18. Cristales

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Disclaimer: Los Vengadores no nos pertenecen, son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personajes que no reconozcan son nuestros. 

NOTA: Negritas en ruso. 

El resto de los Vengadores terminó por hacerle caso a Tony, dejando a Steve y Clint con Natasha. La espía estaba totalmente fuera de control, atacando a ambos hombres como si no los conociera.

—Nat...princesa—rogó Steve—¡Reacciona, por favor! ¡Yo sé que puedes hacerlo!

—¡Soy yo, Tasha!—decía Clint—¡Eres como mi hermana, somos mejores amigos!

Aquello no funcionaba, sí a caso, solo lograba hacer enojar más a la pelirroja; quien se lanzó hacía el arquero con violencia, pero él ya estaba preparado para recibir su embate, quitándose en el momento justo para que Natasha cayera de bruces al suelo.

—¿Qué está pasando aquí?—quiso saber Laura.

—¡No lo sabemos exactamente!—exclamó el arquero—¡Nat ha perdido por completo la cabeza!

Bobbi y Laura no tardaron en unirse a la lucha, entre los cuatro lograrían detenerla. Natasha parecía ser imparable, sacada de algún lugar que ellos no podían ver bien.

—¡TIENEN QUE DEJARME IR CON MI FAMILIA!—siseó en ruso—¡O LOS MATARÉ A TODOS!

Lo que ellos no sabían era que Natasha estaba en Cuba de nuevo, su mente completamente detonada. Corrió hacía Bobbi, pensando que era uno de los guardias de Dreykov, que iba a separarla de Yelena. Laura alcanzó a tirar de su hermana, provocando que la Viuda Negra se estrellara contra la pared, quedando inconsciente. Steve no perdió el tiempo para tomarla en brazos, corriendo con ella al ala médica.

—¡Se ha pegado en la cabeza!—dijo con desesperación.

Bruce se la quitó de los brazos, llamando a sus alumnos para que funcionaran como enfermeros para atenderla. Steve no se movió de la puerta, en ningún momento, tenso. Pronto, los otros tres agentes que se encontraban con ella llegaron, con la misma angustia en el rostro.

—¿Qué sabemos de ella?

—¿Ya llamaron a sus padres?

Habían pasado un par de horas cuando le permitieron a Steve sentarse junto a Natasha en la sala de curaciones. La espía tenía una venda en la cabeza y las manos atadas alrededor de la cama; como si estuviese presa; seguramente había atacado a alguien.

—Natasha, princesa, despierta, por favor—pedía Steve, apretando una de las manos de la espía—No puedes dejarme así, necesito volverte a ver; escucharte hablar.

Siguió hablándole por bastante tiempo, viendo cómo iba cayendo la tarde. Sin saber qué más hacer, comenzó a describirle a detalle los colores del atardecer, le hablaba de lo que significaban para él; de como deseaba pintarla algún día, si se lo permitía. Ese sería el mayor honor para él.

—¿S...Steve?

—Natasha, cariño...—el rubio sonrió, emocionado—¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Estás bien? ¿Qué pasó allá afuera?

Pero la Viuda Negra apenas le hizo caso, en cuanto abrió los ojos notó que algo más estaba pasando. Su peor pesadilla se había vuelto realidad y ella estaba en completa oscuridad. Escuchaba la voz de Steve, pero no lo veía. No había nada a su alrededor, todo era oscuro.

—Steve...Steve...¡NO VEO NADA!

—Debe ser por la venda, princesa—dijo el soldado, intentando tranquilizarla—Llamaré a la doctora Cho o a Bruce para que la quiten y verás que no es nada importante.

Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x AsterieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora