Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x Asterie

27. Carótida

Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personajes que no reconozcan son nuestros. 

NOTA: Negritas en ruso

—Pero, ¿qué están intentando hacer?—cuestionó Alexei, dándo vueltas por la habitación—¿Para qué quieren al chico? ¡Nada de esto tiene sentido!

Bobbi había dejado todos los papeles que recolectó frente a ellos, esperaba que Natasha estuviese allí para revisarlos y le preocupaba que su amiga no se encontrara cerca de los otros rusos, investigando acerca de la aparición de Pietro Maximoff.

—Tenemos que hablar con los demás—dijo Bobbi—¿Dónde están Natasha y Yelena?

Mientras los tres reunían a sus compañeros, Bucky intentaba consolar a Wanda pero aquella tarea le parecía imposible, parecía que ya no conocía a la mujer que estaba frente a él. La Bruja Escarlata se elevaba en el aire, sus manos extendidas como si estuviese buscando algo alrededor del univeros, sin tener éxtio.

—Wanda, pequeña...por favor, regresa a mi.

Bucky se dejó caer de rodillas al suelo, un golpe en el pecho le hizo perder el aliento, no entendía lo que estaba pasando; pero aquello había hecho reaccionar a Wanda, quien volvió en si solamente para ver al sargento caído.

—¡JAMES!—Su grito aterrador rompió el silencio, finas gotas de lluvia caían por su cuerpo cuando se arrodilló junto a él, poniendo su cabeza en el regazo—Mi amor, despierta...

Lentamente, el soldado abrió los ojos y la vio fijamente, sonriendo.

—¿Qué carajo fue eso?—preguntó el soldado para sí mismo—¿Estás bien, princesa?

Wanda soltó un sollozo y abrazó con fuerza al sargento, quien no tardó en aferrarse a ella de la misma manera. La hechicera no tenía ni idea de lo que había pasado, pero lo único que le importaba era escuchar la respiración del hombre acompasarse a la suya.

—Yo soy la que debería preguntarte eso—habló por fin, encontrándose con la mirada de James—¿Cómo perdiste el conocimiento?

—Solamente sentí un dolor aquí—dijo, tocando su pecho—pero podía verte, no era a mi...¡algo estaba pasando contigo!

—Yo estaba llena de dolor...—respiró Wanda, inhalando su aroma—pero entonces te sentí a ti...solo a ti.

Con sumo cuidado, James tomó a la bruja en sus brazos, llevándola hasta su habitación. Ninguno de los dos entendía qué estaba pasando, pero necesitaban estar juntos para sentirse un poco mejor. Una vez que la depositó en la cama, puso una cobija en su cuerpo y la tomó de las manos.

—¿Crees que de verdad sea tu hermano, mi amor?—preguntó Bucky, después de varios minutos en silencio—¿O es solo una trampa?

—Sé que es mi hermano, James; lo vi en sus ojos...pero jamás lo había visto tan lleno de odio y de rencor—de nuevo, volvió a sollozar—¿Por qué, James? ¿Por qué no vino a buscarnos cuando sobrevivió? ¿A mi? ¡A su hermana! ¡O a Clint! ¡Él nos ayudó más que todos!

—Esas preguntas solo las podremos responder cuando lo enfrentemos, preciosa—dijo James, quitándole el cabello del rostro—Supongo que es lo que quieres hacer, ¿no es así?

—Ni siquiera sé qué es lo que quiero—susurró Wanda, escondiendo su rostro en su pecho—pero creo que debo comenzar haciendo las cosas junto a mis compañeros. Temo que si voy detrás de ellos pueda meter a mi hermano en más problemas.

—Haces bien en hacerlo así, mi amor—Bucky besó la frente de Wanda—Somos un equipo; sé que tus poderes te permiten hacer todo... eres la más poderosa, Wanda---sus manos acunaron su rostro---Pero es precisamente por eso que necesito que nos permitas ayudarte. Te prometo que solucionaremos esto, mi amor---le aseguró, dejando que se durmiera en sus brazos.