Capítulo 39.- Preludio a la tormenta

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Los personajes de Bleach son de Tite Kubo.

Historia inspirada en la película mexicana "Negro es mi color" (1951)

                                                        EL AMOR NO TIENE COLOR.

CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE.- PRELUDIO A LA TORMENTA.

Ya era de noche, las estrellas y la luna en cuarto creciente resplandecían en el cielo nocturno, una suave brisa soplaba llevando hasta sus fosas nasales un delicado olor a gardenias.

Ella veía la magnífica vista recargada en el barandal del balcón de su habitación, suspiró mientras secaba su cabello violeta con una toalla blanca, el día había sido agotador para ella, por lo que tomó un largo y reconfortante baño apenas y llegó a su casa.

Como era costumbre sus padres no estaban, habían salido de viaje desde temprano, ni siquiera habían llamado para saber cómo estaba. Se la habría podido comer un oso y ellos ni enterados. A veces, como ahora, se preguntaba si realmente sus papás la querían.

—Ya no sé de qué me sorprendo. —murmuró Senna con pesar, dejando caer algunas lágrimas, el que estuviera acostumbrada a la falta de atención de sus padres no hacía que fuera menos doloroso.

Entró a su habitación en penumbras, puso la toalla sobre el respaldo de una silla y se dejó caer sobre su cama, estiró el brazo hacia el buró para alcanzar su celular. Buscó en sus contactos hasta dar con el nombre de él, en ese momento quería hablar con alguien para desahogarse, para olvidar por un momento que estaba sola.

Apretó la tecla verde con un teléfono dibujado, el tono se escuchó, pero al reparar en a quien le había marcado colgó enseguida. No tardó ni dos minutos para que le devolviera la llamada.

Ella tomó el celular y observó que en la pantalla se mostraba el nombre de Kira Izuru, dudó en contestar y al final terminó por oprimir el botón rojo, dejó el celular a un lado de ella, la melodía que tenía como timbre se siguió escuchando.

—Kira. —susurró la chica poniéndose de costado. Los recuerdos de la tarde no se hicieron esperar.

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La idea de escuchar cantando a Ichigo la emocionó mucho, pero conforme él cantaba mirando a Rukia una fuerte opresión en el pecho se iba formando en ella, no sólo era la forma en la que cantaba, era como la veía, como le sonreía; a ella nunca le sonrió, nunca la vio así, a ella nunca la amó.

Era doloroso para ella estar ahí, ella que siempre estuvo a su lado amándolo en silencio, esperando el día en que se fijara en ella, así que no aguantó más y se dirigió al bosque sin que nadie notara su ausencia, o al menos eso creyó.

Cuando Kira la buscó con la mirada y al no encontrarla se preocupó mucho, así que fue a buscarla.

La encontró llorando sentada bajo un frondoso árbol.

—Senna. —le susurró afligido, no le gustaba verla así, lentamente se acercó a ella.

—Vete. —le indicó. —déjame sola.

—No, sé que no te gusta estar sola. —comentó Kira agachándose frente a ella.

—¿Por qué? —le preguntó llorando. —¿por qué él también me dejó? —Kira vio sus ojos anaranjados llenos de lágrimas y sintió una opresión en el pecho.

—Él no te dejó, pero ahora está enamorado y...

—Ella me lo quitó. —interrumpió Senna. —Rukia tiene al doctor Kaien y a ese chico Grimmjow que la aman. —comentó mientras seguía sollozando. — también tiene a el doctor Urahara que se preocupa por ella y tiene a sus padres, tiene al doctor Byakuya que no duda en defenderla. Yo no tengo nada. —le dijo viéndolo a la cara y con gestos de dolor. —yo sólo tenía a Ichigo, en él me refugiaba cuando estaba triste, cuando tenía ganas de llorar. —añadió agachando la vista. —Y ella me lo quitó, me quitó a la única persona que se preocupaba por mí. —dijo llorando y cubriendo su cara con sus manos.

El amor no tiene colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora