Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x Asterie

13. Herida Abierta.

Disclaimer: Los Vengadores no nos pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solamente la historia y los personajes que no reconocen son nuestros. 

—Me parece excelente que estén todos reunidos aquí.

Los Vengadores, sentados en el jardín, de inmediato levantaron la vista. Nick Fury, seguido de Coulson y Lance Hunter, los veían expectantes, con marcadas ojeras bajo los párpados. Porque si bien ISIS no había vuelto a reportarse en las últimas 3 semanas, más allá de causar algunos estragos en plazas públicas, no tenían mas que los documentos que Yelena, Wanda y el soldado del invierno habían sacado de aquella bodega. Y parecían casi como una broma en frente de ellos: con sus informaciones privadas, bienes y contactos, de casi todo el equipo.

—Espero que traigas algo bueno, Nick-—comentó la Viuda Negra con los ojos entornados—Porque de lo contrario, te lo aseguro que todos estamos al borde de terminar en el ala psiquiátrica de S.H.I.E.L.D.

—Bueno, es mejor que no lo hagan al menos por ahora, Romanoff

El hombre les entregó a cada uno una carpeta que ojearon con detenimiento. El rubio y la pelirroja con más atención que los demás.

—¿Qué se supone que es esto?—El soldado comenzaba a ponerse rojo de la ira y apretaba los puños-—La agente Romanoff y yo nos encargamos de que no quedara absolutamente nada de ese cuartel hace años.

Los dos compartieron una mirada discreta por encima de las carpetas, una mirada que se desvió tan rápido como había aparecido. Ambos sin querer estaban pensando exactamente lo mismo. Sin duda alguna, la misión que los había involucrado en la persecución del soldado del invierno sería la que siempre sería su eje central, la que los llevó a donde todo comenzó.

—Oh Dios mio... Dios mio...

Los oídos del primer Super Soldado pitaban con dolor. Sus músculos ardían pidiendo un descanso luego de haber soportado la caída de todos los escombros de aquel edificio sobre él y su compañera.

"Natasha" pensó de inmediato tosiendo y dándose la vuelta para verla desmayada sobre los trozos de hormigón que apenas se mantenían en pie.

—No mueras—susurró sutilmente contra su oído, tomándola con cuidado en sus brazos y con los latidos vibrándole en cada arteria del cuerpo.

Sus ojos no dejaron de cristalizarse un momento, pensando en cómo ambos habían terminado así, arrastrados a la mitad de la nada, siendo perseguidos incluso por la empresa que decía buscar lo mejor para el mundo. Reducidos a cenizas, luego de ser Los Vengadores, los mayores héroes del mundo.

"Tiene que vivir, tengo que decirle lo que siento".

Las luces aparecieron en su campo de visión, y usando toda su fuerza de voluntad comenzó a correr por más que sentía que el dolor lo desgarraría en cualquier momento. Cerrando su propio ser a los sonidos de las sirenas, de las hélices de los helicópteros y de las voces del que había sido su propio equipo, puesto que las sentía susurrando a su lado. Se dejó caer de rodillas frente a un campo que estaba cerca al barrio donde había jugado tantas veces con Bucky, dejando a la viuda negra en el suelo mientras él se agarraba la cabeza con las manos y comenzaba a temblar, sintiendo por primera vez cómo el miedo comenzaba a apoderarse de cada fibra de su ser. La espía abrió los ojos, retorciéndose del dolor como primer reflejo. y sentándose, observando atónita como el líder del equipo estaba perdido en su mirada, perdido en emociones que él no entendía pero que ella sí. Se arrastró con cuidado hasta quedar frente a él, extendiendo su mano para acariciar su mejilla y secar sus lágrimas en silencio, sin decirle ni una palabra.