Capítulo 23.- Entre el amor y el odio

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Los personajes de Bleach son de Tite Kubo.

Historia inspirada en la película mexicana "Negro es mi color" (1951)


EL AMOR NO TIENE COLOR.

 

CAPÍTULO VEINTITRÉS.- ENTRE EL AMOR Y EL ODIO.

 

El cuarto de hospital estaba en silencio completamente, el ambiente era tenso y cargado de muchas emociones. Ahí estaban frente a frente, miradas azules y violetas se encontraron.

―Grimmjow. ―susurró Rukia con sorpresa, pero a la vez con rencor. 

―Rukia. ―dijo alegre el chico por volver a ver a la persona que ahora era la más importante para él.

Grimmjow la miraba fascinado, ella había cambiado de aspecto, traía el cabello más corto, lo que la hacía ver más madura y hermosa. Nunca se imaginó tener tanta suerte para encontrársela así de repente. La miró con alegría y le regaló una sonrisa sincera, los sentimientos que tenía por ella no habían cambiado, la seguía amando.

Rukia lo miraba desconcertada, ni en sus más recónditos sueños había visto la posibilidad de verlo otra vez, al menos no de esa forma.  Y a pesar de que él le sonrió, de su parte no hubo ni muestra de emoción, lo seguía mirando fríamente, a pesar de que en ella se daba una lucha de sentimientos, odio, resentimiento, tristeza  y dolor eran los que más predominaban. Pero también había un atisbo de un sentimiento que ella se negaba a aceptar y que había querido borrar durante todo este tiempo, ¿amor?

No, no era amor, se obligó a creer, ella no podía, no debía amarlo, no después de lo que le hizo, fue entonces cuando  recordó aquella noche en que fingió su boda, y de nuevo volvió a sentirse  usada y denigrada, pues ignoraba que esa noche no había pasado nada entre ellos. Grimmjow vio como ella apretó sus puños.

― Rukia. ―dijo él tratando de pararse, pero el dolor en su herida se lo impidió. Esta vez su tono de voz no demostraba su indiferencia  característica, en su lugar denotaba una extraña mezcla de alegría y amor.

―Nunca pensé volver a verte. ―mencionó ella con desprecio, acercándose lentamente tratando de que sus emociones volvieran a controlarse.

―Regresé por ti. ―reveló él. ―porque te amo. ―ya no lo podía callar más, había aguardado mucho tiempo para decírselo.

Rukia se estremeció al oír esas palabras, era la segunda vez que las escuchaba de él, y por un momento le parecieron tan reales.

―No me hagas reír. ―le contestó irónica. ―No creas que sigo siendo la misma ingenua que creyó en tus palabras. ―Grimmjow  se sorprendió al oírla hablar con tanta rudeza, pero no la culpaba, aunque había esperado que al leer su carta lo hubiera comprendido un poco.

―No estoy mintiendo. ―señaló e intentó incorporarse, pero nuevamente el dolor se lo impidió. ―De verdad...te amo. ―dijo poniéndose la mano en su herida y con un gesto de dolor. ―He cambiado por ti, te lo dije en la...

―No me interesa escuchar tu palabrería barata, seguramente es la que utilizas para tus conquistas. ―le interrumpió Rukia, pues temía que él pudiera envolverla con sus engaños otra vez. ―La misma que utilizaste para hacerme creer que me amabas y que te querías casar conmigo. ―le dijo con ira y reproche.

―Estoy arrepentido. ―expresó él de forma sincera, mientras Rukia preparaba la anestesia local que le aplicaría para poder suturar la herida y limpiar la quemadura, que no era profunda.

El amor no tiene colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora