Capítulo 41.- Tormenta

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Los personajes de Bleach son de Tite Kubo.

Historia inspirada en la película mexicana "Negro es mi color" (1951)

EL AMOR NO TIENE COLOR.


CAPÍTULO CUARENTA Y UNO.- TORMENTA

Ese día por la tarde, Ichigo se encontraba sentado en el sillón cuando el timbre de la puerta sonó, se levantó para abrir. Esperaba estar haciendo lo correcto a pesar de que tuviera una sensación desagradable.

—Nozomi. —dijo poniendo cara de sorpresa por verla ahí. La botella y las dos copas que llevaba en la mano sólo aumentaron su desagrado.

—¿Puedo pasar? —preguntó ella con una sonrisa y voz seductora.

—Claro...pasa. —respondió él conteniéndose para no hacer una escena en ese momento, tenía que esperar hasta el final.

La puerta se cerró tras ella. Vio que la casa lucía acogedora y ordenada, al menos hasta que ella comenzará la acción. Sonrió con lujuria ante sus pensamientos aprovechando que Ichigo no podía verla, ya que seguía a sus espaldas. Dejó la copa y la botella en la mesa de centro y se volteó hacia Ichigo.

—No esperaba verte aquí. — confesó Ichigo sentándose en el sillón de una pieza.

—Kaien me dio tu dirección, espero no te moleste. —sonrió Nozomi fingiendo inocencia.

—Claro que no, eres bienvenida en mi casa. —respondió Ichigo.

—Sabes, te he extrañado mucho. —comentó Nozomi caminando hacia él. —Siempre recuerdo los buenos momentos que pasamos juntos. —dijo sentándose en un brazo del asiento, rozando sus piernas con la de él.

—No fueron tantos como los que pasaste con Kaien. —respondió Ichigo haciéndose hacia atrás en el sillón y viendo hacia la puerta de la cocina que permanecía semiabierta.

—No hablemos de Kaien ahora. —pidió Nozomi agarrando con una mano su cara y volteándola hacia ella. —Vine para hablar de nosotros. —dijo acariciando el pecho del chico con la mano en forma seductora.

Un ruido seco se escuchó en la cocina, haciendo voltear a Nozomi. Ichigo se puso de pie inmediatamente.

—Dejé la ventana abierta. —explicó él. —seguramente el viento tiró algo, voy a cerrarla. —dijo y se marchó a la cocina.

Nozomi aprovechó para verter el líquido de la botella en las copas y agregarle a la copa de Ichigo un polvito blanco que sacó de un sobre que llevaba en su bolso. Luego de volver a guardar el resto del sobre, agitó la copa de Ichigo para que se mezclaran bien las sustancias. Volvió a dejar la copa en la mesa pero cerca de la orilla para no confundirse con la suya, que estaba en el centro.

Ichigo regresó de la cocina sobándose el brazo y se sentó en el sofá, frente a ella.

—Te serví una copa. —comentó ella señalándole con la vista su copa, mientras ella tomaba la suya.

—Gracias. —respondió Ichigo agarrando su copa y se la llevó a la boca. Nozomi sonrió satisfecha. Al momento de que Ichigo dejó la copa en la orilla de la mesa, esta cayó al piso regando su contenido.

Ichigo se paró y se perdió en el pasillo, Nozomi se imaginó que había ido por un trapeador. Aunque la bebida se tiró, él había tomado un trago y eso sería suficiente para sus planes, pensó divertida.

En ese momento su celular comenzó a vibrar, revisó el mensaje.

"Rukia ya llegó al edificio y va para allá. Senna".

El amor no tiene colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora