29. Útero

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconzcan son mios. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Habían pasado tres meses y medio desde que descubrieron algunas de las intenciones de Loki, pero ni el dios de la travesura ni ISIS habían aparecido de nuevo, poniendo muy nerviosos a los Vengadores y el resto de sus colaboradores, que se mantenían en la base, con pocas misiones, para poder actuar si aparecían.

—Parece que Natasha ha aceptado bien la idea del embarazo—comentaba Laura Barton, mientras comían.

No había sido posible ocultar el embarazo de la Viuda Negra por mucho tiempo, parecía que el hijo que iba a tener con el Capitán América luchaba por demostrar su lugar en el mundo. Había sido necesaria la intervención de todos los Vengadores y los rusos para que Natasha dejara las misiones, pero fueron Bobbi y Laura las que negociaron con ella.

—Ha estado tan ocupada que no se ha dado cuenta de eso—apuntó Bobbi—¡Les dije que fue una buena idea ponerla a decodificar los documentos que llegaban!

—Tal vez no quiere aceptarlo y solo está en negación—comentó Yelena, molesta.

En esos meses, había intentado que su hermana dijera algo acerca de sus padres pero Natasha solamente los trataba con más frialdad.

—A Daisy le vino muy bien la ayuda, así puede estar en el campo de batalla más tiempo—continuó Clint, cambiando el tema—Al final, estos meses de paz nos han funcionado

Steve se sentía más tranquilo a pesar de los comentarios mordaces de los Agentes de S.H.I.E.L.D. Definitivamente, Natasha no era la embarazada que cualquiera se imaginaría, pero al menos no rechazaba a su hijo o hablaba acerca de deshacerse de él. Sintió un golpe en el hombro y se alejó de los agentes, viendo a Alexei.

—Tu esposa te está buscando, parece molesta.

El soldado se puso de pie rápidamente, Natasha era una mujer muy tranquila que no parecía tener muchos cambios hormonales por su estado, así que se apresuró a verla; seguramente se trataba de algo relacionado con la misión. Llegó a sus habitaciones, encontrándola sentada en la encimera, cruzada de brazos, con una enorme camisa suya que resaltaba su vientre abultado.

—¿Qué pasa, nenita?

Abrió los brazos cuando se acercó a ella y Natasha prácticamente se derritió en sus brazos.

—He intentado tomar una siesta todo el día y no lo consigo, joder—se quejó, haciendo un puchero—¡Incluso hice lo que Melina me dijo y no funcionó!

Steve besó sus labios y su frente, todo iba bien hasta que acarició su vientre. Natasha se alejó como si la hubiera lastimado, cosa que pasaba desde el día que se enteró del embarazo. El soldado no pudo hacer más que suspirar, un poco frustrado por aquello.

—¿Por qué no vas un rato a los jardínes, Nat?—le preguntó—A leer algo, o no sé...llama a Alexei que te cuente historias aburridas acerca del gulag para que puedas dormir.

Esto hizo sonreír a la espía, que lo tomó del cuello para besarlo apasionadamente antes de ponerse de pie e irse a cambiar de ropa. El soldado, por su parte, se dejó caer en el sofá, cerrando los ojos, hasta que escuchó la voz de F.R.I.D.A.Y. lo interrumpió.

—Capitán, tenemos avistamientos de Pietro Maximoff—dijo la voz mecánica—El sargento Barnes y el equipo de control ya se están reuniendo.

No esperó a despedirse de su esposa, porque ella también había escuchado; tomó su tableta electrónica y se dirigió a la sala de control con sus compañeros, donde tuvo una larga y poco fructífera charla con ellos.

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⏰ Última actualización: Mar 26 ⏰

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