Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x Asterie

21. Miradas

Disclaimer: Los Vengadores no nos pertenecen, son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personajes que no conozcan, nos pertenecen. 

  En otra parte de la base, James caminaba junto a Sam Wilson, ambos iban en silencio, sumidos en sus propios pensamientos.

—¿Por qué no puedo ir a buscarla?

—Ya sabes lo que ha dicho Banner, Bucky—dijo Falcon—Wanda necesita estar descansando; él le va a ayudar en la meditación, necesita tener espacio y todo el control necesario para hacer las cosas bien, además así nos ayudará a encontrar a ISIS.

Bucky bufó, apretando con fuerza el brazo metálico.

—No es justo, ¿sabes?—se giró el hombre—Al menos debería poder verla, ha sufrido mucho...—dijo con firmeza—Yo debería poderle ayudar, no tiene porque pasar por todo esto sola.

—Siento que me voy a arrepentir mucho de esto—suspiró Sam—Te acompañaré, pero no hagas nada loco, ¿está bien? Ustedes dos juntos, aún no lo creo...van a ser un peligro.

El Soldado del Invierno sonrió sin poder evitarlo, cada momento que habían pasado separados solamente ayudaba a intensificar los sentimientos que tenía por ella.

—Te lo agradezco mucho, Wilson—dijo, palmeándole la espalda—Eres mejor amigo de lo que creí.

Los dos rieron, y Falcon caminó por el complicado laberinto de los laboratorios Stark hasta llegar a la sala donde se encontraba Wanda, sentada con las piernas cruzadas frente a Bruce, ambos con los ojos cerrados, en pleno estado de concentración.

—¡Hola, Bruce!—saludó Sam—¿Será que tu alumna podrá tener un descanso?

—¡James!—soltó la Bruja, abriendo los ojos.

Bucky sonrió con coqueteria, extendiendo una mano para tomar la de Wanda, quien se levantó; saliendo de la caja de contención y tomando su mano. Aún se sentía muy perturbada por todo lo que había vivido con ISIS, pero necesitaba un poco de normalidad para encontrar respuestas. El Sargento no perdió el tiempo para atraer a Wanda hacia sus brazos.

—¿Cómo te sientes, corazón?

—Podría dormir todo el día...—aseguró la hechicera—pero estoy bien, no es nada que yo no pueda superar.

—Sabes que no estás sola, ¿verdad?—susurró el sargento—Nosotros podemos ayudarte.

Wanda se estremeció, había estado soñando con que Pietro le decía esas exactas palabras pero se repetía una y otra vez que no eran ciertas; pues su hermano se había ido y no volvería a escucharlo.

—¿Wanda?—dijo Bruce, con preocupación—¿Segura que te sientes bien? Puedes volver a la cabina de contención cuando sea necesario...

—Estoy bien, Bruce—respondió con serenidad—Solamente es el cansancio acumulado. Sé que me tengo que quedar a dormir aquí, pero desearía un momento a solas con James.

Sam y Bruce los vieron con comprensión, después de tanto tiempo rechazados por la sociedad, finalmente habían encontrado un lugar entre los Vengadores, y en los brazos del otro.

—¿No tienes hambre?—cuestionó Sam—¿Por qué no vamos a buscarles algo de comer?

—Me parece buena idea...—dijo Bruce—F.R.I.D.A.Y. nos avisará si algo más pasa, ¿de acuerdo?

La pareja asintió con la cabeza, viéndose fijamente. Realmente, no les estaban prestando mucha atención. Wanda no dejaba de mirar los hermosos ojos de James, asegurarse que estaba con ella, anclándose a la tierra.