Capítulo 11.- Fiesta, celos y provocaciones.

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Los personajes de Bleach son de Tite Kubo.

Historia inspirada en la película mexicana “Negro es mi color” (1951)

Advertencia: AU, contiene OoC.

EL AMOR NO TIENE COLOR.

 

CAPÍTULO ONCE.- FIESTA, CELOS Y PROVOCACIONES.

Ya eran más de las siete cuando llegó al sitio donde se llevaría a cabo la fiesta, no tenía muchas ganas de ir, sin embargo se sentía comprometido a asistir. Bajó de su coche y le entregó las llaves al acomodador de carros. A penas dio unos pasos cuando al alzar la vista se encontró con ella, al principio no la reconoció pues llevaba otro peinado, pero sin duda era ella, así que se apresuró a subir los escalones para alcanzarla. Pudo oír que le pedían la invitación, pero ella no la entregó.

Rukia estaba angustiada pues no encontraba la invitación, sólo a ella le podía pasar esta vergüenza. Ya estaba por decir que no la llevaba cuando escuchó la voz de alguien detrás de ella.

―Ella viene conmigo. ―dijo la voz que reconoció al instante.

―¡Ichigo! ―exclamó asombrada cuando volteó a verlo. Él le sonrió y le entregó la invitación al hombre de la puerta. Como quería entrar a la fiesta no le quedó más remedio que ir con él.

―Bienvenidos y que disfruten la fiesta. ―comentó el caballero regresándoles la invitación y haciendo una reverencia.

Después de ofrecerle el brazo, Ichigo condujo a Rukia hacia el interior del salón, que estaba bellamente adornado con motivos dorados. Ella lo vio de reojo, tuvo que aceptar que se veía muy guapo con ese traje negro, camisa morada y sin corbata. Pero inmediatamente alejó esos pensamientos.

―Así que intentabas colarte a la fiesta. ―expresó él mientras caminaban. ―Nunca lo pensé de ti. ―bromeó.

―Claro que no idiota. ―le respondió enojada. ―Se me olvidó la invitación.

―Claro. ―dijo él con ironía. ―Es muy frecuente que ocurra eso.

―Claro que tenía invitación. ―se defendió enfadada. De pronto se le ocurrió algo para molestarlo y hacerle pagar por su comentario. ―El doctor Urahara me la envió hoy y me escribió una nota pidiéndome que no faltara. ―reveló con arrogancia.

A Ichigo se le borró la sonrisa del rostro, la llevó a una esquina y se giró frente a ella.

―¿Por qué no quisiste venir conmigo, pero si aceptaste su invitación? ―le preguntó molesto.

―Porque no tuve más remedio. ―respondió Rukia.

―Explícate.

―No tengo porque darte explicaciones. ―le dijo molesta. ―¿A ti que te interesa lo que haga o no? ―le confrontó.

―Me afecta y mucho. ―le respondió él. Ella lo miraba con severidad ―¿Qué no lo entiendes Rukia? ―le preguntó tomándola por los hombros. ―Me estoy muriendo de los celos. Tú me interesas mucho más de lo que me imaginé. ―le dijo sonrojado. ―Yo te quiero. ―le confesó. Rápidamente la soltó y se volteó para evitar que lo viera así. Todavía no podía creer que en tan poco tiempo Rukia hubiera logrado desarrollar en él ese sentimiento, pero no lo podía callar más, de verdad la quería, ansiaba estar con ella, protegerla y hacerla feliz.

Rukia se quedó sorprendida y su corazón comenzó a latirle con fuerza, pero inconscientemente tomó el anillo que le colgaba en el cuello y se acordó del chico de cabello azul.

El amor no tiene colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora