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Domingo 15 de Octubre. 04:00am


Yoongi se colocó un abrigo, más sus pantuflas, para abrir la puerta, casi corrió por el pequeño patio delantero, y finalmente salió de casa. ¿Por qué? Jungkook le escribió diciendo que estaba fuera, solo quería verlo. Una vez más, tal vez la última.

Fue entonces que Yoongi tuvo que salir por él, y estaba en lo cierto, el chico se encontraba fuera, sentado sobre la acera, pasando todo el frío del crudo invierno, sin importarle demasiado.

Min suspiro agotado de todo, de lo mucho que le cansaba toda esa situación, de tener que elegir entre cosas totalmente normales para otras personas, molesto también, por tragarse el dolor, por tener que ser fuerte, quería olvidar todo, quería desaparecer, simplemente quería estar en paz.

— Levántate _— pidió llamando la atención del más alto_—

— Yoongi _— llamó pero no fue escuchado_—

— Solo vete a tu casa, que se supone haces aquí, viste la hora_— recriminó_
— vamos ¡vete ya! _—

— No me iré, si quieres entra, pero no me iré_— dijo el más alto_

Yoongi le miró con claro enfado, aunque en el fondo sólo quería abrazarlo, y dejar que todo siguiera con él a su lado.

La madrugada estaba oscura, así que sería mejor dejarlo pasar, por esa vez, no lo dejaría congelarse fuera, sabiendo lo obstinado que solía ser, jaló de su brazo para obligarle a entrar, cerró con seguro, y se dio la vuelta para continuar su actuación, dejarle en claro que ya no se debían nada.

Pero... la tenue luz de la bombilla, que posaba bajo Jeon, le permitió fijarse en sus ojos hinchados y rojizos, tras las largas jornadas de llanto a las que se sometió, su semblante devastado, más la clara tristeza que había visto en él.

Yoongi no dijo nada, el nudo en su garganta no se lo permitió, avanzó hasta llegar a la puerta principal con el mayor tras él, ambos entraron a la casa, Jungkook se fijo en el orden de todo, pues aunque no lo supiera después de que Taemin destruyó muchas cosas dentro, Yoongi tuvo que remodelar un poco.

— duerme en el sofá, traeré mantas_—

Iba a irse, pero Jeon lo detuvo, con un agarre fuerte de sus brazos rodando su cintura, escondió su rostro en la curvatura de su cuello, apegándose lo más posible.

— ¡Jungkook! _— reclamó intentando soltarse del abrazo, sin lograrlo_—

— se que no mereces a alguien como yo, pero... no puedo evitar amarte, Yoongi, no quiero soltarte, nunca_— susurró muy de cerca_

Yoongi dejo de removerse, a cambio apoyo su rostro sobre su hombro, con sus debilitados ojos que ya no podían soltar más lágrimas, sólo se quedó allí, reconfortante y cálido, así se sentía permanecer entre sus brazos, no podía negarlo.

Tal vez fueron dos minutos o más, que estuvieron así, hasta que Jeon se irguió, retomó su postura para mirar a los ojos contrarios que no le correspondían, aún así se inclino de vuelta para juntas sus bocas, al fin.

Yoongi no se apartó, después de todo podría brindarse ese regalo, de disfrutar junto a Jungkook por el resto de día, y quizás después no tendría arrepentimiento por irse sin mas.

Con mucha tranquilidad, Jeon acarició sus labios, despacio y con delicadeza. Se separon al instante, Jungkook acarició su mejilla, para volverse a inclinar e ir por más. Volvieron a unir sus bocas en un nuevo beso, más insistente que el contrario, Jeon atrapó sus labios, una vez y otra más, apretó el agarre en su cintura, mientras Yoongi rodeaba sus brazos por sobre sus hombros.

Who? [Kookgi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora