con una botella en mano, supe inmediatamente que algo había sucedido entre ella y ese hombre, si es que se le puede llamar así.
—¿Qué tienes?
—Ese maldito ni me ha llamado para disculparse. ¿Puedes creerlo? Han pasado más de tres meses desde que tuvimos esa discusión. ¡Así de mucho le importo! Pero claro, si se tratara de ese imbécil de Steven, ya hubiera ido tras él para arreglar las cosas.
—¿Verdaderamente crees que esos dos se traen algo?
—No lo creo, estoy segura. Tengo entendido que ya no es su asistente, pero se sigue viendo con él. Con ese tipo jamás muestra una expresión de disgusto o de asco como lo hizo conmigo cuando nos casamos. Gracias a Dios no pudiste ir ese día, fue tan vergonzoso y humillante. Estamos casados y ni siquiera me ha dejado tocarlo. No hemos consumado el matrimonio todavía.
—¿Y por qué simplemente no te olvidas de él? Aún estás a tiempo de disolver ese matrimonio que tan infeliz te hace y de conseguir a un hombre de verdad.
—No, no pienso hacerlo. Juré que me las pagaría y pienso cumplirlo. Ayúdame, por favor, Ossian. Hemos sido amigos desde la secundaria.
—¿Y cómo se supone que puedo ayudarte?
—Él está buscando asistente.
—¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
—Yo siento que eso de la condición que dice tener es mentira, que si me ha evadido y me desprecia tanto es para ocultar sus preferencias. Lo he notado. Siempre he estado bien al pendiente de las miradas que le daba al que era su asistente. Esos dos eran como uña y mugre y aún ahora lo siguen siendo. ¡A mí no me verá la cara de idiota! Quiero desenmascararlo. Quiero que sus padres se enteren de que él les está tomando el pelo, fingiendo tener algo que no tiene. A mí ningún hombre me había rechazado de la manera más vil que lo hizo él.
—A mí no me metas en eso, Mariana.
—¡Por favor, Ossian! Yo te ayudé con Charlie y jamás te pedí nada a cambio. Entiéndeme, estoy desesperada. No puedo soportar esta humillación y desprecio más tiempo. Necesito hacerle pagar por haberme mentido y el haberme usado como quiso. Solo necesito que te acerques a él, que averigües la verdad para mí. Tú eres hombre, obviamente se sentirá en más confianza contigo. Además, solo está aceptando hombres para ocupar ese puesto, sino ya le habría pedido este favor a Belinda. Eso solo confirma mis sospechas.
—¿Y si me reconoce? ¿No has pensado en eso?
—A él nunca le han importado mis amistades. De hecho, nada de mí le importa. Además, él no te ha visto de frente, ¿o sí?
—No, que yo sepa.
—Entonces ayúdame, ¿sí? No pasará nada malo. Eres muy bueno actuando, a eso te dedicas en las noches, ¿no?
—No es lo mismo.
—Tan pronto obtengas la información que necesito, daremos por terminado esto.
—¿Y qué pasaría si no cumplo con sus requisitos? No tengo experiencia como asistente.
—Eso es lo de menos. No es un trabajo complejo. Son tareas y actividades básicas. Quiero que te vistas y actúes como su otro asistente, créeme, eso le llamará mucho la atención.
—Yo no conozco al que era su asistente.
—Pero yo sí. Te ayudaré con eso.
—En los líos que me meto por ti.
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Si No Puedo Tocarte [✓]
RomanceDesde la repentina renuncia de su empleado de confianza; el vicepresidente ha estado en busca de alguien competente que pueda llevar el liderazgo y cumplir las tareas de manera eficaz, del mismo modo que su exempleado logró ejecutar sin problema alg...