Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x Asterie

16. Dolor

Disclaimer: Los Vengadores no nos pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan nos pertenecen. 

NOTA: Negritas en ruso. 

—¡MUEVÁNSE!—gritaba la Viuda Negra cargando sus muñequeras a toda velocidad—Algo debe estar pasando allá y si no llegamos puede ser muy tarde

En otras circunstancias el Capitán América habría sentido que los nervios de su compañera estaban por las nubes pero la verdad era que él solo podía martillarse su mente con los gritos de auxilio de su hermano del alma. Y lo que sí tenía claro en que en sus planes definitivamente no estaba perder a Bucky otra vez.

—¿Dónde carajos están?

La pelirroja terminó de ajustarle los nuevos implementos que todos debían llevar en el traje mientras que él le cargaba los bastones directamente en su espalda, con las manos temblándole a más no poder, aspecto que no fue ignorado por la espía, quien acabó tomándole la mano en un intento de calmarlo, juntando su frente con la de ella.

—Los vamos a encontrar—susurró el ojiazul aunque no sabía si lo decía más por calmarla a ella que a él mismo—Los vamos a encontrar y todo va a estar bien...

Steve repetía aquellas palabras como un mantra, buscando tranquilizar a Natasha y a sí mismo.

—Pues más vale que así sea, Steve, porque te aseguro que si algo le pasa a alguno de esos dos no voy a perdonármelo nunca en mi vida.

—Rogers—llamó Yelena—Barnes dijo que tú sabías a donde ir, ya puse mi tarjeta y orden para sacar un Quinjet, solo necesito que ordenes.

El rubio solo asintió, tomando el escudo y saliendo de la habitación de María Hill con todo el equipo detrás de él. Los padres de Natasha habían aceptado quedarse para monitorear toda la operación desde ahí junto a la doctora Hellen. únicamente los seis originales junto a Yelena tenían insertados rastreadores de la más alta gama que Melina había logrado crear en Rusia, puesto que ya sabían que el lugar debía ser desértico para que los robots no registraran señales de Bucky y de Wanda. Steve Rogers solo tenía una opción como posible destino y lo único que rogaba mientras colocaba las coordenadas en el radar era que estuviese en lo correcto y pudiera llegar con todo el equipo.

—¡ERES UN MALDITO DESGRACIADO!

El soldado del invierno, con un labio roto y quizás una costilla, todavía seguía enfrascado en una pelea cuerpo a cuerpo con el general que creía de ascendencia turca, con los latidos sin duda a punto de romperle los oídos. Había dejado de sentir la voz de la Bruja Escarlata en su cabeza y eso solamente hacía que sus signos se alterarán más. Se sentía perderse a sí mismo, igual que pasaba cada vez que H.Y.D.R.A experimentaba con él. Sus manos estaban ensangrentadas y a cada puño que otorgaba su brazo de metal, la sangre bañaba el suelo.No supo en qué momento, no pudo ver el momento en que aquel hombre dejó de respirar y sus ojos se quedaron abiertos en el gélido recuerdo de la muerte. Lo que sí tenía claro era que había vuelto a perder el control.

—No soy el soldat—repitió para sí mismo—Soy James Buchanan Barnes y tengo que buscar a Wanda.

En medio de la pelea con el soldado de ISIS había perdido a la Bruja Escarlata. Con el corazón a tope, intentaba convencerse a sí mismo de que ella estaba en bien; la había visto de reojo pelear con otros soldados que estaban en el lugar. Confiaba en que sus compañeros llegaran, pero sabía a ciencia cierta, que en esos momentos, estaban solos.

—¡Carajo, Stevie! ¡Apúrate!

Iba a girar en una esquina cuando encontró a la persona que estaba buscando. Alrededor de varios cuerpos, estaba el de Wanda, en una posición nada cómoda. Bucky se arrodilló frente a ella, congelado por el pánico.