•El trastorno obsesivo compulsivo de limpieza y orden (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza, por un lado, por pensamientos intrusivos recurrentes (obsesiones) sobre la contaminación, suciedad, gérmenes, limpieza y sobre la necesidad de que las cosas estén en el orden "correcto" y, por otro, por actos o conductas repetitivas (compulsiones) como limpiarse las manos, ropa, casa, ordenar objetos, etc. La persona realiza estas conductas para evitar el malestar (ansiedad) que los pensamientos obsesivos le provocan. El TOC de limpieza y orden es uno de los TOC más habituales.•
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«Tú tienes la fuerza para controlar el miedo, no puedes permitir que él te controle a ti, Tommy».
Esas son las palabras que han quedado grabadas en mi cabeza y que me repito constantemente en el intento de creer en mí; en mi fuerza de voluntad para salir del mismísimo abismo en el que me encuentro, pero mis intentos han sido infructuosos.
Esos pensamientos no salen de mi cabeza; esas pesadillas siempre me atormentan. Los gérmenes están en todas partes y en cada superficie. Todos a mi alrededor están contaminados y solo puedo luchar para evitar contagiarme.
Mis constantes luchas por mantener distancia de todos, no han rendido sus frutos. Las personas no entienden la gravedad del asunto. Todos me llaman loco; incluso mis padres lo hacen.
Siento que todas las cargas se han ido acumulando desde el momento en que acepté casarme con Mariana. Creí que sería suficiente para demostrarle a ellos que no soy una deshonra para la familia, que estoy lo suficientemente capacitado para liderar y tener el control absoluto de la empresa.
—No llevamos ni dos días de casados y te niegas a ponerme un dedo encima. ¿Tienes una idea de la vergüenza que pasé el día de nuestra boda? Todos nos miraron extraño, viendo con el asco que me trataste. ¿Qué es lo que soy para ti? ¡Dime! ¿Por qué aceptaste casarte conmigo, si no vas a tratarme como tu esposa, sino como una bolsa de basura? ¿Por qué aceptaste casarte conmigo, si no vas a cumplirme como hombre?
—Solo dame tiempo, Mariana.
—¿Tiempo? ¿Cuánto más? Llevamos dos años de pareja y casi dos días de casados, y nada ha cambiado. ¿Cuánto tiempo más debo esperar por ti? ¿Cuánto más planeas humillarme frente a la gente? Ni una sola vez he podido tocarte o besarte. Somos pareja y pareciera que somos dos completos desconocidos. ¿Por qué aceptaste casarte conmigo si ibas a tratarme así? Tengo mis sentimientos, ¿sabes?
—¿Quieres una respuesta? Está bien, te la daré, aunque te lo advierto, es probable que no sea lo que esperas escuchar.
—Habla de una vez.
—En primer lugar, si acepté casarme contigo era para demostrarme a mí mismo que era capaz de hacerlo. Y claro, demostrarle a mis padres que estoy capacitado para continuar liderando la empresa, y con ello, tener una vida supuestamente normal, de la que ahora solo apesta a mierda. Te considero una buena persona, también a tu familia, por esa misma razón, no quise dejarte plantada.
—¿Y ahora lo dices, así como así? ¿Estás diciendo que solo me has utilizado por todo este tiempo?
—Sí, eso dije.
—¡Eres un cobarde, desgraciado! — intentó golpearme, pero desaparecí de su campo de visión—. Esta humillación no se va a quedar así. Te lo juro — salió como alma que lleva el diablo de la casa.
Rocié el pulverizador en el aire, con la intención de desaparecer todas esas diminutas partículas que había alrededor. La situación no podía seguirla alargando. No soporto tener a esa mujer cerca. Me pone tenso el solo imaginar que sus sucias manos logren tocarme.
Todos ven mi rutina diaria como algo excesivo. Nadie más me comprende mejor que Steven, por esa misma razón me cayó como platillo en la cabeza su carta de renuncia. Tenía presente que, desde que conoció a su actual esposa, su comportamiento y rendimiento cambió radicalmente. Esa mujer fue quien lo cambió y lo alejó de sus deberes.
—¿De qué se trata esto, Steven?
—Como le había comentado, próximamente estaré inaugurando mi propio restaurante. ¿Lo olvida? Ya habíamos hablado al respecto.
—Sí, pero quedaste en avisarme con tiempo.
—Y lo hice.
—No, no lo hiciste. No puedes abandonar tu puesto como si nada.
—No me iré hasta que encuentre a alguien más para que tome el puesto. Jamás lo dejaría en el aire luego de todo lo que hizo por mí. Deseo aprovechar el momento para agradecerle por la oportunidad que me dio de trabajar con usted. Han sido muchos años que me han servido para crecer y adquirir más conocimiento en diversas áreas. Como entenderá, estoy a nada de cumplir con mi mayor sueño y quiero entregarme de lleno a el y vivirlo a plenitud junto a mi esposa.
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Si No Puedo Tocarte [✓]
RomanceDesde la repentina renuncia de su empleado de confianza; el vicepresidente ha estado en busca de alguien competente que pueda llevar el liderazgo y cumplir las tareas de manera eficaz, del mismo modo que su exempleado logró ejecutar sin problema alg...